Creyó que al bajar de peso se terminarían sus problemas, pero empezó su pesadilla

Creyó que al bajar de peso se terminarían sus problemas, pero empezó su pesadilla

Pesaba 150 kilos, pero se cansó de ser gorda y al quedar hecha un palo todo se arruinó.

Creyó que al bajar de peso se terminarían sus problemas, pero empezó su pesadilla

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Pixabay e Instagram

Creyó que al bajar de peso se terminarían sus problemas, pero empezó su pesadilla
Pixabay e Instagram

Pesaba 150 kilos, pero se cansó de ser gorda y al quedar hecha un palo todo se arruinó.

A Kelly Glover le llovían los pretendientes cuando pesaba 150 kilos. Los chicos le pedían su número y la invitaban a salir en la calle, el supermercado y en cualquier parte. Pero cuando bajó casi 70 kilos, notó que los hombres dejaron de buscarla, así que le preguntó a un amigo por qué podría pasar esto. Su respuesta fue de lo más frustrante y un poco indignante.
Pesaba 150 kilos, pero se cansó de ser gorda y al quedar hecha un palo todo se arruinó
Creyó que al bajar de peso se terminarían sus problemas, pero empezó su pesadilla

Cuando Kelly empezó a adelgazar se dio cuenta de que entre más kilos perdía, menos hombres intentaban hablarle. Parecía que junto con su sobrepeso también se habían ido las posibilidades de encontrar pareja.
Por supuesto, Kelly estaba muy confundida, pues supuestamente las chicas delgadas son más atractivas, y ahora que ella había bajado de peso debían lloverle los galanes, ¿no?
La ahora blogger de 40 años acudió a un amigo en busca de una explicación. La respuesta del chico le resultó muy esclarecedora, pero también la dejó frustrada. En las capturas de pantalla que compartió Kelly para el portal Little Things, se puede leer la siguiente conversación:
[comments] Kelly: "¿Por qué ya nadie quiere una cita conmigo ahora que perdí 70 kilos? Te pregunto porque eres un chico y dices la verdad”. [/comments]
[comments] Amigo: "¿Qué pasa? ¿Por qué dices que ya nadie quiere una cita contigo?”. [/comments]
[comments] Kelly: “Mmm… Ya nadie me sigue por la calle, me habla desde la ventana del carro o me invita a salir en la calle o el supermercado”. [/comments]
[comments] Amigo: “Bueno, la gente se siente más confiada ligando a chicas gordas”. [/comments]
[comments] Kelly: “Oooh”. [/comments]
[comments] Amigo: “Sienten que hay menos posibilidades de rechazo, así que son más audaces”. [/comments]
Es decir, que según el amigo de Kelly, cuando las mujeres son más delgadas y convencionalmente “atractivas”, los hombres se sienten más intimidados. Ese fue un momento de iluminación para Kelly, pues se dio cuenta de que la escasez de pretendientes no tenía nada que ver con su peso, sino con la autoconfianza de los hombres.
Cuando los chicos ven a Kelly ahora, les preocupa que ella los rechace, así que no intentan conquistarla. Antes, ellos asumían que ella aceptaría una cita debido a su peso.
De inmediato, Kelly recordó aquel mito de que “las gordas son fáciles”, que es la idea de que las chicas plus size aceptan salir con cualquiera porque tienen baja autoestima. Ella está convencida de que eso de que las mujeres curvy son más “fáciles” es “una completa estupidez”, porque obvio solo es eso: UN MITO.
Por eso, sin importarle cómo la percibieran los hombres o si conseguía pareja, la blogger continuó bajando de peso. Cada día está más cerca de tener el cuerpo que quiere, pero por ella y para ella, no para darle gusto a nadie.
con información de Veintitantos.com
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