Crystal asegura que Eduardo Ávila finge ser invidente para obtener apoyos

Crystal asegura que Eduardo Ávila finge ser invidente para obtener apoyos

A sus 57 años, Crystal levanta la voz, en nombre de los paralímpicos como ella.

Eduardo contó que sufrió daño en el nervio óptico por un golpe, en un accidente en bici.

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El atleta paralímpico Eduardo Ávila asegura tener debilidad visual, pero la cantante Crystal reveló que él mentiría
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La cantante Crystal acusó al atleta paralímpico de emplear trucos en sus exámenes visuales para obtener apoyos económicos.

  • La cantante Crystal está enterada de esto, porque su esposo fue funcionario paralímpico.
  • Miguel Ángel Huerta Sánchez fue miembro del Comité Paralímpico Mexicano y presidente de la Federación Mexicana de Deportes para ciegos y débiles visuales, en el periodo de 1998 a 2017.
  • Está casado con Crystal, cuyo verdadero nombre es Gaudelia Díaz Romero.
  • Según la cantante, Miguel avisó de las irregularidades de Eduardo, pero no pasó nada.
  • Eduardo ya había sido cuestionado por competir así, y recientemente por su ruptura
Luego de que publicamos el truene entre Alejandro Maldonado, de 49 años, con el medallista paralímpico Eduardo Ávila, de 36, quien ha obtenido cuatro medallas entre 2008 y 2020, buscamos a la cantante Crystal, de 57, quien también es paralímpica, y nos sorprendió al sacarse una espinita que por años ha tenido clavada acerca de Ávila. La también invidente nos hizo fuertes declaraciones acerca de que para ella, Ávila “¡es un fraude!”, porque ha competido con gente en verdad ciega y ha sacado ventaja:
-Crystal, hace dos semanas se destapó que Alejandro Maldonado terminó su relación por infidelidad, con el medallista Eduardo Ávila, a quien debes conocer...
“Es multimedallista; pero en el tema de infidelidades, yo no te puedo decir nada. Lo conozco desde otra perspectiva, es un buen muchacho, un buen atleta, me cae bien, pero Eduardo no pertenece verdaderamente al paralimpismo”.
-¡Cómo!, ¿por qué lo dices?
“Cuando uno va a formar parte del deporte paralímpico, competir con ciegos y débiles visuales se tiene que cumplir con una visión determinada mínima”.
-¿Qué significa?
“Que la visión debe ser de veinte sobre cuatrocientos (una personal normal es de 20/20, y 20/400 está afectada la visión) para poder ser un débil visual declarado, y en este caso, él no cubre la perspectiva, Lalo supera esa visión y te la firmo”.
-Esto lo sabes porque tu marido tenía un cargo importante en el Comité Paralímpico Mexicano, ¿cierto?
“Sí, él fue presidente de la Federación del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales y presidente del Comité Paralímpico Mexicano (1998-2017). Desde sus inicios en paralimpiadas conozco a Eduardo, pero no debe pertenecer al deporte paralímpico, porque Lalo maneja; una persona débil visual, ¡perdón, pero no maneja! Y hay otro tema: estuvo en Exatlón y tuvo que correr, nadar, y cuando eres débil visual, tampoco puedes hacerlo, humanamente no se puede”.
Eduardo Ávila ha ganado en 4 juegos compitiendo contra ciegos y débiles visuales.
La única diferencia entre el judo adaptado y el convencional, es que acá los competidores comienzan tomados de la solapa y la manga. Gana puntos quien derribe a su oponente.
-Continúa...
“Además ha participado con el deporte convencional, le llamamos a este deporte al que no es de discapacitados, y no figuró de manera importante en el deporte convencional, ya que su padre, Hilario Ávila, es entrenador de judo de la UNAM. El profe Hilario, al ver que Lalo no figuraba lo suficiente en el tema convencional, lo pasó al deporte paralímpico y ahí Lalo sí logra tener medallas de oro, claro que había una ventaja. Lalo no ve al cien por ciento, pero tampoco ve 20/400... ¡ve más!”.
-¡Vaya!...
“En esta situación lo pasan al deporte paralímpico y, como te digo, ahí gana medallas de oro. Desde que me acuerdo, lleva Londres, Río, Tokio, y desde ese entonces pasó esto. Me parece deshonesto, hablándote como atleta y como ciega. En el deporte paralímpico, competimos contra nuestros iguales, es decir, yo corro contra ciegas; las B2, que ven un poquito, corren contra B2; y las B3, que es el débil visual, corren contra B3”.
-Entonces... “Pero en el judo competían ciegos contra débiles visuales, porque es un deporte de contacto; pero si compites contra un ciego total y tú ves más de lo que se pide para ser un débil visual, tú vas a ganar medalla de oro, ¡obvio!”.
-Dices que su papá lo pasó al paralimpismo; ¿qué no les piden ciertos estudios médicos?
“Sí, tenemos que pasar una revisión médica que se le llama Estudio de clasificación, y te hacen dos exámenes, uno antes de salir (de México), y otro ya cuando estás en la sede (de los Juegos). Lalo, en la revisión médica, hubo ocasiones que no pasó el parámetro que se pide. Fue en 2012, en Londres, y mi esposo estaba muy preocupado porque no estaba de acuerdo y le avisó al jefe, don Samuel Pérez Portillo, en la CONADE, pero su papá argumentó que ya estaba inscrito”.
Eduardo Ávila ha competido como débil visual o B3, porque declaró que padece estrabismo y poco rango de visión.
Ganó oro en Pekín 2008; bronce en Londres 2012; oro en Río 2016; y bronce en Tokio 2020.
-¿Y luego?
“Mi esposo dijo que ya no era responsabilidad de él, porque ya había avisado. Aquí no había médicos que supieran hacer este tipo de exámenes. Cuando mi esposo fue presidente de la federación, enviaron a un médico a prepararse a Bonn, Alemania, para aprender a hacer ese tipo de clasificación”.
-Y entonces, ¿qué pasó?
“Ese médico determinó que Lalo no estaba adecuado para el tema (competir en paralímpicos). Pero las personas que sí ven bien, aprenden a mover sus ojos de tal forma, que los doctores creen que no están viendo bien. No hay una prueba que verdaderamente sea tan determinante como para que te desacrediten bien”.
-¿Qué hizo tu esposo cuando eso pasó?
“Ávila ve más de lo que debiera para estar en el deporte; sí, sí ve mucho más. Te repito, no ve al cien por ciento, pero sí más de lo que debería, al menos en el deporte de ciegos. Mi esposo avisó y se le comentó a la gente de la CONADE, y dijeron que estaba inscrito y se la iban a jugar a llevárselo a competir”.
-Y lo logró...
“Sí, allá en ese país sí pasó (el examen), porque como él llegó con un clasificador y empezó a mover los ojos para arriba, hacia abajo, y entonces, cuando la persona hace eso, destantea al clasificador. Yo no tengo duda de que Lalo sea un buen atleta, pero siempre he dicho que él no es la persona adecuada para representar a nuestro país en el área de ciegos y débiles visuales”.
Crystal no está de acuerdo en que Eduardo Ávila sea considerado como un atleta paralímpico.
Para Crystal, correr y nadar en un Exatlón, no lo podría hacer un débil visual.
-¿Consideras que es un insulto?
“Para mí ¡es un fraude!, porque uno se parte el alma por una competencia y por ir a competir entre tus iguales; es como si yo participo contra una persona que no ha entrenado, ¿en dónde está mi orgullo?”.
-¿Cómo ha logrado Lalo evadir a tantos clasificadores visuales?
“Él puede mover los ojos de la forma en el que el clasificador puede creer que no ves. A los actores cuando se les da algún personaje de ciegos, se les entrena para que muevas los ojos de forma en que parezca que no te están viendo, así de sencillo; de que se puede, se puede”.
-¿Hay un interés monetario?
“Considero que Lalo gana bien en el deporte, tanto paralímpico, como olímpico, cuando ganas una medalla, tienes aparte la beca vitalicia, que no es tan grande, pero mientras estás activo en el deporte, ganas una beca como de cincuenta mil pesos; él tiene esa entrada y mientras ganes medallas, ganas esa beca, más la vitalicia; él cobra más de sesenta y tantos mil pesos mensuales”.
En 2016, previo a una competencia internacional, Ávila respondió a quienes lo criticaban por competir contra invidentes y débiles visuales, que había sido sometido a un riguroso examen oftalmológico que indicaba el padecimiento y rango de visión.
“Claro que veo, no soy invidente. Que no tenga el campo de visión es muy diferente”, dijo Eduard Ávila para defenderse de quienes lo señalaban de no ser paralímpico en e 2016
-¿Y por qué lo das a conocer hasta ahora?
“Desde 2012 no había estado de acuerdo en que a él se le den medallas, porque sabe que está compitiendo contra un ciego o un débil visual, y él ve mucho más. No pueden vanagloriarlo porque, ¿cuál es realmente su honor?, ya que le ha estado ganando a tipos a los que les lleva mucha ventaja. Decido hablarlo, porque no se vale el engaño”.

-¿Qué autoridad debería realizarle los exámenes y que descubran que tiene más visión de la permisible?
“Los médicos clasificatorios, pero mientras existan los trucos, o no se invente una manera más profunda de clasificar, no van a terminar esos fraudes. Igual y él no es el único, en el mundo del deporte es un tema fuerte”.
Hace dos semanas también estuvo en el ojo del huracán al descubrirse su rompimiento con el instructor de yoga, Alejandro Maldonado.
Un amigo de ambos dijo que dicha ruptura había sido por una supuesta infidelidad de parte de Eduardo: “Lalo le dijo que se iría a Londres a estudiar inglés... pero allá ya tenía un galán”.
-Entonces, ¿qué autoridad debe tomar acciones?
“Primero que nada debe ser la CONADE y el jefe de misión, aparte de los presidentes de federación; ese jefe debe determinar que esa persona si no pasó el examen médico, aunque esté inscrito, no puede ir, viajar, competir. Qué padre que Lalo pueda ver más, pero eso sí, nunca estuve de acuerdo; pero como nadie me había preguntado, me quedé callada. Hoy lo confieso, porque si es la forma de defender este deporte, ¡lo voy a hacer!”.
-Después de lo que nos revelas, vas a favorecer a muchos de tus compañeros...
“Sí, Dios quiera por el bien del deporte paralímpico, y es importante que cada día se revise a los atletas con mucho más lupa; no digo que solo a Lalo, a todo el mundo”.
-Crystal, ¿temes represalias tras esto que destapas? “No, porque sé y muchos más saben que es real, no le temo a nada. Si hay algún reclamo por parte de Lalo, ¡estoy a sus órdenes!, porque lo que declaro, es la verdad”, concluyó.
Crystal como atleta paralímpica corrió los 5 mil metros en Montreal, en 1993, junto a su hermano.
En 1982, el Festival OTI lanzó a la fama a Crystalcon la canción “Suavemente” y de ahí no paró.
EL OFTALMÓLOGO-OCULOPLÁSTICO, CARLOS CONTRERAS, NOS DIJO SI ES POSIBLE QUE SE PUEDA ENGAÑAR A UN ESPECIALISTA:
“Sí, muchas veces me han tocado pacientes en los que sí quieren engañar, no te lo dicen, y buscan un beneficio. Los paralímpicos para clasificar debe haber quien puede hacerlo; nos engañan diciendo que no alcanzan a ver las letras o dicen que no ven nada”.
-¿Existe alguna forma para saber sí ven o no? “Sí, cuando pones la luz, las pupilas reaccionan cerrándose; una persona con debilidad visual puede tener esa reacción, pero si tiene ceguera total, no reacciona a la luz, y hay más ejemplos”, finalizó.
SEGÚN LA REGLA, A LOS ATLETAS LOS CLASIFICAN EN 3 GRUPOS DE ACUERDO A SU VISIÓN
  • B1: NO PERCIBEN LUZ, NI SOMBRAS
Prácticamente no ven con ningún ojo y no pueden distinguir ningún objeto a cualquier distancia.
  • B2: RECONOCEN FORMAS
Tienen una agudeza visual que permite ver una mano a dos metros de distancia y con un ángulo de visión de cinco grados o menos.
  • B3: EL MÁS CERCANO AL PROFESIONAL
Ellos pueden distinguir objetos hasta a seis metros y su ángulo de visión es de hasta 20 grados. (Ahí está Eduardo Ávila).
En el estiudio se determina debilidad visual o ceguera, cuando no se puede visualizar diferentes objetos.
Un estudio ocular se basa en la apariencia y buen funcionamiento de todas las partes del ojo.
ESTO ES LO QUE HA DICHO EDUARDO DE LOS ESTUDIOS QUE LE HAN REALIZADO, PREVIO A COMPETENCIAS
“Me han hecho un procedimiento doloroso y demasiado pesado. Te colocan unas gotas que arden horrible y los ojos se te hinchan. No solo te ponen a ver letras a cierta distancia, sino que realizan el estudio con máquinas y no creo que se pueda engañar a una máquina”.
“Tienes que comprobar ante médicos especializados, que efectivamente tienes tales rasgos de deficiencia para competir”.
Los atletas paralímpicos se clasifican en tres grupos dependiendo de su visión.
Así es como se realiza un estuvio de la vista para saber si los atletas pueden o no ser parte de la división de paralímpicos.
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