María Sorté abre su corazón: “Desde el atentado de mi hijo, no hay día que no me hinque a orar”
La actriz nos compartió un recuento de toda su carrera artística, así como los diversos obstáculos que ha enfrentado a lo largo de su vida, tanto la muerte de su único amor, como el atentado a su hijo.
- Desde joven, María Sorté destacó por su talento y belleza en obras de teatro, fotonovelas, películas y como cantante; situación que la hizo alcanzar la fama.
- María estuvo casada durante 22 años con el fallecido político, Javier García Paniagua, con quien procreó a sus dos hijos, Adrián y Omar.
- Tras varios 50 años de carrera, la actriz confesó que aún le quedan muchos proyectos por hacer.
- Actualmente, la cantante sigue padeciendo el atentado que sufrió su hijo, Omar Harfuch, Secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX.
La primera actriz, María Sorté, de 67 años, concedió una entrevista a TVNotas y nos contó cómo fue su niñez, su carrera y su rol de mamá de dos varones, en especial de uno de ellos, Omar, quien tiene un cargo muy importante para la sociedad de la CDMX:
-¿Dónde nació y creció?
“Nací en Ciudad Camargo, Chihuahua, una ciudad hermosa. Mi padre falleció cuando yo tenía 4 años y mi mamá se dio cuenta de que había otros hijos que estaban reclamando lo poco que teníamos, así que mi mamá se quedó casi sin nada y tuvo que salir adelante sola”.
-¿Cómo recuerda su infancia?
“Fue muy bonita, podía correr por la calle, salir sin ningún peligro y me gustaba mucho leer; pero también fue triste, porque no había dinero y a veces me quedaba esperando mi regalo de Reyes, veía a todos los niños con sus juguetes y yo no tenía nada”.
-¿Fue buena estudiante?
“Desde muy chiquita quise estudiar. Cuando iba a la prepa, estudiaba al mismo tiempo para ser maestra, y es que el estudio es lo único que nos podía sacar de la pobreza”.
-¿Cómo superó la ausencia de su padre?, ¿le hizo falta?
“Crecí extrañando eso y me hizo mucha falta. Tuve un padrastro, pero él no era mi papá, ni me trataba como su hija, yo sentía el rechazo”.
“Crecí extrañando eso y me hizo mucha falta. Tuve un padrastro, pero él no era mi papá, ni me trataba como su hija, yo sentía el rechazo”.
-¿Cómo era su mamá?
“Mi madre era maravillosa, era una mujer muy trabajadora, pero también muy triste; no daba amor por estar preocupada por llevar el alimento a casa”.
“Mi madre era maravillosa, era una mujer muy trabajadora, pero también muy triste; no daba amor por estar preocupada por llevar el alimento a casa”.
-¿Le hizo falta amor?
“Había amor de madre, pero no un apapacho. Yo fui con mis hijos muy apapachadora, cariñosa, y eso yo no lo vi con mi madre; no era de decir: ‘Adelante, tú puedes, tú vas a estudiar, tú vas a lograr grandes cosas’, no”.
“Había amor de madre, pero no un apapacho. Yo fui con mis hijos muy apapachadora, cariñosa, y eso yo no lo vi con mi madre; no era de decir: ‘Adelante, tú puedes, tú vas a estudiar, tú vas a lograr grandes cosas’, no”.
-Aparte de estudiar, ¿trabajó para apoyar en su casa?
“Siempre apoyé a mi madre y a mis hermanos; fuimos diez, dos de mi papá y ocho de mi padrastro”.
“Siempre apoyé a mi madre y a mis hermanos; fuimos diez, dos de mi papá y ocho de mi padrastro”.
-¿Trabajó como maestra?
“Sí, como cuatro años y me gustó mucho el magisterio, que es una de las profesiones más bellas que puede haber, les infundes a los niños esas ganas de lograr sus metas”.
“Sí, como cuatro años y me gustó mucho el magisterio, que es una de las profesiones más bellas que puede haber, les infundes a los niños esas ganas de lograr sus metas”.
-¿En qué momento llegó a la Ciudad de México?
“Vine a la Ciudad de México para continuar con mi carrera de Medicina, ya que había estudiado un año en la Universidad de Chihuahua, en lo que eran las inscripciones, una amiga me pidió que la acompañara a la escuela Andrés Soler para hacer un examen de admisión y me quedé yo; Dios pone lo que tú vas a hacer”.
“Vine a la Ciudad de México para continuar con mi carrera de Medicina, ya que había estudiado un año en la Universidad de Chihuahua, en lo que eran las inscripciones, una amiga me pidió que la acompañara a la escuela Andrés Soler para hacer un examen de admisión y me quedé yo; Dios pone lo que tú vas a hacer”.
-Y se quedó a estudiar actuación...
“Sí, el maestro Luis Gimeno (q.e.p.d.) me invitó y comencé a ir a la academia; al poco tiempo el maestro Retes, un reconocido director, dijo que necesitaba gente para una obra que se llamaba Antonia, y comencé a trabajar, debí haber tenido como 19”.
-¿Por qué se llama María Sorté?
“Por una fotonovela que fui a hacer a Tabasco, recuerdo que el director me dijo: ‘Tiene que cambiar su nombre de María Harfuch’, y yo le dije que sí, y me respondió: ‘Entonces que sea María Sorte (que quiere decir: suerte), pero la prensa se encargó de acentuarlo y así quedó mi nombre: María Sorté. Siempre, desde el principio, conté con el apoyo de la prensa, por lo cual siempre les estaré agradecida”.
“Por una fotonovela que fui a hacer a Tabasco, recuerdo que el director me dijo: ‘Tiene que cambiar su nombre de María Harfuch’, y yo le dije que sí, y me respondió: ‘Entonces que sea María Sorte (que quiere decir: suerte), pero la prensa se encargó de acentuarlo y así quedó mi nombre: María Sorté. Siempre, desde el principio, conté con el apoyo de la prensa, por lo cual siempre les estaré agradecida”.
-¿Cómo llega a la televisión?
“Entré a un show que se llamó El show de Eduardo II, con Eduardo Manzano; me quedé dos años, hasta que me enamoré y me embaracé y en ese programa perdí a mi primer bebé. Tiempo después me volví a embarazar y volví a tener una amenaza de aborto, por lo cual el médico me recomendó que me fuera a mi casa, que era que me había ido al extranjero. Solo los productores supieron la verdad, ya que se necesitaba estar en absoluto reposo, tanto física, como emocionalmente”.
“Entré a un show que se llamó El show de Eduardo II, con Eduardo Manzano; me quedé dos años, hasta que me enamoré y me embaracé y en ese programa perdí a mi primer bebé. Tiempo después me volví a embarazar y volví a tener una amenaza de aborto, por lo cual el médico me recomendó que me fuera a mi casa, que era que me había ido al extranjero. Solo los productores supieron la verdad, ya que se necesitaba estar en absoluto reposo, tanto física, como emocionalmente”.
-¿Cómo fue su relación con el licenciado, Javier García Paniagua (q.e.p.d.)?
“Javier era un hombre sumamente inteligente y detallista. A mí la política nunca me ha importado, no sabía quién era y a qué se dedicaba, pero me mandaba flores y flores, lo último que me mandó fue un perrito hermoso. Ya tenía un año de estarme cortejando, hasta que fuimos a tomar un café y me enamoré”.
“Javier era un hombre sumamente inteligente y detallista. A mí la política nunca me ha importado, no sabía quién era y a qué se dedicaba, pero me mandaba flores y flores, lo último que me mandó fue un perrito hermoso. Ya tenía un año de estarme cortejando, hasta que fuimos a tomar un café y me enamoré”.
-¿Fue el amor de su vida?
“Estaba muy enamorada de él, pero también de mi carrera, por supuesto de mi trabajo; y es que él me daba esa libertad”.
-¿Fue muy duro para usted, superar su muerte?
“Él tenía que ir a un rancho porque exportaba jitomates, pero decía que no tenía ganas y yo lo traté de convencer. Todo el camino me fue hablando y poniéndome canciones, y de repente su hijo mayor (q.e.p.d.) me habla y me dice: ‘Señora, a mi papá le dio un infarto’, y yo le dije: ‘¡Cómo, pásamelo!’, y yo le decía a mi marido: ‘No te preocupes, vas a salir bien’; hablé y hablé, pero él ya estaba muerto. Estuvimos 22 años juntos. Nuestros hijos estaban jovencitos; Omar tenía 16 y Adrián 18. Me preocupé mucho, pero bendito sea Dios, ellos estuvieron bien”.
-¿No se volvió a enamorar?
“No, cuando te enamoras de una persona muy inteligente, tendría que llegar alguien igual o más inteligente; pretendientes, sí, pero es más bonito cuando abrazas tu carrera, porque no te distraes”.
-¿Cómo logró sacar a sus hijos adelante sola?
“Siempre fui una mamá muy presente, fui amiga, con errores, pero sí me considero una madre muy cariñosa que alentó a sus hijos, todo lo que yo no encontré con mi madre; y afortunadamente me tocaron dos hijos maravillosos que tenían muy claro lo que querían y podían hacer”.
“Siempre fui una mamá muy presente, fui amiga, con errores, pero sí me considero una madre muy cariñosa que alentó a sus hijos, todo lo que yo no encontré con mi madre; y afortunadamente me tocaron dos hijos maravillosos que tenían muy claro lo que querían y podían hacer”.
-¿Ninguno de sus hijos siguió sus pasos?
“No, pero sí me hubiera gustado. Por ejemplo, a Omar le echaron el ojo en Televisa y le hablaron para que fuera a hacer una prueba para ser actor, pero dijo que no le interesaba. Me hubiera encantado, es una carrera difícil, pero no más que en la que él está”.
-Hablando de su hijo Omar, a usted la catalogan como “la suegra de México”, ¿cómo toma estas muestras de cariño hacia él?
“Me da mucha risa cuando una mujer le dice: ‘Hey, Omar, hazme un hijo, yo lo mantengo’. Me da mucho gusto que lo admiren; a qué madre no le gusta que quieran a su hijo, creo que a todas”.
-¿Cómo describiría a Omar como persona?
“Es una persona muy generosa, siempre ha estado con el que menos tiene y es muy comprometido con lo que hace, eso me da mucho gusto. Creo que ha sido muy afortunado, porque cuenta con la gracia y el favor de Dios”.
“Es una persona muy generosa, siempre ha estado con el que menos tiene y es muy comprometido con lo que hace, eso me da mucho gusto. Creo que ha sido muy afortunado, porque cuenta con la gracia y el favor de Dios”.
-¿Qué opina de qué su hijo está desempeñando un cargo público muy importante, pero a la vez muy peligroso?
“Desde el día que mi hijo sufrió el atentado, no hay día que yo no me hinque para encomendar a mis hijos a Dios y decirle: ‘Señor, cuídalos, manda ángeles a su alrededor’. Verdaderamente, fue un milagro, ¿cómo nos podemos explicar que siendo casi 30 personas, la suerte que corrieron?, que las armas Barrett se trabaran. Solamente fue un milagro, y como la gente lo ha dicho, las oraciones tienen poder y más cuando son de una madre”.
-¿Cómo se enteró del atentado que sufrió su hijo?
“A nadie le deseo esto que viví; yo estaba acostada, y entró mi hijo Adrián, y me dice: ‘Mamá, no te asustes, Omar sufrió un atentado, pero está bien’; yo sentí que me desmayaba y agarré el control de la tele, incluso forcejeamos para quitármelo, porque yo quería ver la televisión, y cuando vi el video de todos los disparos, fue terrible; creo que Dios me regresó a mi hijo. Murieron dos de sus amigos que yo conocía, fue terrible. Dios guardó su vida, y todos los días de mi vida le digo: ‘Gracias, Señor’”.
“A nadie le deseo esto que viví; yo estaba acostada, y entró mi hijo Adrián, y me dice: ‘Mamá, no te asustes, Omar sufrió un atentado, pero está bien’; yo sentí que me desmayaba y agarré el control de la tele, incluso forcejeamos para quitármelo, porque yo quería ver la televisión, y cuando vi el video de todos los disparos, fue terrible; creo que Dios me regresó a mi hijo. Murieron dos de sus amigos que yo conocía, fue terrible. Dios guardó su vida, y todos los días de mi vida le digo: ‘Gracias, Señor’”.
-¿Qué piensa usted de que él esté sacrificando su vida familiar para continuar en su cargo?, ¿cree que vale la pena?
“No, y se lo he dicho. Imagínate nada más, a todos nos cambió la vida a raíz del atentado. ¿Tú te imaginas a tu hijo viviendo en una oficina? Es terrible, sacrificando toda su vida familiar. No me gusta, pero él es un hombre sumamente comprometido con lo que hace, ama lo que hace, veo cómo se preocupa y está dejando su vida; pero me da gusto, porque debes de hacer las cosas que te gustan, muy bien”.
-Desde ese desafortunado día, ¿usted vive con preocupación?
“No hay nada que uno quiera más a sus hijos, pero si yo viviera con los nervios de lo que le pudiera pasar, no podría vivir. Siempre lo pongo en las manos de Dios, porque sé que Él lo ama más que yo”.
-¿Qué tipo de consejos le da usted?
“Le he dicho que nunca se olvide de Dios, que si él está ahí, es porque Dios allí lo puso”.
-¿Cómo lo ve en un futuro en su carrera?
“Lo veo comprometido. Tiene a su cargo una ciudad muy grande, donde tiene que estar al cien”.
-¿Cree que se vaya a lanzar para jefe de gobierno?
“No lo sé, lo que sí te digo es que ahora no es el momento, como él lo ha dicho en muchas ocasiones. Él está comprometido al cien con esta ciudad tan grande, y que no se puede distraer en nada, que no sea estar atento a la seguridad de la ciudad”.
-En el ámbito del amor, ¿cómo le gustaría ver a su hijo?
“Me gustaría verlo siempre feliz. Él no me cuenta nada de su vida privada y tampoco le pregunto, porque no me gustaría intervenir en ese aspecto”.
-Hablando de la familia, ¿cómo es usted como abuela?
“También soy la abuela más consentidora; creo que desde el día que uno de mis hijos puso a uno de sus hijos en mis manos, fue la mayor bendición, los amo. Mis dos hijos fueron papás, el mayor todavía no cumplía los 20 años, y Omar fue papá a los 20, muy jovencitos los dos”.
“También soy la abuela más consentidora; creo que desde el día que uno de mis hijos puso a uno de sus hijos en mis manos, fue la mayor bendición, los amo. Mis dos hijos fueron papás, el mayor todavía no cumplía los 20 años, y Omar fue papá a los 20, muy jovencitos los dos”.
-¿Y como suegra?
“Soy muy buena onda; he oído que muchas mujeres hablan cosas espantosas de su suegra y muchas suegras que hablan de
su nuera; no estoy de acuerdo con eso, imagínate hablar de la madre de tus nietos... no, yo las quiero mucho”.
su nuera; no estoy de acuerdo con eso, imagínate hablar de la madre de tus nietos... no, yo las quiero mucho”.
-¿Cómo se ve usted en cinco años?
“Por ahora estoy bien en mi casa, no estoy trabajando, porque puede haber un personaje en el que tenga que salir fuera de la Ciudad de México y ponerme en peligro
y pongo en peligro a mi hijo; ponerme en peligro yo, pongo en peligro a mi hijo”.
y pongo en peligro a mi hijo; ponerme en peligro yo, pongo en peligro a mi hijo”.
-¿Ha pensado en el retiro?
“Nunca he pensado en retirarme, creo que lo haces cuando el público te retira, y yo creo que me voy a hacer en esto viejita y muy simpática”.
-¿Qué le falta por hacer?
“He hecho teatro, cine, televisión; llevo treinta películas, diez discos, muchas telenovelas, pero siento que todavía no he realizado el gran personaje que quiero, entonces me falta mucho por hacer”, finalizó.
“He hecho teatro, cine, televisión; llevo treinta películas, diez discos, muchas telenovelas, pero siento que todavía no he realizado el gran personaje que quiero, entonces me falta mucho por hacer”, finalizó.