La mascarilla ideal para tu tipo de cutis
Piel Seca: Mascarilla de aceite de hígado de bacalao, nata de leche y papaya
Receta:
¼ de taza de nata
1 trozo de papaya, machacada
1 cápsula de aceite de hígado de bacalao
Preparación: mezcla bien y aplica sobre el rostro y cuello. Retira con agua tibia.
Beneficios: Es rica en vitamina E y D para estimular la producción de colágeno y elastina, también rellena y tensa el contorno facial. Aporta agua y grasita a las capas internas para una textura luminosa y tersa.
Piel grasa y con acné: Mascarilla de ajo, té verde y arcilla
Receta
1 diente de ajo, triturado
2 cdas. de arcilla
2 cdas. de té verde
Preparación: integra bien, aplica en el rostro y cuello y masajea con mayor fuerza en la zona T. Retira con el resto de la infusión.
Beneficios: Mejora la textura y el tono de la piel, la arcilla elimina bacterias, neutraliza la sobreproducción de sebo y matifica la piel.
El té verde actúa como astringente contra los puntos negros y equilibra el pH de la piel.
Piel normal a mixta: Mascarilla de nopal, manzanilla y pepino
Receta
½ nopal
¼ de pepino
2cdas. de té de manzanilla
Preparación: Mezcla bien los ingredientes y unta en el rostro y cuello, retira con el resto del té.
Beneficios: Cierra los poros y da un efecto de estiramiento, el bisabolol de la manzanilla previene imperfecciones, el ácido ascórbico del pepino desinflama.
Elige la adecuada y aplícala así:
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Tras limpiar tu rostro, ponte una capa delgada.
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Déjala 20 minutos para que sus nutrientes penentren
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Retírala y humecta con unas gotitas de aceite de almendras.
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Hazlo en la noche dos veces por semana