Carlos Loret de Mola entre el hambre y la guerra

Carlos Loret de Mola entre el hambre y la guerra

"Preparando cobertura especial 1N: El hambre. Kenia-Somalia. Ntra ofna es la puerta de una escuelita", escribió en su cuenta de Twitter.

“Preparando cobertura especial 1N: El hambre. Kenia-Somalia. Ntra ofna es la puerta de una escuelita”, escribió en su cuenta de Twitter.

"Preparando cobertura especial 1N: El hambre. Kenia-Somalia. Ntra ofna es la puerta de una escuelita", escribió en su cuenta de Twitter.

Narra su historia desde Somalia.

A pesar de ser el conductor titular del noticiario ‘Primero Noticias’, el periodista Carlos Loret de Mola de 34 años, siempre ha estado muy interesado en acudir al punto de la noticia y defendido su labor como reportero.
En esta ocasión lo vemos desde Somalia, donde ha transmitido los días de ayer lunes y hoy martes, las notas acerca del hambre que se vive en esta región.
Al respecto, y por la forma en que Loret comenta cómo va realizando su trabajo, parece se ha convertido, una vez más, en una apasionante aventura:
“Desde Daabab, le dicen el campo de refugiados más grande del mundo pero en realidad es una ciudad de hambre. Son 50 kilómetros cuadrados de gente que no tiene que comer y que ha huido de Somalia por la guerra que lleva 20 años, la sequía que lleva tres o la carestía de hace uno”, compartió el periodista con su público en la columna que escribe en un diario nacional.
“Aquí intentan sobrevivir más de 450 mil personas, hambrientas todas, enfermas casi todas. Los médicos no alcanzan, las medicinas menos, y cada 15 días les toca su ración de arroz o maíz, frijoles y aceite que se acaba rápido si no se come lo mínimo. Por una garrafa de agua tienen que caminar hasta dos kilómetros cada día”, explicó al referirse al hambre que la gente está pasando en ese lugar.
Respecto a cómo la están pasando él y sus compañeros de trabajo camarógrafo y asistentes, comentó que “somos seis, dormimos en tiendas de campaña, no hay donde bañarse, en dos días hemos comido una bolsita de atún con verduras, trajimos agua y ya casi se nos acaba, pero hay donde conseguirla; el sol no tiene misericordia, entra el celular porque los somalíes y kenianos lo usan para todas sus transacciones comerciales, un generador nos suministra la energía eléctrica, nos pusieron dos soldados con armas largas porque temen rapiña y terrorismo”, conluyó.
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IMT

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