¡No te levantes tan rápido de la cama! te puede provocar... un infarto

Si acostumbras hacerlo, evítalo, ya que puedes desmayarte y sufrir una caída fatal, o en casos más graves, tener un derrame o un paro cardíaco.

1- DESMAYO: AL DESPERTARTE PUEDES DESVANECERTE Y SUFRIR UNA CAÍDA

A) Al dormir, la sangre se distribuye uniformemente por todo el cuerpo: A esta condición se le llama hipotensión ortostática, que es la incapacidad del cuerpo para regular la presión arterial rápidamente al pararte.

B) Al levantarte rápido, la sangre se concentra en la mitad del cuerpo: Por ello puedes marearte, tener la vista nublada o incluso desmayarte por la falta de riego sanguíneo al cerebro. Si la sensación de mareo es larga, puede ser una insuficiencia cardiaca

C) Al pararte, no llega suficiente sangre a la cabeza: La gravedad hace que la sangre se acumule en las piernas y abdomen, disminuyendo la presión arterial y haciendo que circule menos sangre de regreso a la cabeza.

2- INFARTO: ÉSTE Y LOS DERRAMES CEREBRALES OCURREN PORQUE EL CORAZÓN SE SOBREESFUERZA

Entre las 6 A.M. y las 12 P.M. hay mayor riesgo, porque la sangre es más viscosa; es decir, necesita más oxígeno y los vasos sanguíneos están comprimidos.

Hay mayor secreción de cortisol, lo que hace que una persona sea más vulnerable a sufrir ansiedad y altos niveles de estrés.

Si hay hipertensión arterial, aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares (derrames) y de infarto al miocardio.

3- AMBOS RIESGOS SE INCREMENTAN POR ESTOS FACTORES:

Deshidratación o tener fiebre, vómito, diarrea o por ejercicio extenuante.
Golpe de calor, ya que la sudoración intensa disminuye la presión arterial.
Reposo prolongado, debido a que el cuerpo se debilita y puede padecer hipotensión.
Embarazo, ya que el sistema circulatorio se expande y la presión tiende a bajar.
El alcohol causa efectos en la presión sanguínea y deshidratación.
Uso excesivo de diuréticos como furosemida o por medicamentos vasodilatadores.