El actor norteamericano radicado en México desde hace más de 50 años, Roger Cudney, falleció el pasado 5 de julio a los 85 años de un paro cardiaco en un Hospital de la Ciudad de México y al día siguiente fue incinerado en el Panteón Francés.

Nació el 22 de junio de 1936 en Cleveland, Ohio en Estados Unidos, pero fue desde 1967 que piso Tierra Azteca y decidió quedarse, logrando una fructífera carrera tanto como actor, director de doblaje y locutor de radio, dejando una huella imborrable tanto en la televisión y cine con sus múltiples participaciones sobretodo en personajes de villano gringo.

En los últimos años lo vimos en las películas: No se aceptan devoluciones (2013), Cantinflas (2014), como el embajador de Estados Unidos en México en La dictadura perfecta (2014) y la última Mentada de padre (2019). También participó en películas de Hollywood, fue coprotagonista junto a Charles Bronson en Justicia salvaje (1984), Rambo II (1985), la película de James Bond 007: Con licencia para matar (1989), El vengador del futuro (1990) y Pecado original (2001), por mencionar algunas.

Durante la pandemia por la Covid-19 el primer actor junto con su esposa la Sra. Eloisa Bueno, la pasaron en Cozumel, Quintana Roo en casa de uno de sus hijos donde fue muy feliz ya que siempre había querido vivir junto al mar y cumplió su sueño de esa manera, ya que se quedaron más de un año viviendo en el hermoso caribe mexicano.

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Pero su vida cambio cuando regresaron de nuevo a la CDMX, el pasado 9 de mayo del presente año, iban a festejar el día de las madres, él y su esposa y sufrieron un terrible accidente automovilístico que les cambio la vida. La Sra. de Cudney iba manejando en las Lomas de Chapultepec cuando se quedó sin frenos en una bajada y para no lastimar a nadie decidió estamparse contra un árbol.

Lo que provocó a la pareja múltiples fracturas y complicaciones, estuvieron en terapia intensiva por muchos días en el hospital Español de la CDMX, siendo ella la más grave y solicitando donadores de sangre. El histrión se le perforó el pulmón, tuvo fractura de costillas, esternón y sacro por lo que tuvo que pasar estos últimos días inmovilizado y su esposa todavía le faltan siete meses más (inmovilizada).

Estos casi dos meses la pasó rodeado de amor por su familia, sus hijos: Roger, Robert, Richard y Katherine, con todos los cuidados y atenciones necesarias; con enfermeros de tiempo completo. Todavía el 19 de junio don Roger y su esposa, les celebraron su cumpleaños, 80 y 85, respectivamente, disfrutaron de una deliciosa comida y hasta música de marimba.

Aunque el viernes 2 de julio el también cantante sufrió un infarto y estaba en recuperación, cuando el domingo 4 le vino otro y su familia por amor decidió desconectarlo ya que su corazón estaba severamente dañado... ¡Descanse en paz, don Roger Cudney!