Salvador Pineda realizó polémicas declaraciones: ''Fumo mota y a veces tomo Viagra’’

Con su peculiar sentido del humor y su controvertida manera de ver la vida, Salvador Pineda, de 61 años, quien interpreta a un detective pri-vado en la obra de teatro ‘Extraños en un tren’, nos reveló sus secretos más íntimos. Habló desde su sexualidad y su sentido de la paternidad, hasta lo que piensa del paso de los años, pues asegura que el tiempo ya le cobró la factura y la vejez está haciendo estragos en su físico, el cual lo convirtió en un símbolo sexual durante la década de los 80.
¿Ha consumido drogas?
“No, bueno, mota sí. De hecho, hasta la fecha le entro. La palabra droga es tan despectiva. Todos somos drogadictos, desde que naces te meten la primera droga. Así que no llamen drogadicto a nadie porque todos lo somos”.
¿Cómo está de salud?
“Fui a consultar a un iridólogo, que es el que te lee el iris, y me dijo que estoy un poco afectado porque ya no tengo vesícula, apéndice, parte del colon... Me han cortado muchas cosas menos los ‘efectivos’, porque donde me los corten, me decapito. Un día se me hinchó tremenda- mente un pie y un amigo que es médico me dijo que tenía gota exceso de ácido úrico. Esto me sucedió porque cuando viajé a Argentina comí mucha carne, me atasqué de carne, animal y humana, ja ja ja. Andrés García y yo nos dimos vuelo por allá".
¿De verdad las compartían?
“Sí, platicábamos cuántas tenía cada uno y nos las pasábamos. Las llevábamos a buenos lugares y las tratábamos como princesas. García más que yo, porque él tenía más billete, yo nunca supe cobrar como él”.
Ahora que habla de sus amor, ¿Hubo romance con Lucía Méndez?
“Esa pregunta me da hueva. Ella es muy amiga mía. No hubo romance, solo una noche de pasión, como con otras mujeres”.
¿Alguna vez explotó el cuerpazo que tenía por dinero?
“No, por pend… Si no no estaría aquí, tendría casa en las Lomas. Yo solo hacía el amor con mujeres que me gustaban. Varias me ofrecieron cosas, pero no acepté nada”.
¿Cómo está su deseo sexual?
“Todavía sostengo relaciones sexuales. Aunque no siempre, tomo Viagra, pues a mis 61 años ya no tengo la capacidad de antes”.
¿Cómo disfrutará el resto de su vida?
“No la disfruto, que venga como tiene que venir”.
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