Eugenia Debayle cuenta todo lo que pasó cuando estuvo en el más allá

A finales de mayo de 2016, Eugenia Debayle, hermana de la conductora Martha Debayle, estuvo hospitalizada por una encelopatía que la tuvo delicada de salud por mucho tiempo; sin embargo, salió adelante y después de esta experiencia que la puso al límite, se ha dedicado a compartir lo que vivió.

Tal y como sucedió hace unos días cuando Eugenia fue invitada a Netas Divinas, en Unicable, emisión en la que le contó a Paola Rojas, Natalia Téllez, Jacky Bracamontes y Daniela Magún, todo lo que vivió en el más allá, pues de acuerdo a su explicación estuvo 43 minutos en un paro cardiaco.

Este momento en su vida la llevó a escribir su experiencia en un libro y le resultó muy terapéutico. Asimismo, la conductora y experta en moda detalló que continúa en terapia, ya que perdió sus facultades físicas, no sabía caminar, leer o deglutir; declaró que se sentía como un bebé, pero hora, Eugenia disfruta más su vida y se toma todo con más calma.

“Estuve 43 minutos en paro cardiaco, que iba y venía. Cuatro minutos dicen que ‘out’ y luego 20 días en coma. Conectada por todos lados, por una falla multiorgánica Empezó por un procedimiento que me hicieron en el hospital, que es algo bastante de rutina, común, de todos los días, se mezclaron dos medicamentos que en mí causaron una reacción y me llevó a un paro cardiaco de 43 minutos.

Lo que ellos dicen (los médicos) es que ese medicamento, que lo han mezclado, en mí, causó eso. Y después de eso entré a un coma inducido 20 días por una falla multiorgánica, porque ningún órgano servía y, pues es un milagro que esté aquí hablándolo, porque tanta falta de oxígeno hace que te quedes en un estado vegetativo.

Siempre me preguntan eso (del más allá), que el túnel, que la luz. Hay muchos testimonios de eso, ¿no? Te digo que yo no vi nada, pero sí regresé con un… fue muy sensorial. Y te puedo decir que es otro lugar, es un buen lugar para estar y es bueno decirlo porque la gente que tal vez pierdes un familiar o alguien que quieres, como que te agobia mucho no saber. Es un buen lugar para estar, estás liberada. Es una sensación, es una paz.

(…) fíjate que perdí todas las facultades físicas: no podía caminar, tuve que aprender a caminar; el acto de deglución, ¿o sea? tragar lo tuve que aprender otra vez”.