Últimamente mi esposa me pide que le escupa en la cara durante el sexo, trato de hacerlo, pero a mí me incomoda. No sé de dónde haya sacado esas ideas, y tengo miedo de que me esté engañando. ¿Qué hago?

Respuesta
No necesariamente lo que te propone tu pareja significa que te esté siendo infiel, puede deberse a una fantasía sexual que rompe con lo cotidiano y muestra la otra cara del erotismo. Tu pregunta me hace recordar una frase que dice: “el sexo es sucio sólo si se hace bien”, de modo que no se necesita protocolo para que éste sea válido. Si a ti te incomoda lo que te propone tu pareja, tienes todo el derecho de no aceptar. En el sexo no hay nada malo siempre y cuando los involucrados estén de acuerdo, de lo contrario, cualquier comportamiento puede ser violatorio.
El nombre del comportamiento que tu esposa te está sugiriendo es salofilia y es una afición que consiste en rociar al objeto de placer, en este caso tu pareja, con residuos corporales salinos; por ejemplo, saliva, sudor o semen, y de esa manera excitarse. Para que estés tranquilo, te comento que tu esposa no está loca, ya que existe ese comportamiento y está descrito y reconocido por la sexología.

KD
Últimamente mi esposa me pide que le escupa en la cara durante el sexo, trato de hacerlo, pero a mí me incomoda. No sé de dónde haya sacado esas ideas, y tengo miedo de que me esté engañando. ¿Qué hago?
Respuesta
No necesariamente lo que te propone tu pareja significa que te esté siendo infiel, puede deberse a una fantasía sexual que rompe con lo cotidiano y muestra la otra cara del erotismo. Tu pregunta me hace recordar una frase que dice: “el sexo es sucio sólo si se hace bien”, de modo que no se necesita protocolo para que éste sea válido. Si a ti te incomoda lo que te propone tu pareja, tienes todo el derecho de no aceptar. En el sexo no hay nada malo siempre y cuando los involucrados estén de acuerdo, de lo contrario, cualquier comportamiento puede ser violatorio.
El nombre del comportamiento que tu esposa te está sugiriendo es salofilia y es una afición que consiste en rociar al objeto de placer, en este caso tu pareja, con residuos corporales salinos; por ejemplo, saliva, sudor o semen, y de esa manera excitarse. Para que estés tranquilo, te comento que tu esposa no está loca, ya que existe ese comportamiento y está descrito y reconocido por la sexología.
KD