Tania Rincón soñó que su hijo tendrá “ojotes, buen chamorro, ¡y mucha pierna!”

A sus 29 años de edad, la conductora del programa Venga la alegría, Tania Rincón, está a unos meses de convertirse en madre, y junto con su esposo, Daniel Pérez, de 36, ya se encuentran preparando todo para la llegada de Patricio.

Platicamos con ella, y nos contó cómo han vivido el proceso de su primer embarazo.

-¿Qué achaques son los que has sufrido?

“La verdad es que no han sido muchos, me ha tratado bastante bien; al principio tenía un poco de sueño y náuseas, pero se me quitaron a los tres meses”. -¿Tu esposo los ha tenido? “Sí, antes no era tan panero ni dulcero, pero ahorita, de repente, me dice que vayamos a la tienda por un pan con nuez. Entonces, es padre que él engorde (ríe a carcajadas), también está durmiendo más”.

-¿Has soñado con él?
[comments] “Así es, que era uno con buen chamorro, mucha pierna, que tenía bastante pelo, súper negro; con ojotes, y muy cachetón, de esos que ves y te quieres comer a mordidas”.
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-¿Le hablas a tu bebé?

“Ay, sí, todo el tiempo, lo saludo en las mañanas, le digo que ya nos vamos a trabajar, y también le platicamos de cómo se va formando, que es muy esperado, que ya lo queremos ver. Estamos ansiosos preparando todo para su llegada, ya que es querido”.

-¿Cuando le hablan cómo reacciona?
“Apenas está reaccionando, hace poco Dani lo sintió, fue un momento muy lindo e indescriptible, la verdad, lloré. A mi pareja le gustaría tener más participación de la que ya tiene, y mira que es entrón”.

-Oye, ¿qué tal los kilos de más?

“He aumentado de peso, estoy algo perdida en eso, porque al principio bajé siete por las náuseas. Me recuperé y comencé a subir un poco; siento que unos cuatro o cuatro y medio”.

-¿Sigues con el ejercicio?
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“Claro, por lo menos dos o tres veces a la semana practico natación y ejercicios en una alberca; además, hago pilates para fortalecer los músculos de la cadera y las piernas”.
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-¿Ya sabes qué tipo de ‘alumbramiento’ será?
“Estoy haciendo lo posible para que sea natural; me encantaría, ojalá que no me hagan cesárea, pues la recuperación es más lenta”.