Angélica Rivera rejuvenece más que sus hijas a base de cirugías

Tras dejar su labor como primera dama a finales de 2018 y separarse del expresidente de México en mayo de 2019, Angélica Rivera, de 53, ha optado por mantenerse alejada del ojo público; pero ha sorprendido que desde 2020, cuando sube fotos a sus redes, luce cada vez más joven, siendo su última aparición hace dos fines de semana en un evento de una lujosa marca de ropa que se realizó en Miami, Florida, en donde ella y su hija Sofía, de 26, lucieron rostros totalmente modificados. Uno de sus maquillistas nos reveló que ambas se han obsesionado con procedimientos estéticos:

“Angélica ya es otra; cada vez que la veo, luce más joven; pero no es de a gratis, su dinero le ha costado, cada seis meses va con su cirujano para ver qué le quitan y qué le ponen. Tiene una obsesión por lucir perfecta, pero la verdad es que ella y su hija Sofía han exagerado con los arreglos estéticos, incluso han llegado a quedar todas moreteadas tras aplicarse bótox o ácido hialurónico, y hasta con los ojos hinchados, lo cual con el tiempo se les quita; la belleza cuesta, ellas lo saben y no les importa con tal de hacerse sus arreglitos”.

“Sí, fue un evento muy importante de una lujosa marca, y como ellas pretenden seguir perteneciendo al jet-set, codeándose con hijos de presidentes y empresarios multimillonarios, quisieron lucir mejor que nunca y se fueron a dar su arregladita con un cirujano colombiano que las atiende en Miami, porque aquí en México las atiende el cirujano, Raúl López Infante. Se inyectaron bótox y ácido hialurónico en varias partes de la cara para lucir más frescas, Sofía también se colocó ácido en los labios para hacerlos más gruesos, lo cual se nota en las fotos”.

“Es lo que todos le decimos, que deje de inyectarse, pero ella es feliz haciéndolo; está obsesionada con verse lo mejor posible, busca lucir como los filtros de redes. En sesiones de maquillaje hemos escuchado cuando Angélica le dice a Sofía que ya hace falta ir con el médico para un retoque de bótox, o Sofía le dice a su mamá. Ambas se han hecho adictas a todo tipo de procedimientos estéticos y operaciones, pero de tanto que se están metiendo en la cara, están perdiendo sus facciones y hasta su gesticulación”.

“Pues a que en una ocasión, mientras maquillábamos a Angélica, le notamos paralizada la boca; cuando se ríe, ya no se ve natural, ya tiene una sonrisa muy acartonada, al igual la mirada; se inyecta tanto bótox y ácido hialurónico para quitarse las patas de gallo y las ojeras, que ya perdió la mirada natural, se le ve rara, los ojos los tiene más separados y sin expresión”.

“De Sofía, ni hablar, ha perdido totalmente la naturalidad y frescura de su rostro, su boca se ve como de muñeca. Entre hilos tensores, dientes postizos, bótox, ácido hialurónico y lipoesculturas faciales, ya están totalmente cambiadas”.

“Angélica se niega a envejecer, quiere regresar a la televisión este 2023, pero como protagonista, y no con el papel de la mamá o la tía. Asegura que aunque tenga 60 o 70 años, buscará todas las opciones posibles para verse joven; dice que jamás dejará de teñirse el cabello, que no quiere que la vean con canas como a su excuñada, Verónica Castro, que ella jamás aparecería así públicamente”.

“Angélica se estiró la cara y se quitó papada en 2019, y en 2020 se volvió a retocar la nariz para afilársela. Mientras que Sofía se hizo rinoplastia, lipoescultura facial, para eliminar depósitos de grasa de determinadas áreas de la cara; y se realizó un tratamiento llamado foxy eyes, el cual se hace con hilos tensores reabsorbibles que se colocan en los ojos para jalarlos y, según sé, el efecto dura como dieciocho meses. Se quitó las bolsas de Bichat para lucir menos cachetona, porque dice que en todas las fotos luce redonda de la cara y eso no le gusta; incluso, Sofía quiere resaltar más sus curvas, porque dice que casi no tiene”.

“Angélica y su cirujano ya le dijeron que no lo necesita, que si lo hace, se vería desproporcionado su cuerpo, porque ella es muy flaquita y se vería muy exagerado, pero Sofía está encaprichada en perfeccionar su cuerpo, y es probable que lo haga”.

“Quiere seguir las modas que ve en redes, es impresionante cómo gastan miles de pesos al año, con tal de verse como ellas quieren. Este tipo de tratamientos de bótox y ácido hialurónico te los tienes que inyectar al menos cada seis meses, porque es lo que dura el efecto tensor; pero en su caso, no son solo tratamientos estéticos, sino que ya llevan infinidad de cirugías, y no solo ella...”.

“Porque su otra hija, Fernanda, quien es cantante, también ha pasado por el quirófano, en julio de 2021 anunció su debut en la música, y antes de lanzarse se arregló la nariz; según ella, la tenía aguileña, así que no dudó en arreglársela; además se quitó las bolsas de Bichat para afilarse las mejillas, y solo tiene 23 años, aunque pese a las dos intervenciones que se hizo, ella aún luce más natural”.

“Sí, recordemos que Fernanda debutó el año pasado, interpretando el tema principal de la telenovela que produjo su padre (José Alberto El Güero Castro), ‘La desalmada’, por eso también ya empezó con sus arreglitos; ojalá no caiga en la obsesión de su madre y hermana mayor, pareciera que quieren convertirse en las Kardashians mexicanas”, concluyó.