Después de probar las mieles de la fama, sexy modelo ahora vive en las calles ¡por una decepción amorosa!
Durante 11 años vivió rodeado de lujos y glamour.

Gustavo Vásquez pasó de la fama a la pobreza.
/Especial
La vida de los modelos, suele ser glamurosa y llena de lujos, pero cuando la belleza y la juventud se acaba no queda más remedio que retirarse, reunir las ganancias e invertirlas.
Pero para Gustavo Vásquez, un modelo colombiano las cosas fueron muy diferentes, pues ahora a sus 41 años de edad sólo le queda el recuerdo de aquella época de oro.
Gustavo tenía 19 años cuando viajó a Europa para ser modelo de la marca alemana de ropa interior ‘Bruno Banani’, lo que le permitió aprender alemán y visitar varios países del viejo continente.
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Es duro vivir en Alemania, no sólo por el frío, por todo, las personas, todo” aseguró en una entrevista.
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Es duro vivir en Alemania, no sólo por el frío, por todo, las personas, todo” aseguró en una entrevista.
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Después de disfrutar por 11 años de las mieles de la fama y las riquezas, regresó a su natal Cali, Colombia cuando tenía 30 años del edad, dejó a un lado el modelase y se dedicó a ejercitarse y fortalecer su cuerpo como fisicoculturista.
Desafortunadamente, una pena amorosa acabó con su espíritu y la estocada final que terminó por devastarlo fue la pérdida de su madre adoptiva.
Desde muy joven, Vásquez ha buscado a sus padres biológicos, pero no ha podido encontrarlos.
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Yo sé que hay personas que saben dónde están, pero no me dicen. Y ser que ellos también me pueden encontrar”.
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Yo sé que hay personas que saben dónde están, pero no me dicen. Y ser que ellos también me pueden encontrar”.
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Ahora, vive en un lugar para personas sin hogar ubicado a una cuadra de la catedral de San Pedro, en el centro de Cali, viviendo de la caridad de las personas y usando a diario la única muda de ropa que tiene.
Dice que ha encontrado el camino de la tranquilidad con Dios y que se abstiene de consumir drogas cuando va a algún templo sagrado. Luce tranquilo con lo que le ha tocado vivir, sin olvidar sus buenos años.
KP