Conoce la increíble verdad del video ‘Obedece a la Morsa’

Diez años después de su éxito en YouTube, el memorable video ‘Obedece a la Morsa’ nuevamente ha saltado a la luz, no para intentar reclutar a una secta de asesinos o para aterrorizar con la aparición paranormal de su espeluznante protagonista. Más bien ha resurgido para explicar la verdadera historia de la bailarina que escabrosamente se acercaba a la cámara.

Se trata de Johnnie Baima, mejor conocido en el mundo travesti como Sandie Crisp y que sus secuelas de la enfermedad de polio, es el mal menor de todo lo desafortunada que ha sido su larga vida.

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Johnnie nació en Estados Unidos en 1960, pero a los 2 años llegó a orfanatos en los que vivió gran parte de su infancia, y donde comenzó a ser abusado sexualmente sin que aún pueda recuperarse totalmente. Tiempo después le vendría la polio que fue mal tratada provocando que su cuerpo quedara gravemente afectado.

Como todo niño diferente, Baima fue cruelmente rechazado hasta que llegó al bajo mundo de Hollywood donde encontró el apoyo y afecto necesario para iniciar una carrera como cantante y más tarde, en los 80 se declararía abiertamente homosexual.

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Tras la muerte de su esposo, Johnnie se volvió travesti y se cambió su nombre al de Sandie Crisp; desde entonces se convirtió en un ícono de la cultura trans de California, donde adoptó el apodo de ‘The Goodess Bunny’.

Actualmente, Sandie Crisp tiene 57 años y debido a su condición tiene que transportarse en silla de ruedas, y aunque sigue activa cada vez es más notable su ausencia en eventos importantes de la comunidad LGBT.

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Quizá ahora ‘Obedece a la Morsa’, un video en el que una bailarina con polio muestra sus dotes en el tap, jamás vuelva a ser visto igual.

AMM