Earth, Wind & Fire conquistó México

Earth, Wind & Fire conquistó México

Devolvieron el ambiente de la música disco al Auditorio Nacional.

Verdine White de Earth, Wind & Fire

Verdine White de Earth, Wind & Fire

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Clasos

Verdine White de Earth, Wind & Fire
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El ambiente que imperaba en las discotecas de la década de los años 70 regresó al Auditorio Nacional de la Ciudad de México, gracias a la colosal actuación de la banda estadunidense Earth, Wind & Fire.
A pesar de la ausencia del vocalista fundador Maurice White, su hermano Verdine, así como Philip Bailey y Ralph Johnson, junto con otros nueve músicos revivieron los años de júbilo de una generación que, soñadora, lució sus mejores pasos al ritmo de los 21 temas que componen el 40th Anniversary World Tour.
Por los pasillos del recinto desfilaron en su mayoría veteranos de la música disco y jóvenes deseosos de vivir algunos minutos de lo que fue aquella época, en la que las luces y los atuendos extravagantes dominaron las noches de parranda en diferentes partes del mundo.
Sin hacer esperar más a su público impaciente, la agrupación desató de inmediato la energía mediante el ritmo de ‘Boogie wonderland’, la cual no ofreció tregua alguna, ya que dio paso fugaz a ‘Sing a son’, ‘Shining star’ y ‘Getaway’.
La feria instrumental continuó con “Brazilian rhyme”, que al concluir brindó la oportunidad de presentar a cada uno de los 12 músicos sobre el entarimado del Auditorio Nacional, quienes agradecieron el apoyo de sus fieles durante esta celebración de los 40 años de trayectoria.
El romanticismo llegó con ‘That’s the way of the world’, ‘Devotion’, ‘Love’s holiday’, ‘Can’t hide love’ y ‘After love is gone’, en esta última los tres músicos fundadores brindaron un ambiente más íntimo recitando toda la lírica sentados sobre unos bancos de madera.
Ya con los ánimos por los cielos, Earth, Wind & Fire compensó el apoyo recibido durante 120 minutos, con la interpretación de los clásicos ‘September’, ‘Let’s groove’ y ‘Mighty, mighty’, en las cuales Verdine White fue víctima de la euforia y se despojó de su camisa, mientras que Johnson repartió sus baquetas entre el público.
“Los amamos Ciudad de México”, concluyó Bailey junto a sus compañeros de banda, para rendirse a los pies de su auditorio, que tuvo la dicha de retroceder, en pleno siglo XXI, al tiempo de la música disco durante el primer concierto que los estadunidenses ofrecieron en la capital mexicana.
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JR

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