Disminuye la aparición de los calambres

¿Qué es el calambre? Contracciones involuntarias de un músculo, generalmente, inofensivas y temporales, pero que pueden ser dolorosas.

Síntomas

- Hinchazón

- Enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas.

-Espasmos musculares.

-Fatiga.

PREGUNTA. Doctor: tengo 58 años, siempre he sido una mujer muy deportista y mi peso es normal, pero tengo un problema de circulación muy marcado y un proceso de hemorroides, además de várices en las piernas. Mi principal molestia es que todas las noches, desde hace tres meses, me dan calambres y me duran alrededor de cinco minutos; me levanto y me jalo la punta de los pies, como me recomendaron. El médico dice que son calambres provocados por mi insuficiencia venosa y que sólo se arreglan con cirugía. ¿Qué me aconseja?

RESPUESTA. Isabel: los calambres son contracturas de los músculos causadas generalmente por una disminución de riego sanguíneo, y son muy comunes en personas mayores con problemas de insuficiencia venosa, como el tuyo, en deportistas que se deshidratan fácilmente y no reponen todo lo que son los minerales; también se dan en pacientes sedentarios o con deshidratación, como diabéticos, hipertensos o que estén tomando medicamentos diuréticos, que eliminen minerales y que no se repongan. Mucha gente con problemas en la columna, por ejemplo, hernias de disco que comprimen salidas de las raíces nerviosas, termina con calambres. También personas con enfermedades caquécticas, o sea, que las hacen bajar muchísimo de peso. Los síntomas más frecuentes obviamente son las contracturas musculares o calambres, asociados a dolor, sensación de adormecimiento y cansancio en las piernas o en otras partes del cuerpo. Las zonas en las que se dan con mayor frecuencia son: la curva en la pantorrilla y en el muslo, aunque también pueden presentarse en la musculatura de los brazos, el pecho o el abdomen. El diagnóstico se realiza con base en la sintomatología del paciente.

RECOMENDACIONES

1- ¡Haz ejercicio! Éste tiene que ser suave y no olvides el calentamiento previo para evitar calambres o lesiones musculares. Debes estar bien hidratada, con sueros o bebidas preparadas.

2- ¡Evita la ropa ajustada! También procura ponerte zapatos cómodos, eliminando los tipo italiano, y usa plantillas de gel de descanso en tu calzado durante el día, cinco días por semana.

3- ¡Date masajes! Combina una pomada de árnica con sábila, diclofenaco, miel y hueso de aguacate en polvo. Mezcla todo, calienta un poco y date masaje de la ingle hasta la punta del pie, cada tercer día.