Habla político al que Livia Brito pidió ayuda para borrar evidencias

La actriz Livia Brito, de 34 años, no para de estar en la polémica luego de haber golpeado, junto con su novio Mariano Martínez, de 23, a finales de junio, al fotógrafo Ernesto Zepeda, de 43, quien les estaba tomando unas fotografías de paparazzi. Y es que la situación legal para la también conductora cada vez parece complicarse más, pues la semana pasada se comentó que ella recurrió al político Juan del Rosal, de 48, para pedirle que eliminara las evidencias que la incriminaban. Por tal motivo, hablamos con él, quien nos contó lo que ha habido detrás de esta situación:

-Juan, ¿cómo se da tu acercamiento con Livia?
“Cuando ocurrió el incidente, me habló un ejecutivo muy importante de Televisa para averiguar cómo estaba la situación y descubrí que ya había una averiguación abierta en contra de ella, por el fotógrafo. Hablé con Livia y le di mi asesoría de que debía reparar los daños, que no negara que había estado en Cancún”.

“Primero me dijo que no estaba en Quintana Roo, pero posteriormente, cuando ya tenía la información de lo ocurrido, lo reconoció”.

“En lo más mínimo, para nada; yo no soy nadie para que se limpien sus huellas digitales o ella tenga un beneficio por parte de las autoridades de Quintana Roo... y la prueba es que el proceso sigue”.

“No, porque yo no le ayudé en ello; yo me enteré de esto por otra persona, que habían hecho un movimiento con las cámaras, que ya habían arreglado el asunto para borrar las grabaciones para que ella no tuviera bronca”.

-¿Entonces Livia fue la que habló con la gente del hotel para pedirles que borraran los videos?
“Efectivamente, esa parte la manejó ella completamente por su cuenta”.

“Ella de inicio decidió tomar las riendas del asunto y contrató a un abogado. Yo no soy nadie para justificar los errores de las personas, aunque para mí fue una decisión equivocada no reparar el daño, porque si lo hubiera hecho, ahí se hubiera terminado el problema”.

-¿Sabes por qué no llegaron a algún arreglo?
“Tengo entendido que la parte legal del fotógrafo pretendía una cantidad, pero no llegaron a un acuerdo y se distanciaron. Yo me enteré por los medios de comunicación de cómo había actuado Livia, le recomendé nuevamente lo del arreglo y a partir de ahí me deslindé por completo de la situación jurídica. Siempre he defendido a las mujeres, pero en este caso se hizo evidente que ella es la persona que ocasionó el problema”.

-En la conversación que salió en TV, tú le contestas: “Los videos del elevador y todo ya se borraron”...
“Esa conversación que se mostró estaba editada, yo no hice que el hotel borrara los videos del elevador. Ahí me refería a que yo ya había borrado las conversaciones que teníamos Livia y yo, incluyendo mensajes o videos que ella me pudiera haber mandado”.

-Notamos que la situación cambió entre ustedes...
“Así es, porque ella me culpa que de cinco sesiones psicológicas que debía tomar el fotógrafo, se habían pasado a 50, pero en eso yo no tuve nada que ver, eso lo determina un psicólogo de la fiscalía, no me puede culpar de eso”.

“No tengo ni idea, se molestó conmigo pensando que yo la quería afectar de alguna manera, pero yo sólo la quise ayudar transmitiéndole lo que estaba ocurriendo, y eso porque me pidió la asesoría mi amigo (el ejecutivo de Televisa)”.

“Como dicen en la vida: ‘Uno cosecha lo que siembra’; fue extremadamente ingrata (su actitud). Yo le brindé apoyo en lo que estaba a mi alcance y después me atacó, me molesta la ingratitud. Cuando ella se peló de Cancún para no tener bronca y se fue a Tulum, su perro se le enfermó y le ayudé con un veterinario”.

-Ella, en los mensajes de repente se nota cariñosa contigo, ¿hubo una relación sentimental entre ustedes?
“No hubo ninguna relación ni ningún interés con ella. Hace más de 10 años tuve una relación larga con Federica Quijano, pero hasta ahí; incluso, nunca me he visto con Livia en persona, todo fue por medio de mensajes y llamadas... y ya no hablo con ella”.

“Guapas hay miles, y ella es una más en todo el mundo. Se le brindó una mano amiga y hasta ahí”.

“Preferiría jamás saber de ella, yo no permito en mi vida la ingratitud, cuando yo soy honesto y leal”.

-En un programa de TV se dejó entrever como que hubo tráfico de influencias...
“Para nada, yo no he cometido tráfico de influencias, pero se malinterpretaron algunas cosas; en ese programa, incluso salió mi amigo, el licenciado Salvador Sánchez, como si fuera abogado de alguna de las partes involucradas, pero a él sólo le pidieron una opinión, no es abogado ni de Livia ni del fotógrafo”.

“Me enteré por ahí de que había una por el tema del delito de las lesiones. Yo veo su situación delicada porque no le han dado el seguimiento que debía tener, lo tienen como si no pasara nada, y sí pasa”.

“Su situación migratoria es como turista y no para que tenga empleo, no tiene visa de trabajo; y me enteré por los medios que es striper”.

“En cuanto a este tema, Livia ha cargado con la responsabilidad completa y, por lo que tengo conocimiento, pretende asumir todo esto sola, sin meterlo a él en problemas”.

“A mí no me corresponde el estarle preguntando por qué está tapando a alguien. Ahora lo único que yo sé, es que ella ya estuvo hace semanas en la fiscalía en Quintana Roo, pero se reservó su derecho y aún no declara”.

-¿Qué mensaje le mandarías a Livia?

“Sólo le diría: ‘Que Dios te bendiga y suerte’”, concluyó el político.