Martha Figueroa: “Soy gran aficionada al sexo ¡es uno de mis grandes placeres!”

Es bien sabido que Martha Figueroa, de 50 años, es de las pocas periodistas que no se quedan calladas, pues si algo la ha caracterizado, como ella dice, es que le gusta el chisme y el argüende. Desde pequeña supo que lo suyo era comunicar, así que decidió ser periodista y, por ser muy apasionada en su profesión, le cuesta trabajo hacer verdaderos amigos.

Platicamos con ella y nos contó de su infancia, sus amores, su paso por Ventaneando, de cómo se siente al formar parte del programa Hoy, y nos habló hasta ¡de sexo!

-Martha, ¿siempre quisiste ser periodista?

“Así es, quizá desde que tenía 6 o 7 años me di cuenta de que lo mío era el periodismo. En algún momento, también quise ser sobrecargo, porque quería viajar y se me hacía la manera más fácil de hacerlo, y lo mejor, ¡sin pagar! Ahora que veo pasar a las señoritas con su carrito, no se me antoja”.

-¿Dónde estudiaste?

“En la Carlos Septién García (en la CDMX). Al principio quise ser corresponsal de guerra, pero cuando vi el primer muerto ¡salí corriendo! Mi onda era irme a noticiarios y nunca se me hizo. Siempre supe que lo mío era comunicar, toda historia que me llegaba, la convertía en una anécdota”.

-¿Cómo te defines?
“Soy una oveja con piel de lobo. Cuando entro a trabajar a un lado con personas que no me conocen, llegan asustadas porque piensan que soy horrible, y esto se debe a que tengo una imagen terrible, pero la verdad es que soy una persona ¡a toda mad%&!”.

-¿Quién te dio tu primera oportunidad de ser periodista?

“Empecé en Revista de revistas, de Excélsior, entrevistando a varios políticos”.

-¿Y cómo llegas a la televisión?

“Por curiosidad. Yo trabajaba en FM Globo y tuve un programa de radio donde criticábamos mucho a Raúl Velasco (q.e.p.d.). En una ocasión dijimos algo de él y nos llamaron de su oficina que porque el señor quería hablar con nosotros. Tiempo después, entré a trabajar con don Raúl en Siempre en domingo, pues me ofreció un puesto. Me iba muy bien, y con el sueldo que me daban pagaba mi renta, me compré un vochito azul marino, y les mandaba dinero a mis padres”.

Martha nos contó que rompió relación con Pati Chapoy cuando salió de ‘Ventaneando’, programa del que salió después de 3 años porque no se llevaban bien.

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Ventaneando fue un trabajo extraordinario. El éxito fue fuera de serie y nos costó trabajo entenderlo, perdimos el piso”.

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-¿Todos lo perdieron?

“Desde luego que los cuatro perdimos el piso, fue una locura, y lo fue tanto, que después todos los periodistas de espectáculos querían ser como nosotros y hasta la fecha lo siguen haciendo”.

-¿Cuándo comenzaron a surgir los problemas?

“Cuando Pati Chapoy empezó a sentirse demasiado celosa con nosotros. De pronto, cuando salíamos a la calle, la gente se nos acercaba mucho, a Juan José Origel y a mí, y nos trataba diferente. Tal vez porque éramos los más atrevidos, los más picantes. Al principio, la señora no era muy valiente y nos aventaba a nosotros para que ella no dijera las cosas fuertes”.

-¿Los aventaba a ustedes?

“Así es, nos obligaba a decir lo que no quería comunicar, para no meterse en problemas. Nosotros, al principio, nos aventábamos, hasta que dijimos: ‘no, que se meta en broncas ella, nosotros por qué’, y empezamos a rebelarnos un poco, Origel y yo”.

-¿Su relación en qué momento se rompe?

“Cuando me regañaba por llegar tarde, que no había hecho la nota como ella quería, que me había ido al Mundial de Francia 98 y no le había traído notas. No le pareció que acudiera, y esperaba que me fuera mal para verme llegar apachurrada, pero me fue padrísimo. En ese momento, gracias al éxito que tuve, los ejecutivos de Azteca me comunicaron que Ventaneando ya no era un programa para mí y que me iban a dar un espacio sola, pero después me vetaron”.

-¿La has vuelto a ver?

“Hace poco nos topamos en el teatro y al verme me abrazó, me preguntó que cómo estaba y aseguró que le daba gusto verme. Yo la quería y la dejé de querer, por eso si la veo la saludo y ya, no soy una persona complicada”.

¿En el programa Hoy cómo te sientes?

“Contenta. Dios ha sido bastante generoso conmigo, aunque hubo un tiempo en el que estaba muy gorda. Estaba en 82 kilos, ahorita tengo 50. La verdad no me gusta la alimentación sana ni voy al gimnasio, como normal”.

-Pero te ves bien...

“Sí, me hice una operación bariátrica (banda gástrica) y me ha funcionado”.

-¿Qué te haría falta?

“Me gustaría tener una pareja, pero ya dejé de buscarla”.

-¿Tu hombre ideal cómo sería?
“Que tenga buen sentido del humor y sea decente”.

-¿Y el sexo?
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Me encanta. Soy gran aficionada al sexo, me gusta muchísimo. Es uno de mis grandes placeres”.
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-Si no tienes pareja, ¿cómo le haces?

“Pues tengo a mi pareja para tener sexo”.

¿Amiguitos cariñosos?

“No, mi pareja para tener sexo; amiguito cariñoso suena como a quinceañera caliente y no lo soy. Tengo sexo con toda la responsabilidad de una persona de mi edad y con el mismo compañero”.

RJ