Ella es la artista mexicana que diseña ropa ¡con piel de perros!

Berenice Olmedo es una artista que ha logrado que medio mundo hable de ella, pues ha decidido convertir restos de animales considerados como plagas, en obras de arte. Un ejemplo de ello es un traje que confeccionó con piel de perros, los cuales fueron atropellados.
Platicamos con ella y nos dijo que aunque su arte es muy polémico, su intención no es que la gente se moleste, sino hacerla entender que faltan leyes para que estos animales tengan una mejor calidad de vida.

-¿Cómo comenzó tu trabajo con restos orgánicos y en qué momento decidiste transformarlo en arte?

“La idea de disecar animales se me ocurrió en la universidad, ya que los maestros nos decían que los museos eran cementerios de arte, así que pensé que yo podía mostrar algo que en algún momento estuvo vivo”.

“Un día le platiqué lo que planeaba a una amiga que estudiaba Biología, y ella me llevó con uno de sus profesores; fue él quien me enseñó a hidratar y disecar”.

-¿A partir de entonces comenzó tu trabajo?

“Sí, y de ahí me seguí con cucarachas, ratas y otros animales, pero sólo los que consideramos plagas y que rechazamos”.

-¿Y cómo pasaste a los perros?

“Comencé a trabajar con éstos hace cinco años; inicié una investigación para que me dieran una beca. Elegí trabajar con estos animales cuando vi que están considerados ante la ley como un bien inmueble (es decir, como algo sin vida), cuando ellos son parte de la familia; me sorprendió mucho esa contradicción”.

-¿Cuántas piezas utilizaste para diseñar el traje que has presentado en varios museos?

“Para el primer traje que diseñé usé seis cadáveres de perros, porque también hice una chamarra, bolsa, botas y sandalias. Todo fue armado con restos de un pastor alemán y perros criollos”.

-Tus diseños podrían resultar ofensivos para ciertas personas...

“Bueno, hay quienes entienden mi arte y punto de vista, que es evidenciar las fallas en la ley y el maltrato hacia los animales, pero otras piensan que estoy traumada, que quizá alguien me hizo daño y por eso hago este trabajo”.

-¿Has tenido problemas con asociaciones animalistas por la obra que realizas?

“¡Por supuesto!, pero lo que éstas no ven es que no solamente se trata de rescatar a un perro de la calle, o a otro animal, sino sus restos. A diferencia de las asociaciones de animales, yo trato de mantener la memoria y la existencia de lo que estuvo vivo”.

-Tuviste la oportunidad de exponer en Europa, ¿podrías contarnos cómo fue esa experiencia?

“Sí, expuse mis diseños en Austria, y fue muy divertido. Para los europeos fue un golpe cultural muy fuerte, ya que para empezar, allá no existen perros callejeros, y no pueden creer que los haya en México. De hecho, hubo muchas personas que no se atrevieron a ver mis obras”.

-¿Cómo lo tomaste?

“No lo tomé mal. En México estamos acostumbrados a hacer ropa con otras especies, pero si tocamos a un perro, es algo que molesta, a pesar de que su muerte o el trato que recibió hayan sido malos”, finalizó.