No es una carga, es mi hermano...
Si Dios lo puso en tus hombros, es porque tú puedes llevarlo. ¡Sé fuerte, no te rindas!
/IG
Durante la Segunda Guerra Mundial, había un niño japonés esperando turno para que incineraran a su pequeño hermano muerto.
El fotógrafo que captó el momento dijo que el niño se mordía los labios para no llorar y lo hacía tan fuerte que le sangraba su boca.
Pero llegó el momento en que un guardia que estaba encargado de la cremación le dijo: “Dame la carga que traes en la espalda”.
Y el niño le respondió: “No es una carga, es mi hermano”.
Entregó el cuerpo, se dio vuelta y se fue...
Hasta el día de hoy, en Japón, esta foto y su historia se utilizan como ejemplo de fuerza en momentos difíciles.
Así que recuerda, lo que llevas en la espalda no es una carga, es tu hermano, tu padre, tu hijo, etc.
Si Dios lo puso en tus hombros, es porque tú puedes llevarlo. ¡Sé fuerte, no te rindas!
