El pasado oscuro de la reina Silvia de Suecia que está de visita en México
La monarca nació en plena Segunda Guerra Mundial en Alemania, donde su padre era miembro del partido de Hitler.
La reina Silvia de Suecia parece tener la vida idílica que muchos podrían desear, pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para ella.
La monarca sueca, quien está de visita en México desde 12 al 14 de marzo junto a su esposo el rey Carlos XVI Gustavo, ha tenido que enfrentar varios retos y circunstancias que la han puesto en el ojo público por una u otra razón.
Una infancia difícil y las infidelidades de su marido han sido tan solo algunos aspectos que la llamada ‘prensa rosa’ ha tocado sobre la vida de Silvia.
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El pasado Nazi del padre de la reina Silvia de Suecia
Silvia Renate Sommerlath, nombre de nacimiento de la monarca, nació el 23 de diciembre de 1943. Es hija del empresario alemán Carl Walther Sommerlath y la brasileña Alicia Sommerlath. La ahora reina de Suecia llegó al mundo en plena Segunda Guerra Mundial.
Cuando la guerra concluyó en 1945, ella, sus hermanos y sus padres tuvieron que vivir en un campo de refugiados instalado en un antiguo psiquiátrico. Posteriormente tuvieron que emigrar a São Paulo para dejar atrás un pasado que hasta la fecha la persigue.
Cuando la Casa Real sueca anunció el compromiso de Carlos XVI Gustavo con Silvia en 1976, la prensa se dio a la tarea de investigar a la futura reina. Fue así como se descubrió que su padre, Walter Sommerlath, tenía un pasado oscuro que lo unía a los nazis.
La prensa reveló que Sommerlath había sido miembro del Partido Nazi de Hitler. Además, aseguraron que se aprovechó de las circunstancias de los empresarios judíos para hacer una fortuna cuando los nazis expropiaron sus negocios, de los que se hizo dueño de una parte.
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Walter salió a negar lo dicho por los medios de comunicación después de que su hija se casara, pero los rumores quedaron demostrados poco después.
Silvia de Suecia, al ver que la información sobre su padre era verdadera, quedó en “un gran shock”, dijo en 2002 durante una entrevista que ofreció en la cual, además, confesó que inicialmente no creyó la noticia.
Sin embargo, cuando se presentaron las pruebas tuvo que aceptar la dolorosa y terrible verdad: en 1934, Walter Sommerlath se afilió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP, por sus siglas en alemán).
La reina Silvia de Suecia salió en defensa de su padre
En 2018, la cadena de televisión sueca STV1 entrevistó a la reina Silvia, quien fue cuestionada sobre el pasado nazi de su padre.
Ahí ella cuestionó a sus detractores: “No estoy intentando desmentir el hecho de que mi padre fuera miembro. Pero podrías preguntarte: ¿por qué lo hizo? Mi padre, como muchos otros, no sabía lo que pasaría luego. De haberlo sabido, no creo que se hubiera hecho miembro”.
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En 2002, el periódico sueco Arbetaren publicó las evidencias de la afiliación de Walter Sommerlath al NSDAP.
En 2010, Kalla Fakta transmitió dos reportajes en los que demostró que en 1939 Carl se benefició de las medidas racistas nazis para comprar una empresa de un judío.
La monarca sueca envió una carta a la televisora en la que expresó su molestia. Posteriormente solicitó una investigación propia para desmentir tales atrocidades y mostrar que su padre era una especie de Oskar Schindler, quien ayudó a cientos de judíos.
De acuerdo con lo publicado en aquel entonces en la website de la Casa Real de Suecia, Sommerlath había salvado al judío dueño de la empresa que él adquirió y lo había ayudado a salir de la Alemania nazi para enviarlo a Brasil. Sin embargo, todo lo publicado quedó nuevamente desmentido cuando la cadena Kalla Fakta desmontó esa versión con otro reportaje.
Hoy, con ochenta años, la reina Silvia de Suecia se resiste a aceptar públicamente que su padre haya sido el personaje cruel y malvado que pintan en los medios.
“Mi padre era una buena persona”, reitera cada vez que puede la monarca.
“Han pasado más de treinta años de su muerte, por lo que creo que ya es suficiente”, dijo en la última entrevista que ofreció y en la que habló sobre el pasado nazi de su familia.
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