11 razones por las que ver ‘Billy Elliot’ ¡cambiará tu vida!

En el año 2000 la película británica ‘Billy Elliot’ tomó por sorpresa al mundo, pues cautivó a quienes vieron la historia de un niño de 11 años que descubre su pasión por el baile mientras su padre es parte de la huelga de mineros en 1984, una de las más importantes de la historia del Reino Unido.

Cinco años después se adaptó como musical y se estrenó el 11 de mayo en el Victoria Palace Theatre del West End en Londres, donde permaneció 11 años consecutivos en cartelera, con más de 5 millones de espectadores.

En México tenemos la posibilidad de disfrutar de este entrañable musical bajo la producción de Alejandro Gou, que también llegó a los teatros de Broadway, Sidney, Corea del Sur, Noruega, Islandia, Tokio y España.

Ya pudimos disfrutarla, y a continuación te presentamos 11 razones por las que tienes que aprovechar que ‘Billy Elliot’ se encuentra en México, en el Teatro 2 del Centro Cultural, afuera del Metro Cuauhtémoc, de la CDMX.

1. UN ESFUERZO DE AÑOS. Alex Gou estaba detrás de los derechos del musical desde hace 8 años. Tuvo que cumplir con exigentes requisitos, pagar millones, y para recuperar la inversión, el musical debe permanecer en cartelera al menos un año.

2. TALENTO MEXICANO. En el contrato le dijeron al productor que si no encontraba un niño mexicano, debía hallarlo en Madrid o Argentina. Sin embargo, encontraron 5 niños, dos de Veracruz, uno de Mérida, otro de Aguascalientes y uno de la CDMX. Como crecerán, y se planea una temporada larga, hay otros 16 niños preparándose para protagonizar.

3. MESES DE ENSAYOS. Cuando veas ‘Billy Elliot’ quedarás boquiabierto por la perfección de los niños al bailar. Llevan un año ensayando en La Academia Billy Elliot, donde practican a diario ballet, tap, jazz, canto y acrobacia.

4. AL NIVEL DE LONDRES Y BROADWAY. Tuvimos la oportunidad de ver la producción de Londres, y además de que el escenario mexicano es más majestuoso, las actuaciones del protagonista y el ensamble no le piden nada a los actores británicos, así como en la calidad en coreografías, iluminación y orquesta en vivo.

[comments]5. PRECIOS JUSTOS. Mientras hay otras producciones teatrales más caras en la CDMX, el boleto más costoso de ‘Billy Elliot’ es de mil 500 pesos. Después de casi 3 horas de espectáculo, no te sentirás robado y habrás recibido lo justo por tu dinero.[/comments]

6. DA CÁTEDRA DE ACEPTACIÓN DE LA DIVERSIDAD. ‘Billy Elliot’ tiene como mejor amigo a Michael, un chico que le gusta travestirse con ropa de su hermana. El tema de la diversidad sexual es tratado sin prejuicios ni fobias, y aunque Billy tiene claro que no es gay, ama y acepta a su amigo tal como es. (Te encantará el número donde ‘Michael’ y ‘Billy’ bailan juntos).

7. HAY TALENTO DE BROADWAY. David Álvarez da vida a Billy pero como adulto. Fue parte del elenco original de Broadway y ganó un premio Tony por Billy Elliot. El diseño de iluminación corrió a cargo de Jason Kantrowitz, quien trabaja en los teatros neoyorkinos.

8. PRIMEROS ACTORES. El papá de Billy es encarnado por el gran actor Hernán Mendoza. La entrañable abuela es alternada por Norma Lazareno y la adorada Concepción Márquez. Le darás ovación de pie a Anahí Allué en uno de los mejores papeles de su carrera, mientras que Laura Luz, aunque tiene poca participación como la mamá de ‘Billy’, te provocará un nudo en la garganta con tan solo verla caminar en el escenario.

9. MÚSICA DE ELTON JOHN. Las canciones cuentan gran parte de la historia, y por sí mismas, conectan con el público gracias a la letra y melodías. La música es de Elton John, Wayne Hector y Stephen Warbeck.

10. SALDRÁS MOTIVADO. Al ver que a ‘Billy’ le apasiona tanto el baile, te motivará a seguir tus sueños y ser quien realmente eres. Tanta emoción, se contagia.

11. ‘ELECTRICIDAD’ EN EL ESCENARIO. Te garantizamos que durante el primer acto te conmoverás al menos un par de veces. En el segundo acto existe uno de los números más famosos de la historia de los musicales, cuando Billy, en plena audición dice que al bailar siente ‘Electricidad’.