Pablo Lyle se niega a darle el divorcio a su esposa ahora que ya anda con otro

Un momento de ira puede cambiar la vida de una persona para siempre, y Pablo Lyle, de 35 años, aún carga con el peso de haber tomado una mala decisión. En marzo pasado, el actor cumplió dos años en prisión preventiva en Miami, Florida, donde espera ser juzgado por causar la muerte de un hombre de origen cubano durante un incidente vial en esa ciudad. Sin la posibilidad de salir y de trabajar, su problema legal le ha traído un fuerte desgaste emocional y económico, y ahora nos enteramos que se suma el fin de su matrimonio con Ana Araujo, de 33, quien ya ha iniciado una relación con un exfutbolista. Platicamos con un amigo de la pareja, quien nos contó lo siguiente:

“La verdad, el panorama para Pablo no pinta bien, ya lleva dos años de arresto domiciliario, su juicio se ha hecho eterno y las cosas no le están saliendo como él quiere. En abril pasado hizo dos peticionesa una jueza y tenía la esperanza de que le dieran un ‘sí’”.

“Así es. Sus abogados solicitaron que le retiraran el geolocalizador que le pusieron para tenerlo bien checadito durante su arresto domiciliario, y también solicitaron que ya no tuviera que renovar su fianza, pues Pablo no tiene recursos para pagarla”.

“No quiso y encima le subió la fianza a un millón de pesos, le valió que los abogados le dijeran que Pablo casi casi está en la ruina”.

“Emocionalmente está destrozado, tiene cambios de humor muy ca...; que rechazaran su petición lo afectó muchísimo y le dio la última puntilla a su matrimonio”.

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“Los rumores son verdad; desgraciadamente, el karma lo alcanzó”.

“El amor que Pablo y Ana se tienen, no fue suficiente para salir adelante de esta difícil situación que ambos atraviesan”.

“Antes de su arresto, la carrera de Pablo iba en ascenso y ellos estaban bien, tanto emocional como económicamente, pero desde entonces ya han pasado más de dos años desde que Pablo está bajo arresto domiciliario y el desgaste emocional que ambos han tenido, pues terminó por llevarlos al límite y, obviamente, por desgracia ya mató su matrimonio”.

“Hace unos meses, en un arranque de desesperación y tristeza, Pablo le llamó a Ana y le dijo que ya no podía más, que estaba harto de su situación, que no tenía esperanza de evitar la cárcel y que no sabía cuánto tiempo pasaría allí”.

“Sí, le dijo que no era justo que por una pe... que él cometió, ella y los niños pagaran los platos rotos; también que se olvidara de él, que rehiciera su vida con un hombre bueno que pudiera hacerla feliz y, sobre todo, que la ayudara a sacar a sus hijos adelante, ya que durante mucho tiempo, él no podría hacerlo”.

“Ella también estaba destrozada por su situación, pero al principio le dijo que no pensara así, que no quería dejarlo pese a que toda está situación la tiene al límite, pues toma cuanto trabajo puede para generar dinero y sacar adelante a sus hijos, y también para apoyarlo a él”.

“Pablo tuvo un cambió muy ca... y comenzó a portarse mal con ella, a ser grosero y dejó de atender sus llamadas”.

“Su actitud hirió a Ana, así que se concentró solo en ella y en sus hijos y, por azares de la vida, conoció a un hombre del que se ha enamorado”.

“Sí. Ella quería ser sincera con Pablo, y como incluso él le pidió que rehiciera su vida, esperaba que lo tomara con tranquilidad, pero ocurrió todo lo contrario”.

“Pablo le dijo que no tenía ma..., que cómo se atrevía a hacer eso, cuando él estaba pasando por una situación tan complicada”.

“Pablo tuvo un cambio radical, porque le contó todo a sus abogados y estos le dijeron que había cometido una estupidez, que no le convenía separarse en pleno juicio, puesto que cuando llegue este, ellos necesitan mostrarlo como un hombre de familia que solo reaccionó para protegerlos”.

“Sí, pero eso fue preliminar, falta el juicio. Le dijeron que divorciarse le restaría puntos ante el jurado, que así era casi un hecho que iban a perder el juicio”.

“Sí, a Pablo le cayó el veinte que la había ca..., pero aunque el del error fue él, se le fue con todo a Ana; le dijo que no esperaba que en tan poco tiempo ya le hubiera encontrado sustituto. Desde entonces sus problemas empeoraron y ahora ella está decidida a divorciarse”.

“Sí, y no sabes cómo se em... Pablo”.

“Sí, a él lo conoció por amistades en común. Primero se vieron como amigos, pero algo fue surgiendo entre ellos y por eso Ana quiso ser sincera con Pablo, decirle lo que pasaba y que lo sentía mucho, pero que quería el divorcio para hacer las cosas bien”.

“Así es, se puso como loco cuando ella le dijo que quería separarse, pero del enojo pasó al llanto; le rogó que por favor no lo dejara, pero ella le dijo que ya había tomado la decisión”.

“Pablo le dijo que no le daría el divorcio y que pensara bien lo que hacía, pues con el paso de los años, todos le iban a reclamar el por qué lo dejó en un momento tan difícil”.

“Ella se encuentra muy decidida y no dudo que ya haya metido los papeles en Mazatlán, que fue donde se casaron, o lo haga pronto”.

“Lo que pasa es que si lo dice, lo hará cuando ya esté divorciada; además, apenas está saliendo con esta persona y tiene que ver si se concreta algo formal. Eso sí, a Pablo siempre le guardará un gran cariño”.

“Pues todo puede pasar, pero hoy por hoy, Ana está ilusionada con este nuevo hombre y ya no quiere estar al lado de Pablo”, concluyó.

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