Susana Zabaleta teme a la cirugía plástica, ¡pero sé que me la tendré que hacer!

Susana Zabaleta teme a la cirugía plástica, ¡pero sé que me la tendré que hacer!

"Qué miedo perder la expresión y que no me pelen cuando esté enojada o alegre”.

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FOTOS: CÉSAR CONTRERAS

FOTOS: CÉSAR CONTRERAS

Susana Zabaleta, originaria de Monclova, Coahuila, nació el 30 de septiembre de 1964, en el seno de una familia muy tradicionalista, en la que sus padres, don Alfonso Zabaleta y doña Enriqueta Ramos, criaron a cuatro hijos: Alfonso, Susana, Enrique y Gabriela.

En entrevista, nos dio muestra de que se siente una mujer plena y disfruta de su vida familiar; y que en el amor, pese a que vivió una separación luego de 22 años de matrimonio con el cineasta Daniel Gruener, el tiempo la ayudó a reencontrarse.

Nos habló de la menopausia, de su metamorfosis de chica de provincia a mujer consolidada en la actuación, del orgasmo femenino y de la vanidad…

-¿Te harías una cirugía plástica?
Me da muchísimo miedo, pero sé que en algún momento me la tendré que hacer; no quiero tener cara de almohada ríe. Qué miedo perder la expresión y que no me pelen cuando esté enojada o alegre”.

¿Te sientes presionada a hacerlo porque eres artista y debes cuidar tu cara?
“No, lo que me da miedo es pensar como piensan las demás ríe, y yo no soy así. He visto caras de bellísimas actrices que acaban deformadas. No sé si sea vanidad o prolongar algo que ya no es, pero entenderlo esta cañón, porque el tiempo no te avisa y pasa. No por andar con alguien más joven, ya te ves joven, ¡no! Mi pareja tiene la edad que tiene 36 y yo la que tengo 51, y aunque anduviera con alguien más viejo, no me voy a ver más chica”.

-Tuviste un matrimonio de más de 22 años y se acabó, te quedaste sola en tu casa, ¿cómo te reencontraste?
“Con el tiempo, pero les aconsejaríaa las mujeres que nunca den por hecho nada. Eso me pasó a mí; di por hecho que tenía la mejor familia y la mejor casa y marido el cineasta Daniel Gruener, de quien se separó hace tres años. Creí que no iba a pasar nada, que le pasaría a todos menos a mí, y me pasó. Mi pareja decidió que ya no quería estar conmigo. Les recomiendo estar preparadas, porque no es bonito cambiar tu vida de repente; hay que tener un plan B, y yo ahora lo hago”.
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RJ

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