Pablo Lyle perdió carrera, libertad, ¿pero no su matrimonio?
Luego de dar conocer la sentencia de Pablo, Ana regresará a vivir a México para trabajar y así ser el sostén de su familia.

Pablo Lyle perdió carrera, libertad, ¿pero no su matrimonio?
/Redes Sociales
- Tras 4 meses de haber sido declarado culpable, Pablo Lyle por fin conoció su sentencia; el actor pasará cinco años en prisión y ocho en libertad condicional.
- Luego de conocer la sentencia, la defensa de Pablo apelará la decisión para así deducir su estancia en prisión.
- El actor se encuentra en la cárcel Turner Guilford Knight y se ubica en el condado de Miami-Dade, es considerada de mínima seguridad.
- Ana Araujo reapareció en redes sociales y envió un emotivo mensaje a Pablo, luego de ser sentenciado.
Fue el pasado 3 de febrero cuando Pablo Lyle, de 36 años, recibió la sentencia final por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández (el cubano de 63 años, al que golpeó tras un altercado de tránsito, en marzo de 2019), en la corte de Miami, en Estados Unidos.
El actor, visiblemente afectado, pidió disculpas a la familia del finado:
“No puedo ni imaginar el dolor de perder a un ser querido, alguien tan importante especialmente en una situación como esta. Rezo a Dios cada día porque sabía que este día llegaría y rezo para que este día les brinde un cierre y pase lo que hoy pase, puedan abandonar esta corte con descanso en sus corazones. Que el señor Hernández que perdió la vida por algo que yo hice, algo que estará conmigo, que me acecha cuando me voy a dormir en la noche, y sigue ahí cuando me levanto por las mañanas”.
Y Pablo continuó:
“Me siento terrible, nunca quise que esto ocurriera, ni en mis sueños más alocados me pude imaginar que algo así sucedería, que se perdiera una vida y muchas otras personas fueran afectadas drásticamente, en una cuestión de segundos, con un solo golpe. Hoy quiero aprovechar esta oportunidad que me fue negada en el pasado para decirle a Mercedes, Juan Ricardo, que lo siento. Lo siento muchísimo desde el fondo de mi corazón. Quiero que lo sepan de mi boca, que nadie les platique lo que siento, es la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida, con todo mi corazón, lo siento mucho”.
Y finalizó:
“Puedo decir que he aprendido una enorme e importante lección y estoy seguro que los impactados por esto también la aprendieron. Sé que perdieron a alguien muy importante y también sé que no hay nada que se pueda hacer para traerlo de vuelta con ustedes. Pero tienen mi promesa que siempre estoy rezando por él y por ustedes con todo mi corazón. Que Dios los bendiga, gracias, su señoría”.
De ahí continuaron con sus declaraciones los familares de Pablo, como lo es su esposa Ana Araujo, su hermana Sylvia y su cuñado Delfino, quienes aprovecharon esta oportunidad de que la juez los pudiera escuchar antes de emitir su condena.
Sin embargo, la familia del finado, Juan Ricardo Hernández, también aprovechó utilizar ese espacio a su favor con declaraciones como las siguientes: El hijo de Juan Ricardo Hernández presentó un video de su abuela, de 92 años, en el que dice cómo se siente:
“Yo siento toda la pérdida que tuve con mi hijo, sé que no lo voy a recuperar más nunca, lo que yo quiero es que se haga la justicia que se tiene que hacer, ya no tengo palabras, ya no puedo porque es la única que lo puede querer, lo tengo aquí en el corazón a diario, hasta el fin de mi vida, como yo nadie lo va a querer.. ya no quiero hablar más nada, que se haga justicia, la ley sabe lo que se tiene que hacer”.
Juan Ricardo Hernández Jr. expresó:
“Nunca pensé que esto le sucediera a mi padre, era un hombre, para mí todavía está presente, de principios, de promesas, en 2011 vino a este país, que fueron los únicos años que estuvimos separados y me hizo una promesa que no me preocupara, que él me iba a traer para este país y así lo cumplió. Estaba muy orgulloso de mí. Por eso, su señoría, le pido en nombre mío y de nuestra familia que al señor Pablo Lyle se le dé la pena máxima”.
Mercedes Arce, novia de Ricardo Hernández, expuso en la corte:
“Le pido a Dios que nos dé fuerzas a ambas familias para soportar este dolor y por eso quiero que a mi viejito se le haga justicia, el señor tiene la última palabra y pido que se le dé máxima sentencia. Todos los planes se fueron y no pudo despedirse ni de su madre”. Aseguró que tenían planes de viajar a Cuba para casarse y conocer a la familia de Ricardo.
La juez a cargo del caso, Marisa Tinkler Méndez, decidió dar unas palabras con la advertencia de que fuera cual fuera la decisión que tomara la corte:
“No dejará contenta a ninguna de las partes. Considero sinceras las declaraciones del señor Lyle, no creo que él haya actuado con intención hacia el señor Hernández. No creo que haya habido premeditación, creo que fue un hecho aislado. El señor Lyle ha mostrado arrepentimiento”.
Y continuó:
“Reflexionar en lo que ha sucedido, no convirtiendo al señor Lyle en un ejemplo porque ese no es el propósito de sancionar al señor, hay lecciones que aprender. ¿Cómo va a resolver conflictos en el futuro?”
Así es como la juez quiso sacar una conclusión al respecto, dejando incluso un mensaje para quienes presenciaron esa sesión, hasta que por fin dictó la sentencia tan esperada:
“Creo que que nunca será de la misma forma en la que actuó ese día o como había actuado antes. Por lo tanto, la corte sanciona al señor Lyle a un periodo de cinco años en prisión estatal, seguido por ocho años de libertad condicional, tendrá que someterse a clases de resolución de conflictos, manejo de la ira, también se le va a referir que preste 500 horas de servicio comunitario... Mi corazón está con todos ustedes. Han sido años muy difíciles. Espero que la familia del señor Hernández encuentre paz y consuelo”, y finalizó.
Hablamos con la abogada Adriana Alcalde, de la firma Esienberg & Baum, de Estados Unidos, y esto nos dijo:
-Licenciada, ¿a Pablo se le tomarán en cuenta los tres años de arresto domiciliario y la prisión desde octubre 2022?
“Solo los meses que estuvo en la cárcel, el tiempo cuando estuvo en su casa no cuenta para la sentencia. La juez le dio menos de lo que es usual para este tipo de casos, porque en este caso en la Florida hay puntos y era de nueve a 15 años, y a él se le dieron cinco”.
-O sea que le fue bien...
“Sí”.
-¿Podría ser deportado a México y acá poder cumplir su sentencia o una parte?
“No soy abogada de migración, pero sí sé que a veces deportan a la gente, eso depende del país al cual serían deportados para que terminen su sentencia o no. Para una sentencia de cinco años, me imagino que van a dejarlo que termine su sentencia en la Florida, tiene que servir el 85% de su sentencia. Pero también depende de cuál es su estado de migración; lo pueden deportar si no es ciudadano o residente de Estados Unidos, pero no sé cuál sea su estado de él o qué visa tiene”.
-¿Por buen comportamiento podrían bajarle la pena?
“Sí; usualmente, si el señor se porta bien en la cárcel, y no causa problemas, lo pueden dejar salir antes; por lo menos debe cumplir 85% de la sentencia”.
-¿La libertad condicional la podría cumplir en México?
“Sí es posible porque en la libertad condicional le tiene que reportar a un oficial, si ha terminado las clases que debe de hacer y las horas de servicio, pero sí podría hacerlo en México”.
-¿En qué consiste el servicio comunitario?
“Eso lo puede hacer en cualquier sitio, por ejemplo dar clases, un sitio donde ayuden a niños, cuiden a perros o animales, hacerlo en un hospital... depende, hay muchas cosas que una persona puede hacer para el servicio comunitario, dar sus horas sin ganar dinero y ayudar nada más”.
-Además debe tomar terapia para controlar su ira, ¿cuándo lo tiene que hacer?
“No sé la juez, a veces es en el primer año; depende a dónde llegue, porque hay sitios donde se puede hacer dentro o cuando salgas de la cárcel, en tu libertad condicional. El servicio comunitario se hace cuando sales de la prisión”.
-¿La apelación podría resultar contraproducente?
“La apelación es un juicio nuevo, pero puede otra vez salir culpable y darle más años de sentencia o pueden darle ‘no culpable’. Es un caso muy difícil, parece que le ganó su temperamento y hay consecuencias para eso, pero en realidad le fue muy bien, porque le tuvieron compasión; podría haber sido de nueve a 15 años y le dieron cinco”, concluyó.
-Tiene 30 días para apelar, ¿todavía cree que haya algo que pueda hacer?
“Casi siempre hay apelación en casos criminales, eso no significa que vayan a ganar, usualmente para que un caso regrese debe haber un error legal en el juicio, pero yo no sé, tendría que ver los papeles de su abogado. Una apelación lo que haría es darle un nuevo juicio que es lo que piden y sería una nueva sentencia, es como empezar de nuevo otra vez”.
Tras la sentencia de Pablo Lyle, su matrimonio con Ana Araujo, de 33, se vino abajo. En junio de 2022 te dimos a conocer unas fotografías en Puerto Vallarta, donde se ve a Ana en un club nocturno en actitud romántica con un exfutbolista y ahora conductor de Televisa Deportes, mientras Lyle esperaba su sentencia en Miami.
Una persona cercana a la pareja nos contó que desde entonces Ana y Pablo no han logrado superar dicha crisis, y ahora están como amigos:
-Platícanos, ¿cómo está Ana?
“Ana ya se regresó a vivir a México, ya no podía estar en Miami, tiene que ponerse a trabajar para sostener a su familia”.
-¿Qué pasó con la relación, tras las fotografías que dimos a conocer hace 8 meses?
“Para Pablo fue un golpe muy duro, en ese momento decidió que se separaran, ya no quería que Ana regresara a Miami, pero ella no lo ha dejado solo”.
-¿Qué pasó después?
“En octubre de 2022 al declararlo culpable tuvo que ser encarcelado y él se vino abajo; ese día también perdió al amor de su vida, Pablo le volvió a decir que era libre para salir con quien quisiera, porque él ya no le podía ofrecer nada estando en la cárcel”.
-¿Ana qué dijo?
“Ella le pidió una oportunidad más, que aún estando separados podían superar esta crisis, pero no ha sido así; y ahora con la sentencia, lo ven más difícil. Esta tragedia no solo les cambió la vida, también afectó su matrimonio”.
-¿Pero lo intentaron?
Sí, ella no ha dejado de apoyarlo y no dejará de hacerlo porque tienen una familia, pero había mucho reclamo de ambas partes. En este momento ninguno de los dos están bien emocionalmente. Ana se llegó a sentir culpable por no poder ayudar a su esposo, y al mismo tiempo se siente sola; y él piensa que no es justo que Ana lo siga esperando tanto tiempo, piensa que lo más sano es que ella siga con su vida”.
-¿Por qué?
“Pablo siente que no le puede ofrecer nada estando en prisión. Ella está en México trabajando mucho para sacar a su familia adelante. Ahora la relación es más de amigos que de esposos, pero ella seguirá manteniendo relación con él”.
-¿Cada cuándo se hablan?, ¿cómo es la relación?
“Ana ha comentado que habla con él todos los días; tienen permiso de hacer cuatro videollamadas al día, para Pablo es el motor para aguantar y seguir adelante, ver a su familia lo anima
a echarle ganas”.
-Vimos a Ana en la corte el día de la sentencia...
“Sí, indudablemente, Ana tenía que estar ahí, vino a apoyar a Pablo y le leyó una carta muy emotiva; le reiteró su apoyo incondicional; de hecho, Pablo no pudo contener las lágrimas al escucharla”.
-¿Sabes qué decía la carta?
“Ana se expresó muy bien de él, al asegurar que no era un hombre violento, al contrario, que era un ‘corazón con patas’”.
-¿Cómo ha tomado la familia de Pablo la relación de él con Ana?
“Mira, la relación con la familia es cordial; sí se molestaron cuando se publicaron las fotos de ella con el exfutbolista, no entendían cómo era posible que Ana se saliera a divertir, mientras Pablo la estaba pasando mal en Miami; pero también Ana no la ha pasado nada bien y hasta cierto punto se siente sola. Además la familia de él no se puede pelear con ella por la familia que formaron, y Pablo platicó con ellos, les hizo entender que la situación la había orillado a eso, que finalmente está sola y no la culpa”.
-¿Crees qué puedan superar esto, ahora que Pablo cumpla su sentencia y salga libre?
“Por ahí dicen que el amor lo puede todo, pero también creo que mucho tiene que ver la convivencia; creo que ahora se lo dejarán al tiempo. Pablo y Ana tendrían que perdonarse, aceptar y entender lo sucedido; pero ahora en las condiciones en las que están, no se ha podido, ya veremos qué sucede con el tiempo”.
-¿Ahora digamos que son buenos amigos?
“Así es. Pablo le agradece a Ana todo lo que ha hecho por él y por su familia, por todo lo que ha aguantado; y Ana le dejó muy claro que siempre contará con su apoyo incondicional”.
-¿Cómo está Pablo?
“Preocupado por su familia, sabe que cuando salga tendrá que reconstruir su vida y empezar de cero; va a tener que vivir con esto toda su vida”, finalizó.