A dos meses del terrible accidente automovilístico que sufrieron en Texas, Estados Unidos, el cantante Emir Pabón, de 41, y su esposa Stefanía de Aranda, de 25, han tenido una mejoría muy favorable; sin embargo, su bebé, quien tuvo que nacer de manera prematura a raíz de las secuelas que tuvo Stefy, continúa en cuidados especiales. El bebé nació el 31 de julio y permanece en cuidados prenatales, en una incubadora, para que termine de desarrollarse. Hace unos días captamos a la pareja visitando a su pequeño en un hospital de la CDMX, donde nació y es atendido. Una persona cercana a la pareja nos contó cuál es su estado:

-¿Qué sabes de los avances en la recuperación de Emir y Stefanía?
“Van muy bien, gracias a Dios. Ambos se han cuidado mucho y seguido todas las indicaciones de los médicos, tanto, que Stefanía ya puede caminar, y aunque aún sigue en rehabilitación, está muy recuperada, igual Emir”.

-Sus lesiones fueron cosa seria...

“Sí. Cuando Emir regresó de Estados Unidos en junio, Stefy estaba en silla de ruedas y difícilmente se sostenía en pie. Ambos ya caminan, aunque Stefy todavía necesita de muletas para cuando se cansa, pero ahí va pasito a pasito”.

Emir Pabón comparte el estado de salud de su hijo

-Hace unos días los vimos en el hospital...

“Como su bebé nació prematuro, se tuvo que quedar en cuidados prenatales, está en incubadora para que sus pulmones acaben de madurar y se pueda ir a su casa, ya con el peso ideal y el desarrollo total de sus órganos”.

-¿Por qué adelantaron el parto?

“Cuando fue el accidente, a ella se le presentó un problema respiratorio cuando se le fue un coágulo de grasa a un pulmón; además del síndrome de corazón estresado que se le presentó por el shock sufrido en el accidente, por eso fue necesario adelantar el parto” .

-¿Ya tiene fecha para que lo den de alta?

“No sé cuándo lo den de alta, depende de cómo vaya evolucionando; como ellos mismos lo han dicho, es un milagro de Dios que los tres estén a salvo, luego del accidente tan fuerte que tuvieron. El amor que se tienen les ha permitido vivir estos momentos con mucha fuerza y, sobre todo, con la fe en Dios. Se han encomendado para que la pesadilla que vivieron, ya sólo sea parte del pasado”, finalizó.