Rafael Amaya abandonó a sus perros ¡y los pondrían en adopción ahora que vive en EU!
Rafael Amaya está a punto de perder a sus perros porque no se los ha llevado a EU.
Lamentablemente nos enteramos que Rafael Amaya, de 39 años, es un amo irresponsable. Resulta que desde octubre del año pasado dejó a sus mascotas, ambas de un año de edad, en una pensión de perros que se encuentra en el Ajusco, en la Ciudad de México, que cuesta 250 pesos por noche.
Platicamos con un amigo de la dueña del lugar, quien nos contó que ‘El Señor de los cielos’ visitó a sus mascotas, Kiev y Sultán, en diciembre y pagó 15 mil pesos de gastos que abarcaban hasta enero.
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En la pensión le dijeron que para facilitarle las cosas se los podrían mandar a Estados Unidos, por lo que en marzo regresó para pagar los 40 mil pesos que debía, pero después desapareció.
Dicha cantidad incluía “certificado de salud, carnets de vacuna al corriente, vuelos, dos transportadoras, que cada una cuesta 3 mil pesos, más lo que ya se había acumulado de hospedaje y alimentación, baño y veterinario”.
Y aunque Rafa les encargó que se los enviaran a Estados Unidos, “se complicó todo. Estaba carísimo, sólo el envío eran alrededor de 18 mil pesos por los dos perros; además, faltaban datos del lugar donde vivía Rafa y donde los recogerían en Estados Unidos. Al estar en el aeropuerto le llamaron y nunca contestó.
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Los perros permanecen en la pensión, y después de 3 días pudieron contactar a Amaya, quien dijo que “francamente se le hacía mucho dinero por enviar a Estados Unidos a los 2 perros. Ellos todavía le dieron la opción de viajar a Tijuana con sus mascotas; le dijeron que podrían entregárselos a su chofer para que los pasara por vía terrestre. Rafa les dijo que sí, pero otra vez no aparece y en esta ocasión no los ha contactado ni por error”.
-¿Ahora qué van a hacer?
“Están desesperados, cuesta mucho dinero mantenerlos. Ellos no pueden quedárselos y les gustaría que un buen dueño los adoptara, pero necesitan la autorización de Rafa porque son de él y están registrados. No quieren meterse en un problema, pero esto ya es un abuso y las mascotas son las que menos culpa tienen de esta situación”.
RJ
