Maribel Fernández se siente orgullosa de sus cicatrices de vida: “mi cuerpo cambió y debo aceptar a quererme”
Maribel nos comentó que se siente orgullosa de su cuerpo y se ha aprendido a reír de ella misma.

Francisco Mancera / cortesía de Televisa
Hablamos con una de las primeras actrices, Maribel Fernández, mejor conocida como ‘La pelangocha’, quien nos habló de su participación en la segunda temporada de Tal para Cual, nos compartió su estado de salud.
Recordemos que la salud de la querida actriz se ha mermado desde que sufrió tres infartos y ha sido diagnosticada con varios problemas cardíacos. Por estos motivos le han realizado dos cirugías a corazón abierto y tiene un doble marcapasos y una válvula mecánica que le ayudan a bombear la sangre del corazón.
En 2022, cuando estaba cerca del reestreno de su obra Maduras, solteras y desesperadas, fue hospitalizada de emergencia por haber ingerido un medicamento que tuvo un efecto contraproducente. Ahora habla del aprendizaje que le enseñó la vida, luego de estar entre la vida y la muerte.
¿Cómo se siente de seguir en la segunda temporada de Tal Para Cual?
“Me siento muy emocionada y agradecida porque Tal para Cual ha sido un proyecto muy bien aceptado por el público y eso me ha llenado mucho el corazón. Todo ha sido muy maravilloso”.
¿Hubo buena convivencia con sus compañeros?
“Sin duda alguna. Déjame decirte que, en la primera temporada, mis compañeros y yo, nos comenzamos a querer mucho. Teníamos mucho nervio de empezar un nuevo proyecto, pero poco a poco logramos unificarnos como equipo. Hoy en día te puedo decir que en esta segunda temporada llegamos siendo familia”.
¿Cómo se encuentra de salud?
“Me siento muy bien de salud, gracias a Dios. He tenido la fortuna de seguir con mi vida y me llena de alegría poder seguir teniendo fuerzas para trabajar en lo que más amo y poderle sacar una sonrisa a mi público. Déjame decirte que algunas personas ya me llaman cyborg”.
¿Por qué?
“Porque ya parezco robot por todo lo que me han hecho en el cuerpo (ríe). Por ejemplo, traigo el marcapasos y una válvula mecánica que me ayuda muchísimo para que la sangre de mi corazoncito pueda funcionar de la mejor manera”.
¿Le afectan esos comentarios que le hacen?
“No para nada. ¿Qué más puedo hacer? Es la realidad, ya no soy yo. Mi cuerpo cambió y debo aceptar a quererme de esa forma y a reírme de mi misma. Es más, al rato me voy a mover como robot (ríe)”.
¿Cómo se ha sentido con el marcapasos?
“Me he sentido muy bien, gracias a Dios. Estoy agradecida con el de arriba, porque después de todo lo que he vivido, me ha dejado aquí en la tierra para seguir dando lata a todos. El marcapasos fue la mejor decisión para continuar con mi vida de manera normal”.
¿Le ha cambiado la vida por completo, cierto?
“Me ha cambiado la vida como no te imaginas. He tenido muchas oportunidades de trabajo y también ayuda mucho la actitud, porque hoy en día mi actitud es positiva. Me encanta vivir, me encanta poder hacer lo que tanto me apasiona. Me gusta estar con todos ustedes y no sabes cómo disfruto despertar y comenzar mi día. Estoy agradecida con Dios”.
Ustedes como artistas, viven de la imagen. ¿No le pesa verse en el espejo y ver su cuerpo diferente?
“Fíjate que en eso que dices tienes mucha razón. A veces tenemos la creencia de que la imagen lo es todo, pero con el tiempo te vas dando cuenta que lo importante es tener salud, vivir en paz, perdonar, tener fe, ser felices y valorar lo que tenemos hoy en día. Me siento muy orgullosa de la mujer que soy, prefiero traer el chicharrón parchado (ríe)”.
¿Qué significan para usted las cicatrices?
“Mis cicatrices son testimonios de mis batallas ganadas. Me siento muy feliz de poder mostrar lo que he vivido y que, gracias a estas cicatrices, estoy viva. La belleza se acaba tarde que temprano, nuestro cuerpo es prestado”.
¿En algún momento sintió que se moría?
“Cuando me operaron me puse muy grave. Me bajaron a las tres de la mañana y ya me les estaba pelando. Recuerdo que le dije a Dios: ‘si ya no quedé bien, llévame señor, tengo mis maletas echas”.
¿Le tiene miedo a la muerte?
“Después de vivir esa experiencia que te acabo de contar, te puedo decir que ya no siento miedo de morirme, estaba muy tranquila y con decirte que cuando me desperté dije ‘otra vez estoy aquí’ (ríe)”.
¿Cómo le gustaría morir?
“Me gustaría morirme dormida, como dicen por ahí, la muerte de los justos y si no se puede, entonces medio dormida (ríe) y si tampoco se puede, me gustaría morir sedada”, concluyó.