Paola Schietekat vive una pesadilla, pues de ser víctima de abuso ahora es enjuiciada

Una terrible pesadilla está viviendo la economista y antropóloga mexicana Paola Schietekat, de 28, quien desde 2020 vivía sola en Qatar, donde cumplía su sueño de trabajar en la organización del próximo Mundial de futbol; pero todo se derrumbó en junio de 2021 cuando fue víctima de abuso, lo cual denunció sin saber que las autoridades de aquel país la acusarían a ella de tener relaciones extramaritales, lo cual consideran delito y por eso sería sentenciada a siete años de cárcel y 100 latigazos. El caso sigue, pero la joven ya pudo regresar a México y por medio de la carta titulada: ‘Un mundo que parece odiar a las mujeres’, publicada el pasado 8 de febrero en la columna del periodista Julio Astillero, dio a conocer su caso. Aquí te lo contamos.

En su carta, Paola explica que Doha, Qatar, donde residía, es considerada una de las ciudades más seguras del mundo, por lo que la gente acostumbra a dejar su puerta sin seguro.

Pese a esa supuesta seguridad, la noche del 6 junio del año pasado, un hombre de nacionalidad colombiana, a quien ella consideraba su amigo, entró a su habitación mientras dormía y abusó de ella. “Después de un forcejeo breve, pues su fuerza sobrepasaba la mía, terminé en el piso. Horas después me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda”.

Al día siguiente, el 7 de junio, fue a que la revisaran para contar con un certificado médico y, una vez teniéndolo, acudió con el cónsul de México en Qatar (en ese entonces Luis Ancona) y fueron a la policía a denunciar.

El interrogatorio fue en árabe y Paola trató de explicar la situación con su limitado manejo del idioma, pero denuncia que el cónsul mexicano tampoco sabía árabe y además desconocía las leyes de Qatar.

A las 9 de la noche le llamó la policía para que regresara a la estación, o de lo contrario su denuncia sería descartada. Ahí estaba su agresor y se enfrentó a tres horas de interrogatorio: “En cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón, yo había pasado a ser la acusada”.

El agresor argumentó que eran novios, por lo que ella tendría que demostrar lo contrario: “Me aseguraron que no había cargos, pero me exigieron mi celular para verificar que no hubiera una relación romántica con mi agresor”. Entonces la policía refirió el caso a la fiscalía pública, y desafortunadamente su abogada casi ni habló para defenderla, por lo que la acusaron de tener una relación extramarital, a lo que se considera que ella violó las leyes y podría ser condenada a siete años de prisión y cien latigazos, si fuera declarada culpable.

Paola refiere que el Comité Supremo de Qatar, donde trabajaba en la organización del Mundial, le ayudó a regresar a México, ya que tanto el cónsul como la embajada se deslindaron del caso. La joven llegó a nuestro país el 26 de julio de 2021.

Tiempo después recibió un expediente con noticias decepcionantes: “Mi agresor fue absuelto porque, a pesar del informe médico, no había cámaras que apuntaran directamente a la puerta del departamento, así que no había forma de constatar que la agresión sucedió”. Pero los cargos contra Paola siguen vigentes, e indignada, señala: “Para cerrar el caso que el Estado de Qatar abrió en mi contra, solo debía casarme con mi agresor”, porque así lo dicta la legislación qatarí; sin embargo, no se casó.

El agresor salió de Qatar en diciembre pasado y el proceso de Paola sigue. Tras la publicación de su carta, que fue retomada por varios medios de comunicación, hace unos días ella declaró para Radio Fórmula: “El pasado 14 de febrero fue la segunda audiencia, pero no me representó nadie. Se aplazó, la embajada tiene la obligación de asumir mi representación y no ocurrió, será el 6 de marzo”.

Finalmente, el pasado 18 de febrero logró reunirse con el canciller Marcelo Ebrard, quien aseguró que Paola recibirá el apoyo del mejor abogado; se sabe que este defensor será el consultor jurídico, Alejandro Celorio Alcántara. Mientras tanto, el sueño de Paola se esfumó: “Ese sueño no me lo arrebató solamente el agresor, sino la malicia de un sistema judicial arcaico y la negligencia de un servicio exterior poco preparado”, sentenció la joven.