Presos de la moda, ¡de las cárceles de México a boutiques de lujo!

Tener habilidades para tatuar nunca fue tan valioso dentro de una prisión hasta que un exrecluso descubrió que en las cárceles había talento y se podría convertir en un empleo.
El español Jorge Cueto, llegó hace más de dos años y medio al penal de Puente Grande, acusado de cometer fraude en una empresa para la cual ya no laboraba; ahí nació la idea de convertir la habilidad del tatuaje en un taller de bolsas de alta moda como un empleo estable para los internos de diversas cárceles de México.
Con el tiempo, esta labor se convirtió en la fundación Prison Art, la cual cuenta actualmente con 6 tiendas en México, donde se venden las piezas de internos de al menos 8 reclusorios ubicados en todo el país.
-Jorge, ¿cómo surgió este proyecto?
No fue algo planeado, se fue desarrollando dentro del penal de Puente Grande, donde estuve preso durante 11 meses. Ahí me di cuenta de las necesidades de los internos, pero no me esperaba que se convirtiera en un proyecto, sólo quería salir de la cárcel, antes que cualquier otra cosa”.
-¿Ahí comenzó la relación con los tatuadores?
Sí, un día vi a un cuate tatuando su propia piel y le propuse tatuar piel de animales, de ahí sacamos la primera mariconera, una bolsa para hombre que usé dentro del penal porque ahí tienes que llevar tus cosas siempre contigo. Con esa pieza comenzamos a producir más, a varios les fue interesando y se sumaron a esta actividad”.
-¿Las vendías cuando estabas adentro de la cárcel?
No, los familiares me ayudaban a enviarlas en paquetería a la Ciudad de México y me las guardaban, hasta que salí y abrí la primera tienda, con el fin de empezar a venderlas.
-¿Y cuándo fue que tomó forma?
En el momento en que salí libre porque adentro del penal no tenía claridad de cómo lo haríamos. Metí este proyecto a un concurso convocado por la Universidad Iberoamericana llamado Fortalece, una fundación que se dedica a fortalecer otros proyectos sociales, entonces ganamos y nos dieron todo el apoyo para constituir este proyecto como una fundación”.
AMM