Anette Cuburu aún desea encontrar un gran amor ¡que dure para siempre!

En la intimidad de su hogar, platicamos con Anette Cuburu, de 40 años, acerca de lo difícil que fue superar el divorcio que tuvo con Alejandro, un importante ejecutivo de una televisora, pues nunca imaginó que pasaría por una situación así. Además, nos abrió su corazón, y contó lo complicado que fueron esos cinco años durante los cuales intentó quedar nuevamente embarazada, así como su deseo de encontrar el amor de un hombre que esté a la altura de sus hijos, y de ser así, hasta se volvería a casar y a tener un cuarto bebé.
-¿Querías tener tres hijos?
Tenía 7 años y decía: ‘cuando me case voy a tener una niña que se llame como yo, y unos cuates, niño y niña’. Lo que son las cosas, así pasó, estaba más decretado que nada”.
-Después de estar casada por ocho años, ¿es difícil ser madre soltera?
Sí, porque nunca piensas que te puede pasar a ti, una se casa pensando que es para toda la vida. De pronto me tocó un paquete sola y fue muy complicado, pero todo vale la pena. A veces digo: ‘qué fregona soy’, pues ya pasaron cuatro años de mi separación; aunque muchas veces me senté a llorar, porque para mí era demasiado”.
-¿Fue difícil superar el divorcio?
Pese a que ya tiene cuatro años de eso, es un dolor con el que he aprendido a vivir y nunca se me va a quitar. Creo que es el dolor más fuerte que he tenido en mi vida”.
ESTA FAMOSA SE DIVORCIÓ Y SE QUEDÓ SIN TRABAJO
-Cuando llegas a casa, ¿de repente te hace falta la presencia de un hombre?
“Sí, porque cuando no estoy con mis hijos, claro que me llega esa soledad, pero cuando sé que estoy con alguien que no es el indicado, prefiero seguir como su amiga. No me gusta el conflicto, que se metan en mi vida, por eso no opino de nadie ni de nada, me mantengo al margen de las cosas”.
-Por último, ¿has pensado en volverte a casar si te llega el amor?
Si llegara el hombre adecuado, seguro volvería a hacerlo, mi sueño siempre ha sido tener una familia y que sea para siempre. No me iría a vivir a la casa de nadie o que se quedara en la mía si no estamos casados; es un mal ejemplo para mis hijos. Al rato ellos podrían echármelo en cara, y decirme que se van con alguien porque su mamá lo hizo, ¡no!, me desmayo”, finalizó.
RJ