Disminuye las molestias por derrame en el ojo

La ruptura de los vasos sanguíneos en la conjuntiva, el tejido que recubre la parte blanca de nuestro ojo. Generalmente son benignos.

-Sangrado e irritación.

-Sensación de un cuerpo extraño y dolor.

-Trastornos de la vista, como disminución o visión doble.

Doctor: tengo un derrame en los ojos desde hace tres días. Me inquieta porque ya se me ha presentado varias veces y cada vez es peor. Esta ocasión, aparte del derrame que cubre ya casi todo el ojo, me duele mucho la cabeza y de repente veo doble; o si estoy en un lugar caliente, inmediatamente se acentúa más el dolor. Estoy preocupada porque me aplico las gotas que me recetó el médico y sigo igual. ¿Qué tengo que hacer?

Cuando se nos presenta un derrame en el ojo, es debido a que hay un sangrado o ruptura de los vasos sanguíneos en la conjuntiva; esta es un tejido que recubre la parte blanca de nuestro ojo y obviamente los lugares que se rompen son vasos muy pequeños y delicados que pueden provocar enrojecimiento ocular y, posteriormente, un sangrado. Generalmente son benignos, pero es importante que lo cheque un médico. La parte interesante aquí es que se tiene que establecer un diagnóstico de precisión, ya que puede ir asociado en ocasiones a dolor o también a trastornos de la visión, por lo cual es importante descartar que haya un padecimiento grave.

Una de las principales causas de sangrado en el ojo, es que se nos suba la presión; en este caso es importante que tu médico te indique si hay una subida intensa de la presión arterial. También los golpes directos al ojo o el estarnos frotando intensamente los párpados, aunque no son tan severas las agresiones, pueden provocar la ruptura de vasos sanguíneos superficiales en la conjuntiva. El diagnóstico se realiza con base en una historia clínica completa, realizando pruebas de laboratorio y gabinete, para descubrir el elemento causal y dar el tratamiento adecuado.

Hierve durante 10 minutos, cuela y toma como agua de tiempo, cada tercer día, durante un mes.

Licua y bebe cada tercer día, durante un mes.

- Mantén tus ojos hidratados: El consumo de por lo menos dos litros y medio de agua de papaya con piña, es fundamental para los ojos; además, evita tocártelos con las manos u otro objeto, evitando la presión.

- Aplícate lienzos con té: Haz un té de árnica o consuelda, deja enfriar, agrega hielo y mete un sobre de té de árbol; escurre y aplícalo en el párpado cinco minutos, dos veces al día, por cinco días.

- Cuida el medicamento: Si estás tomando algún anticoagulante de tipo acetilsalicílico, ibuprofeno u otro que provoque una mayor posibilidad de sangrados oculares, háblalo con tu médico y evita efectos secundarios.