Luis Miguel y Paloma Cuevas ya no esconden su romance y se dan su primer beso en público
Luis Miguel y su nueva novia por fin se dan su primer beso en público, confirmando así lo evidente.

Luis Miguel y Paloma Cuevas.
/Instagram: Luis Miguel/El Gordo y la Flaca
- El cantante y Paloma Cuevas estuvieron de vacaciones en España.
Tras varios meses de dimes y diretes acerca de su romance, Luis Miguel y su nueva novia, Paloma Cuevas, por fin son captados en medio de un apasionado beso durante sus vacaciones de Semana Santa, en Marbella.
De acuerdo con la edición más reciente de la revista ‘Semana’, el momento romántico se dio durante una cena junto a sus familiares y amigos cerca de ‘La Zalagueta’, una urbanización de Marbella, España.
En dichas imágenes, se puede ver cómo el cantante comienza a actuar de forma cariñosa con Cuevas, quien le respondió con un romántico beso en el restaurante Nobu, en donde disfrutaron la compañía de la exreina de belleza española, Remedios Cervantes.
Cabe destacar que la mencionada revista ya había revelado que los novios se habían ido de vacaciones con las hijas de ella, con motivo de las celebraciones relacionadas con la Semana Santa.
Aunque su relación ya era más que evidente, ambos quisieron mantener romance el privado hasta ahora, donde no solo se confirma lo que ya se sabía, sino que también es un paso más a la posible formalización del noviazgo.
El nuevo nido de amor de la pareja
Hace unos meses, se dijo que Luis Miguel había comprado una propiedad de Marbella, con un valor de 10 millones de euros, pues, al parecer, quería pasar más tiempo a lado de Paloma.
“Una fuente muy confiable vio entrar al Sol de México en compañía de su nueva novia, Paloma Cuevas, entrando a esta especie de condominio. La casa donde está viviendo Luis Miguel tiene cerca de 9 mil pies cuadrados (2 mil 744 metros), de los cuales 4 mil 500 están construidos al estilo mediterráneo, con grandes ventanales”, indicó el paparazzi Jordi Martin hace poco.
De acuerdo con Martin, la seguridad del lugar es muy fuerte, pues ni los reporteros podrían entrar sin autorización: “Los paparazzis, como yo, nos morimos de hambre porque no hay quien se pueda colar en este reservado”, aseveró.