Cristales impecables
Para acabar rápidamente con el polvo de las ventanas y dejarlas relucientes, sólo añade un puñado de sal a 1/2 litro de agua, humedece una esponja con el preparado y desliza sobre las superficies de cristal; enseguida pasa papel periódico y ¡listo!, serás la envidia de tus vecinas.
