Vanessa, La Vecina fue diagnosticada con cáncer, pero quiere cumplir su sueño de ser madre
A pesar de su enfermedad, la conductora decidió iniciar un tratamiento para poder convertirse en madre, pues es su más grande anhelo.
Este año, Vanessa Oyarzún, mejor conocida como La Vecina, de 45, ha vivido momentos muy complicados, pues desafortunadamente la diagnosticaron con cáncer de tiroides, y hace unos días se sometió a una cirugía para retirarse el tumor cancerígeno y la glándula. Platicamos con ella y nos habló de todo el proceso por el que ha pasado, y lo mucho que ha aprendido.
-Vanessa, ¿cómo has estado?
“Desafortunadamente, no del todo bien. En enero me toqué por casualidad el cuello y me sentí una bolita; pensé que era un ganglio inflamado por la COVID-19, pero un médico me dijo que no, y me mandó a hacer estudios”.
“Desafortunadamente, no del todo bien. En enero me toqué por casualidad el cuello y me sentí una bolita; pensé que era un ganglio inflamado por la COVID-19, pero un médico me dijo que no, y me mandó a hacer estudios”.
-¿Y luego?
“Me hice un estudio de tiroides y salió bien, así que me quedé más tranquila; después fui con una nutrióloga y me dijo que estaba baja en vitamina B por culpa de la COVID y lo dejé pasar porque creí que era normal”.
“Me hice un estudio de tiroides y salió bien, así que me quedé más tranquila; después fui con una nutrióloga y me dijo que estaba baja en vitamina B por culpa de la COVID y lo dejé pasar porque creí que era normal”.
-¿No tenías dolor o molestia?
“No, para nada, podía mover la cabeza y girar el cuello sin ningún problema; de hecho, ya hasta se me había olvidado que tenía esa bolita. En julio, mi mamá me dijo que me veía hinchado el lado derecho del cuello y me di cuenta de que había crecido... ¡me asusté!”.
¿Regresaste al médico?
“Sí, días después fui con mi ginecólogo para mi chequeo de rutina, le conté lo que me pasaba, me realizó un ultrasonido de cuello y me dijo que tenía un tumor doble: uno líquido de cuatro centímetros, y otro sólido dentro del primero, de dos centímetros. Me mandó de inmediato con el oncólogo para descartar que fueran malignos”.
“Sí, días después fui con mi ginecólogo para mi chequeo de rutina, le conté lo que me pasaba, me realizó un ultrasonido de cuello y me dijo que tenía un tumor doble: uno líquido de cuatro centímetros, y otro sólido dentro del primero, de dos centímetros. Me mandó de inmediato con el oncólogo para descartar que fueran malignos”.
-¿Qué pensaste cuando te lo dijo?
“Fue un momento de shock, pero a la vez yo me decía que no iba a pasar a mayores y concentré mi energía en solucionarlo. Inmediatamente hablé al hospital para pedir una cita, en la noche ya estaban haciéndome otro ultrasonido de cuello y al otro día ya estaba en mi cita; actué rápido”.
“Fue un momento de shock, pero a la vez yo me decía que no iba a pasar a mayores y concentré mi energía en solucionarlo. Inmediatamente hablé al hospital para pedir una cita, en la noche ya estaban haciéndome otro ultrasonido de cuello y al otro día ya estaba en mi cita; actué rápido”.
-El oncólogo, ¿qué te dijo?
“Lo primero que me dijo es que me tenía que hacer una biopsia para sacar muestras de los tumores, que con eso se definía qué hacer, y esa misma noche me la hicieron”.
“Lo primero que me dijo es que me tenía que hacer una biopsia para sacar muestras de los tumores, que con eso se definía qué hacer, y esa misma noche me la hicieron”.
-¿Le dijiste a tu mamá lo que te harías?
“No, no quería preocupar a nadie antes de tiempo; incluso me fui a trabajar a Matamoros en lo que esperaba el resultado, y me llegó justo cuando venía de regreso a la CDMX; leí que tenía un tumor maligno y cáncer”.
“No, no quería preocupar a nadie antes de tiempo; incluso me fui a trabajar a Matamoros en lo que esperaba el resultado, y me llegó justo cuando venía de regreso a la CDMX; leí que tenía un tumor maligno y cáncer”.
-¿Qué pasó por tu mente al leerlo?
“Sentí como si me cayera un balde de agua fría encima y me puse a llorar, no creía que me estuviera pasando a mí. Siempre he sido una mujer sana, me cuido muchísimo; creí que era un error. Ese día grabé Pinchesitas, con ‘La Chupitos’ y ‘Olga Sana’, saqué la chamba como pude y me guardé todo”.
“Sentí como si me cayera un balde de agua fría encima y me puse a llorar, no creía que me estuviera pasando a mí. Siempre he sido una mujer sana, me cuido muchísimo; creí que era un error. Ese día grabé Pinchesitas, con ‘La Chupitos’ y ‘Olga Sana’, saqué la chamba como pude y me guardé todo”.
-Después volviste con el oncólogo...
“Sí, y me dijo que me tenía que hacer más estudios y una tomografía para descartar que el cáncer se hubiera esparcido en otra parte del cuerpo. También me preguntó algo que me dolió mucho: si tenía pensado ser madre, y le dije que sí, que es lo que más anhelo en la vida; entonces me respondió que tenía que postergar mi sueño para poder probar con un tratamiento de yodo radioactivo”.
“Sí, y me dijo que me tenía que hacer más estudios y una tomografía para descartar que el cáncer se hubiera esparcido en otra parte del cuerpo. También me preguntó algo que me dolió mucho: si tenía pensado ser madre, y le dije que sí, que es lo que más anhelo en la vida; entonces me respondió que tenía que postergar mi sueño para poder probar con un tratamiento de yodo radioactivo”.
-¿Cuánto tiempo tendrías que esperar?
“Mínimo un año, mi tratamiento puede ser largo y cansado, pero lo lograré. Junto con mi ginecólogo, me dio la recomendación de que congelara mis óvulos... aún con cáncer inicié un tratamiento de fertilidad para más adelante cumplir mi sueño de ser mamá; ojalá se logre”.
“Mínimo un año, mi tratamiento puede ser largo y cansado, pero lo lograré. Junto con mi ginecólogo, me dio la recomendación de que congelara mis óvulos... aún con cáncer inicié un tratamiento de fertilidad para más adelante cumplir mi sueño de ser mamá; ojalá se logre”.
-¿Cuándo hiciste el tratamiento de fertilidad?
“En julio y duró un mes, ya después comencé a tratar el cáncer; estoy arrepentida de no haberme convertido en mamá antes”.
“En julio y duró un mes, ya después comencé a tratar el cáncer; estoy arrepentida de no haberme convertido en mamá antes”.
-Entonces, ¿ya estás libre de cáncer?
“Espero que sí; afortunadamente descartamos que haya cáncer en otra parte de mi organismo, es una gran esperanza y podré salir adelante de esta enfermedad”.
“Espero que sí; afortunadamente descartamos que haya cáncer en otra parte de mi organismo, es una gran esperanza y podré salir adelante de esta enfermedad”.
-¿Qué pasó después?
“El pasado martes 5 de octubre me quitaron el tumor y la tiroides, pudo hacerlo porque el cáncer se detectó de forma temprana; ahora sólo espero que cicatrice la herida, pueda recuperar bien mi voz, y que en los próximos resultados salga completamente limpia de cáncer y seguir con mi vida, aunque tengo que seguir con un tratamiento de por vida para producir las hormonas que fabricaba la tiroides”.
“El pasado martes 5 de octubre me quitaron el tumor y la tiroides, pudo hacerlo porque el cáncer se detectó de forma temprana; ahora sólo espero que cicatrice la herida, pueda recuperar bien mi voz, y que en los próximos resultados salga completamente limpia de cáncer y seguir con mi vida, aunque tengo que seguir con un tratamiento de por vida para producir las hormonas que fabricaba la tiroides”.
-¿Ya comenzaste con el tratamiento de yodo?
“Todavía no, estoy esperando los estudios de patología del tumor que me retiraron para determinar si es necesario tomarlo o no; si sí, voy a necesitar una dieta especial y tendré que estar aislada por las radiaciones, y si no, ya estoy del otro lado”.
“Todavía no, estoy esperando los estudios de patología del tumor que me retiraron para determinar si es necesario tomarlo o no; si sí, voy a necesitar una dieta especial y tendré que estar aislada por las radiaciones, y si no, ya estoy del otro lado”.
-¿Y qué cuidados debes tener ahora?
“Tengo hacer dieta blanda, cero lácteos, cero carnes rojas; estar en reposo. Tengo puesto un drenaje en el cuello y no puedo salir, para evitar infecciones. Por no tener tiroides, mi metabolismo está muy bajo, entonces me sentiré frágil, con náuseas, mareos, sueño, mientras determinan la dosis que debo tomar de medicamento”.
-Lo importante es que saldrás adelante...
“Así es. Gracias a Dios, la Medicina ha avanzado muchísimo y me estoy recuperando, pero a veces uno necesita una sacudida así de fuerte para hacer algo por su vida”.
-¿Pensaste lo peor en algún momento?
“No, pero creo que si los médicos no me hubieran dado esperanzas u opciones para ser mamá, esto se habría puesto más difícil, y la verdad no me hubiera desgastado en la lucha. Ahora sólo quiero disfrutar la vida como va, y pronto ser mamá”, finalizó.
“No, pero creo que si los médicos no me hubieran dado esperanzas u opciones para ser mamá, esto se habría puesto más difícil, y la verdad no me hubiera desgastado en la lucha. Ahora sólo quiero disfrutar la vida como va, y pronto ser mamá”, finalizó.