Cirujano denuncia falta de medicinas y mala atención del IMSS ¡y lo corren!

Cirujano denuncia falta de medicinas y mala atención del IMSS ¡y lo corren!

Cirujano denuncia falta de medicinas y mala atención del IMSS... y lo corren.

Cirujano denuncia falta de medicinas y mala atención del IMSS... y lo corren.

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FOTOS: ENRIQUE ORDÓÑEZ

Cirujano denuncia falta de medicinas y mala atención del IMSS... y lo corren.
FOTOS: ENRIQUE ORDÓÑEZ

¡Ni los doctores se salvan!

Entre acusaciones por abandono de trabajo y trastornos psicóticos, el médico egresado de la UNAM, con especialidad en cirugía general, Raúl Sánchez Lozada, de 42 años, originario de Hidalgo, fue invalidado y retirado de su puesto, después de seis meses de visitas a psiquiatras que avalan su capacidad para laborar como cirujano.

Egresado en 1996, entró a la especialidad en cirugía general en el Hospital General de México y al salir, siguió trabajando entre semana en dicho lugar, y los fines de semana en el Seguro Social de Hidalgo”, donde “uno trata de hacer su trabajo con lo que hay; sé que no se cuenta con recursos, pero el principal problema es el sistema”.
-¿Qué fue lo que detonó que usted levantara la voz?
“Me di cuenta de diversas irregularidades, que muchos de mis compañeros ya veían como normales, y eso me parecía un abuso. La principal queja era que había pacientes que requerían cirugía de urgencia, pero no los operaban porque antes pedían estudios de laboratorio; y tenían que esperar turnos completos”.

-¿Y por qué no operaban a los pacientes de urgencias?
“La indicación de los directivos es, primero mandar a quirófano las cirugías programadas y luego las urgencias, porque les pagan por ser productivos y las de urgencia no les cuentan, los hace perder estímulos; lo que en realidad es dinero”.

-¿Eso lo perjudicaba como cirujano?
“Claro, mi turno se veía afectado. Por ejemplo, tenía que quedarme horas extras para realizar las cirugías programadasy luego apoyar con urgencias; entonces, teníamos que quedarnos más horas, sin que nadie nos pagara tiempo extra”.

-¿Se acuerda de un caso en específico?
Hay muchos. En una ocasión, pedí operar a una mujer de urgencias con perforación intestinal, y no me autorizaron porque no querían ensuciar el quirófano; la pasaron hasta el último turno. La paciente tuvo muchas complicaciones y pudo perder la vida”.

EN 2015 SUFRIÓ UN ‘MAL EMOCIONAL’ Y SUS JEFES LO APROVECHARON

En las fiestas decembrinas “bebí de más y me mandaron a psiquiatría, donde ‘inventaron’ que quise suicidarme”.

-¿Qué pasó cuando se emborrachó?
Comenzó todo este infierno. El 24 de diciembre, en la cena familiar tomé alcohol, y la verdad me puse borracho. El 25 de diciembre, que fue domingo, seguí bebiendo, pero ya en la tarde mi familia se dio cuenta de que estaba tomado y llamaron a la Cruz Roja, los paramédicos les comunicaron que sólo estaba ebrio, aun así quisieron llevarme al IMSS donde trabajaba”.

-¿En el Seguro Social qué le comentaron?
Mi informe de ingreso decía que era por intento de suicidio con fármacos, pero no fue así y se me hizo muy extraño, porque si hubiera ingresado por eso me hubieran hecho un lavado gástrico de urgencia y nunca me lo realizaron”.

El 12 de enero lo valoró otro psiquiatra y le dijo que podía regresar a trabajar, pero el 18 del mismo mes, sus jefes pidieron que le mandaran más días de incapacidad.

-¿Por qué lo estaban pensionando?
Me dijo que se trataba de una depresión crónica y que si no me parecía, metiera mi reclamación. Entonces fui al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, en la CDMX, les comenté mi caso, e inicialmente el Sindicato iba a interceder por mí metiendo una valoración realizada por otro psiquiatra”.

-¿El Sindicato a dónde lo mandó?
A Tlalnepantla, en el Estado de México, en la División de Salud del Trabajo, con el psiquiatra Quezada. Me hizo otro tipo de valoraciones que nunca me habían realizado; de hecho, me pidió una tomografía y un electroencefalograma. Me comentó que le habían mandado unas notas en el expediente de que yo era un mal cirujano, irresponsable, y que dejé cirugías a mitad del procedimiento, y pensé: ‘eso no sería una falta laboral, sino un delito, entonces no me estarían invalidando, me estarían corriendo’, y el doctor diagnosticó que sí podía trabajar”.

Un día, llegando a mi casa, vi unos papeles, eran correos internos del Seguro Social que hablaban de mi caso y pedían que me dieran pensión”.
-¿Actualmente recibe pensión?
Se supone que tienen que dármela, pero todavía no recibo nada, y sería de 60 por ciento de lo que ganaba, que corresponde a 12 mil pesos al mes. Pero de todas maneras no quiero aceptarla porque sería admitir el despido; por eso debo de demandar y hacer que anulen ese dictamen, ya que no es válido”.

-¿Recurrió a instancias independientes del Seguro Social?
“Efectivamente, fui a la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH, pero hasta donde sé, no le dieron seguimiento a mi caso”.
-¿Qué tiene pensado hacer?
Ahorita continuar trabajando en el Hospital General de México y seguir con el proceso jurídico para invalidar el dictamen y volver a trabajar dentro del Seguro Social”, concluyó.
RJ

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