Por amor a su hija ¡dio a luz a su propio nieto!
El cáncer llegó a la vida de Jessica Bradford cuando era una adolescente, por lo que decidió congelar 21 óvulos antes de ser sometida a las quimioterapias y quedar estéril.
Mediante fecundación in vitro, Jessica y su esposo Ress Jenkins decidieron ser papás, por lo que el óvulo tuvo que ser llevado durante 9 meses por la feliz abuela, doña Julie Bradford, de 45 años.
Aunque daría a luz a su propio nieto, Julie se sintió la persona más feliz del mundo, pues devolvió la esperanza de su hija de ser mamá pese al cáncer de útero que padeció.
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“Mi madre es la más valiente y maravillosa del mundo. La quiero mucho por dar la vida a mi hijo”, declaró a la BBC Jessica.
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El bebé pesó 3 kilos 165 gramos y nació completamente sano.