Por rebasar la edad límite del banco para tener una tarjeta ¡casi se queda sin pensión!

Por rebasar la edad límite del banco para tener una tarjeta ¡casi se queda sin pensión!

Tiene 116 años y en el banco sólo las dan hasta los 110 años.

Por rebasar la edad límite del banco para tener una tarjeta ¡casi se queda sin pensión!

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Fotos: Enrique Ordóñez

Por rebasar la edad límite del banco para tener una tarjeta ¡casi se queda sin pensión!
Fotos: Enrique Ordóñez

Tiene 116 años y en el banco sólo las dan hasta los 110 años.

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Doña María Félix Nava nació el 20 de julio de 1900, es originaria de Huejúcar, Zacatecas, y a los 7 años quedó huérfana. Ahora, a sus casi 117, ya no ve bien y usa bastón, sin embargo, nunca se ha enfermado de nada grave; aunque recientemente sufrió durante cuatro meses para cobrar la ayuda mensual que le da el gobierno, pues no podía renovar la tarjeta de débito de la cuenta donde le depositan su pensión, ¡por rebasar el límite de edad que maneja el banco!

-¿Cuál fue el problema con el banco?

“Fui con mi hija al banco cuando se me venció mi tarjeta y la fui a renovar, me dijeron que no era posible porque yo ya rebasaba los 110 años, ése era el máximo de edad permitida para entregar tarjetas y por eso no pude cobrar los mil 200 pesos mensuales que me dan; fueron cuatro pagos los que no me habían depositado”.

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-¿Y qué pasó después?

“Ya me había resignado, pero entonces, hace unos días, vino de visita una reportera, le platicamos qué había pasado, salió en los periódicos y, al otro día de que se publicó la nota, vino un señor a disculparse, que ‘no sabía nada’, decía. Me renovaron mi tarjeta y me reembolsaron los cuatro meses de pensión que no había podido cobrar”.

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-¿Y su sustento lo tuvo que sacar de su mesita de dulces?

“Sí, aunque hay días en los que no vendo más de 20 pesos, pero si Dios eso me da, eso ocupo. Para vivir, nos apoya uno de mis nietos, y la pensión, que gasto en mi comida, porque ni medicamentos uso, estoy sana”.

- Está muy bien conservada...

“Mis secretos para estar sana y no acabarme son no hacer corajes y abrir una cervecita antes de dormir y tomármela de golpe en la mañana. Si un día haces un coraje, no te pelees con la vida, platica con alguien, tómate un vaso de agua con limón y acuéstate. Así te sientes tranquilo”, finalizó.

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