¡Desalmada en la vida real! Livia Brito compra casa de 17 millones

En junio pasado, Livia Brito, de 34, y su novio, Mariano Martínez, de 24, agredieron al paparazzi Ernesto Zepeda en Cancún, y desde entonces se encuentran en el ojo del huracán debido a que ella intentó negarlo y porque ha dicho que no cuenta con los recursos necesarios para pagar por todos los daños ocasionados; sin embargo, una persona allegada a ella asegura que todo lo que ha dicho la actriz es mentira, pues ésta vive más que bien y se la ha pasado gastando grandes cantidades de dinero para remodelar una lujosa casa que también acaba de adquirir. Además, nos dijo, le regaló una camioneta del año a su galán y lo apoya con un negocio:

“No se ha resuelto nada, pues ella asegura que no tiene estabilidad económica para compensar todos los daños, y al señor sólo le da largas y largas”.

“Livia se la ha pasado diciendo mentiras y se hace la víctima cada vez que tocan el tema, pero sí tiene dinero. Ella vive como reina, llena de lujos y viajes, además, mantiene al novio”.

“Sí, te puedo decir que a ella siempre le ha ido muy bien. Hace dos años se compró un grande, lujoso y muy moderno departamento frente a la televisora del Ajusco, que le costó cerca de seis milloncitos de pesos y los pagó sin preocupación alguna”.

“Lo más gracioso es que como en ese edificio ya nadie la quería y todos hablaban pestes de ella, en enero de 2020 tomó la iniciativa de mudarse y decidió comprarse una casa en el Pedregal, con la que fácilmente desembolsó otros 17 millones”.

“Siempre fue muy grosera y prepotente con todos sus vecinos y con los trabajadores de ahí, decía que todos eran ‘corrientes y nacos’. Ella misma me contó que se peleaba con ellos por cualquier cosa que no le gustara”.

“Como ya lo comenté, la casa costó mucho, pero aun así requería de una remodelación, y desde inicios de la pandemia la ha estado arreglando y amueblando. Su papá, don Rolando, es quien se ha encargado de todo”.

“Livia ha estado gastando un dineral en la remodelación de su hogar y, por eso mismo, puedo afirmar que miente al decir que no tiene con qué pagarle al paparazzi”.

“Se mudó hace meses, pero antes de eso pasó por una situación muy incómoda en su departamento anterior. Resulta que cuando quiso sacar de ahí sus cosas, los de seguridad le dijeron que no podía llevárselas”.

“Porque la señorita debía un año completo de mantenimiento y no lo pagaba porque no se le daba la gana. Tenía que pagar cuatro mil pesos mensuales, o sea, ya les debía 48 mil y tenía que pagarlos para que la sacaran de la lista de morosos e hiciera su mudanza”.

“Los de seguridad le dijeron que tenía que pagar y que cuando liquidara, tenía que avisar para que supieran que sacaría las cosas y le dieran un documento del movimiento”.

“Ella es muy cínica, obvio no le afectaba, pero se puso como loca, le gritoneó a todos y les dijo que eran unos ‘gatos’, que no tenía por qué darles explicaciones y mucho menos pagar por lo del mantenimiento, pues ella no usaba las áreas comunes”.

“No me consta si pagó, pero ya se mudó a la casa y sigue remodelándola. Su papá está coordinando todo en la casa mientras que Mariano es el encargado de llevar y traer todo lo que se necesita. Él está muy feliz, pues lo hace en una camioneta Jeep del año que ella le acaba de regalar y que le costó casi un millón.

“Tiene sus ahorros y varias cuentas, pues ha sabido sacarle provecho a su carrera y le va muy bien. Ella no le paga al paparazzi sólo porque no quiere, pues de que tiene con qué, lo tiene”.

“Sí, pues Mariano no tiene trabajo, ya que por la pandemia cerraron los gimnasios donde trabajaba y ahora sólo se dedica a sacarle lana y regalitos caros a Livia, a cambio, la complace y la tiene bien contenta; ya viven juntos y ahorita ella lo apoya con un negocio”.

“El chavito le pidió dinero para invertir en fajas, ligas y otras cosas deportivas, y dice que las vende a sus amigos; Livia lo apoyó sin pensarlo y ahí también gasta una buena lana. Mariano lo tiene todo: una mujer atractiva y con dinero, su camioneta del año y, además, ya vive en la residencia, pero sólo durarán el tiempo que a ella le dure el dinero”, concluyó.