Carlos Guerrero Warrior, ¡se estrena como papá!: “Es una fortuna, un privilegio y bendición”

El comentarista deportivo, Carlos Guerrero, mejor conocido como Warrior, de 43 años, está más feliz que nunca, porque hace unos días se convirtió por primera vez en papá con la llegada de su hijo José Pablo, fruto de su amor con Gisela Muñoz, de 32.

Platicamos con él y nos confesó su sentir, pues nos compartió que considera que ahora tiene un motivo más para ser mejor persona:

-Carlos, ¿cómo te sientes ahora que ya nació tu bebé?
“Muy feliz, todo ha resultado más bonito de lo que me imaginé, en el entendido de que esto sería algo espectacular y muy especial, pero ha sido diez veces más bonito y especial. Normalmente, todos te platican que la llegada de un bebé es una gran bendición, y yo creo que debe existir una palabra más grande que esa para describir lo que uno siente”.

“Es una sensación indescriptible, hay nerviosismo, pero no puedes ser quien más nervioso esté, cuando la madre está ahí en el quirófano expuesta a todo, vulnerable, y uno busca transmitirle confianza y tranquilidad. Y cuando me entregaron a José Pablo y corté el cordón, fue como el banderazo oficial de una nueva etapa, la llegada de una vida, la felicidad plena, el estado más puro de un ser humano, eso se agradece y mucho”.

-Ya cuando lo tuviste en tus brazos, ¿qué sentiste?
“Cuando lo tienes entre tus brazos, lo hueles, lo reconoces, lo sientes y lo sabes tuyo... es una conexión entre corazón y cabeza, y es algo de la naturaleza. Pensé que sería algo muy bonito, pero resultó ser algo todavía mil veces mejor. Es una fortuna, un privilegio y bendición; ahí es cuando te das cuenta de que vale mucho la pena vivir, esforzarte y tener a tu pareja, y de alguna manera tener ese punto cumbre de una relación para que del amor, salga un producto así”.

-¿Cuáles fueron las primeras palabras que le dijiste a tu bebé cuando lo tuviste entre tus brazos?
“Yo creo que fueron: ‘Hola, mi amor, soy tu papá; aquí está tu mamá y te vamos a cuidar toda la vida’, fue algo que me salió del corazón, suelo ser muy expresivo, me gusta decir palabras a la gente, y ahora que tengo un bebé, imagínense lo que me sale del corazón”.

“Claro; si lo tengo en mis brazos y de repente veo que no se mueve o no reacciona, lo muevo un poquito, y si veo que ya se mueve, digo: ‘Ok, todo está bien’. Somos absolutamente primerizos, se nos nota a leguas, la gente nos lo decía en el hospital y se reían, porque detectan ese temor, ese nerviosismo, el no saber qué hacer. Es un proceso que se disfruta y no hay un manual que se debe seguir”.

-¿Ser papá es algo que te motive para ser mejor cada día?
“Sí, ahora hay un motivo más; de la noche a la mañana, tanto para Gisela como para mí, nos ha cambiado la vida. A cada instante tenemos una razón para ser mejores padres, mejores personas, siempre intentar ser ejemplares. Habrá momentos en que cometeremos errores, pero si estamos conscientes de ellos, tenemos todo para salir adelante; somos una buena pareja y sabemos trabajar en equipo”, finalizó.