Al padre José de Jesús lo secuestraron y lo embrujaron por difundir la fe católica
Aseguró que estuvo a punto de morir por una extraña bacteria que no le permitía asimilar los alimentos.

Redaccion TvNotas
/Fotos Especial
Con el corazón en la mano, el padre José de Jesús Aguilar nos confesó todo lo que ha tenido que pasar por defender su forma de evangelizar y como gracias a su fe ha podido salir adelante de una inminente muerte, producto de una extraña bacteria.
-Padre, ¿siempre le ha gustado el arte?
“Sí, comencé a actuar desde muy pequeño, cuando tenía 10 años. Siempre me gustaron las artes y cuando estaba más grande me invitaron a ser parte de la compañía de baile de Amalia Mendoza, invitación que rechacé porque ya me encontraba en la disyuntiva de comenzar mi sacerdocio”.
-¿De joven era rebelde?
“Como a todo joven no me gustaba el mundo como estaba, así que fui rebelde ante la autoridad de mis padres, en la escuela, pero me gustaba tocar la guitarra y ayudar a la gente; siempre me ha impactado el sufrimiento de los demás así que me preguntaba qué carrera podía estudiar para ayudar y pensé varias ser maestro, psicólogo, artista en el área plástica y después me enteré por un sacerdote que como padre podía ayudar de muchas maneras porque se toman clases de psicología, derecho”.
-¿Estudió el seminario en el Distrito Federal?
“Sí, en el Seminario Conciliar de México, en él te puedes quedar en la ciudad donde estás estudiando; sólo estuve 4 años fuera del país cuando me fui a Roma. Como te dan vacaciones me fui a Alemania y Francia donde trabajé para para conocer esos países”.
-Padre, usted tiene un gran carisma con la gente...
“Lo que pasa es que mucha gente cree que para ser un buen sacerdote tienes que estar defendiendo tu propia fe y criticando a los que no comulgan con ella. A mi me parece que la fe católica debe ser una propuesta, no una imposición; cuando tu no invades los pensamientos de las personas tienes posibilidades de contactar con ellos, tanto en la fe como en otras cosas, como la sexual.
“Hay muchas personas que critican que tenga acercamientos con grupos lesbicos-gay, pero finalmente se tratan de seres humanos, evidentemente esto hace que mucha gente me siga, pero que también me critiquen porque hay gente de ultra derecha a quienes tampoco les gusta que tenga un programa de radio, que actúe o hable de sexo en los medios de comunicación”.
-¿Y no tiene miedo de algún atentado por parte de esa gente?
“Ya tuve uno, fue un secuestro que duró unos cuantos minutos afortunadamente, porque quienes me llevaban en el automóvil chocaron y me dejaron el carro golpeado”.
-¿Cómo lo secuestraron?
“Estaba trabajando en el campamento ‘2 de Octubre’ construyendo una iglesia y llegaron a preguntarme a qué hora comenzaban los bautismos; en ese momento estaba en mi carro y cuando volteé a ver los horarios una persona abrió la puerta del automóvil y me dio un cachazo, inmediatamente sentí cómo iba derramando sangre por la parte de la nuca y cómo me sentía atarantado por el golpe.
“Lo más tremendo es que escuchaba cómo la gente se iba acercando a la iglesia mientras yo iba oculto en el carro sin saber donde me llevaban, pero estas personas, que evidentemente no conocían bien el lugar, se metieron por callejoncitos de la colonia y como no podían salir se desesperaron y tuvieron que bajarme, después chocaron dejando el automovil ahí, pero evidentemente el secuestro tenía que ver con las cosas que yo decía durante la celebración de la misa, porque así me lo hicieron saber”.
-Su vida ha sido muy intensa...
“Sí, hace poco escribí un libro que se llama ‘Los 365 días para acercarse a Dios’. Ese libro surgió con otros 2 porque el año pasado pensé que estaba a punto de morir pues comencé a adelgazar sin razón aparente”.
-¿Qué fue lo que le pasó?
“Comencé a adelgazar, tenía más de 20 evacuaciones diarias; me hicieron estudios de todo tipo, desde cáncer hasta de Sida, me mandaron a realizarme estudios sobre bacterias y los médicos no encontraron qué era lo que me estaba haciendo daño y por ende no podían combatir el mal.
“Fui con más de 20 médicos, entre ellos el del Papa y con varios especialistas en distintas áreas; bajé 20 kilos en semanas porque las evacuaciones eran día y noche, por lo que estuve tentado a no salir de mi casa por miedo a tenerlas en el tráfico, pero no lo hice, pues pensé que mucho era mental y comencé a escribir los libros y le pedí a Dios que me ayudara a terminarlos y que después de escribirlos sí quería, me podía llevar”.
-¿Algún doctor encontró qué era lo que lo tenía mal?
“Afortunadamente encontré a un médico de medicina cuántica y este doctor a través de electrodos me detuvo el bajar de peso y las evacuaciones; el diagnóstico fue que hubo algo que me hizo alérgico a los alimentos, entonces mi estómago empezó a ver a los alimentos como algo negativo y por eso los comenzó a atacar... Una enfermedad algo rara, algunas personas comenzaron a pensar que eran envidias, que había gente que me quería hacer daño porque he hablado en contra de la santería, en contra de grupos como ‘Pare de sufrir’ o de la Santa Muerte y pues me decían ‘padre esta gente también puede hacer cosas en contra de usted’”.
-¿Como brujería?
“Sí, ahorita estoy estable, me estoy recuperando poco a poco y con una filosofía distinta porque cuando sabes que te vas a morir o piensas que te vas a morir, como que gozas más la vida, haces las cosas que no hiciste”.
-¿Le hubiera gustado casarse?
“Sí, me imaginó que una de las cosas más bonitas ha de ser llegar a tu casa y que te pregunten cómo te fue en el día, porque como sacerdote tienes que vencer a la soledad”, finalizó.
Síguenos en Twitter y Facebook
También estamos en Google +
AR