Conoce a un verdadero buzo del drenaje profundo

Conoce a un verdadero buzo del drenaje profundo

"Dicen que estoy loco y sí temo morir, pero esto ha sido mi vida".

La inmersiones duran desde 30 minutos hasta 4 horas, depediendo del trabajo que tenga que realizar o si debe reparar algún desperfecto a tientas.

La inmersiones duran desde 30 minutos hasta 4 horas, depediendo del trabajo que tenga que realizar o si debe reparar algún desperfecto a tientas.

/

Esteban Sánchez

La inmersiones duran desde 30 minutos hasta 4 horas, depediendo del trabajo que tenga que realizar o si debe reparar algún desperfecto a tientas.
Esteban Sánchez

Hace 9 años mostramos un singular reportaje donde nos sumergimos” en el gran trabajo que tenían que hacer algunos buzos para mantener funcionando el sistema del drenaje profundo de la Ciudad de México.
Y en casi una década para ellos el avance no llegó. Inlcuso de los 3 integrantes de ese equipo ahora sólo queda uno: el buzo Julio César Cámara, de 50 años, para quien la cantidad de basura que la gente tira sí creció.
-¿Qué ha pasado en estos años?
Se ha incrementado el trabajo porque la basura también es más. No sé si hay mayor número de desperdicios o las personas los tiran a la calle de forma indiscriminada. Antes esta planta de bombeo no tenía basura como ahora, hoy en día hay demasiada y de repente causa muchos problemas y dolor de cabeza”.
-¿Esto en qué afecta?
En que las bombas y los motores se echan a perder porque ahí se atasca la basura. El agua que hay aquí viene con todos estos desechos, pues es lo que tiramos en la calle: bolsas de plástico y botellas de pet, principalmente”.
-¿Cuál es su edad?
Ya cumplí 50 años y de éstos llevo casi 29 en la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica. Ya estoy a casi nada de jubilarme, pero la verdad es que no he pensado en eso, pues me sentiría muy inútil en casa, lo que me gusta es trabajar”.
-¿Cuántas personas forman su equipo?
Como buzo, nada más estoy yo. Trabajo los 365 días del año y estoy listo para cualquier llamado. De los otros 2 buzos que estaban antes, uno se jubiló y el otro se cambió de área de trabajo. Ya son 3 años solo”.
-¿Por qué cree que no hay gente para realizar este trabajo?
Porque el hecho de bucear en aguas negras es muy desagradable para la gente. Hace días platicaba con un chica que se dedica al buceo y me decía que ella podía bucear en cualquier lugar, menos aquí, ya que le daba miedo lo que se pudiera encontrar bajo el agua”.
-¿Cómo es la comunicación con el exterior?
Todo es por medio del cordón umbilical, que son 3 cables que van juntos; uno es el aire que respiro, y el otro la comunicación y la línea de vida. En la superficie se trabaja con una consola donde el tender, quien es mi ayuda afuera, me mantiene informado de todo.
“A él también le pido la herramienta para hacer las reparaciones necesarias. La comunicación con el exterior la puedo perder, pero el aire, no, me moriría. Cuando no podemos comunicarnos, me sacan del agua por seguridad”.
-¿Se ejercita para estar en forma?
Casi todos los días corro, me echo unos 12 kilómetros diarios, además, martes y viernes practicamos en una alberca”.
-¿Cuál es su horario?
De lunes a viernes, de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, pero como pertenezco a una unidad de emergencia, estoy disponible y listo para trabajar las 24 horas si así me lo piden”.
-¿Y cuánto gana?
Mi sueldo base, de servidor público, es de 6 mil pesos mensuales. Saco un poco más gracias a las horas extras. Además, me ayudo con algunos trabajos de carpintería o de herrería que hago”.
-Hace 9 años dijo que un coche fue lo más raro que se había encontrado en las aguas negras, ¿qué más ha visto?
Un horno de microondas, igual y no es tan raro, pero un aparatito de esos fue el culpable de la inundación de algunas colonias que están cerca del aeropuerto el año pasado. Esto taponeó una de las bombas, la quemó y dejó de bombear el agua.
“También me ha tocado sacar alfombras, refrigeradores. Hace como dos semanas hallé una cabeza de cerdo, y estaba muy grande porque ya se había hinchado. Fue impresionante cuando la sentí con mis manos. Al reconocer las cosas con el tacto, hay que tener cuidado, pues me puedo cortar o enterrar algo; igual puede rasgar el traje y dejarme expuesto a una infección letal”.
Síguenos en TwitteryFacebook
También estamos en Google +
JPG

Boton-Google-News

PUBLICIDAD - Estas notas son patrocinadas -