Lenny de la Rosa maltrataba a Fey en el sexo ¡y sacrificaba animales en su casa!
Fey se dio cuenta de los hechizos que acostumbraba hacer el cubano, quien tenía sexo con animales.

Redaccion TvNotas
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Esta semana te informamos que Fey terminó su relación con Lenny de la Rosa porque descubrió que la tenía embrujada, además de que la amenazó de muerte.
Pero el infierno que vivió Fey va más allá del sexo rudo que tenían, pues una amiga de la intérprete nos contó todos los detalles que sucedían a puerta cerrada.
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Un día le puso una especie de bozal en la cara, una máscara de cuero, y le daba uno que otro golpe y nalgada, lo cual la prendía mucho”.
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“Fey dice que Lenny es el mejor amante que ha tenido, hasta hacían sexo rudo; pero con el tiempo se volvió más agresivo, y eso ya no le estaba gustando tanto a ella”.
¡LENNY SOMETIÓ A FEY CON GOLPES Y SANTERÍA!
-Dinos más al respecto...
“Notó que le faltaba ropa; después encontró hierbas raras en las bolsas de su ropa. Pasaron los días, y empezaba a ver sus fotos como marcadas, todo raro. Él le hacía amarres y sacrificios para tenerla a sus pies”.
“Fey encontró un muñeco que tenía su cara, y estaba amarrado dentro de sus bolsas; Lenny le hizo un amarre, también vio que debajo de todos los zapatos de él decía el nombre de ella o tenían una prenda íntima dentro para pisarla, o una foto”.
Ella se asustó y le exigió que no podía hacer rituales en su casa. Él entendió, pero la comenzó a maltratar más. Entre juegos sexuales, ya la zarandeaba muy fuerte; a veces llegamos a verle moretones en los brazos y el cuerpo”.
-Entonces fue realmente por eso que terminaron…
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“Pues parece que Lenny no entendió, porque un día Fey llegó a su departamento y encontró manchas de sangre en los sillones y paredes; acababa de hacer el sacrificio de una gallina en su hogar”.
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-¿Y qué hizo?
“Estaba aterrada. Esa situación rebasó sus límites; desconocía a ese hombre, no podía creer que en su casa se hicieran sacrificios. Pero lo peor aún estaba por llegar, pues se enteró que el cubano también tenía sexo con animales”.
-¿En serio?
“Sí, pero ella ya no quiso saber más de sus perversiones. Es un monstruo”.
RJ