Laura N ya no tiene ganas de vivir tras la reactivación de su orden de aprehensión

Terribles momentos vive Laura “N”, de 69 años, ya que su situación legal tras haber sido acusada de vender un inmueble que estaba embargado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), cada vez se complica más; y a pesar de que ya le habían dado un amparo para evitar la prisión preventiva, la semana pasada se reactivó la orden de aprehensión en su contra.

Hasta el cierre de esta edición, la conductora no había sido detenida, pero una amiga de ella nos contó el infierno que la peruana atraviesa:

-Vaya que Laura “N” enfrenta un momento muy difícil…

“Sí, la verdad es que está viviendo una pesadilla. Ella no es ratera, pero sí toma malísimas decisiones y ahorita está sufriendo las consecuencias”.

-¿A qué decisiones te refieres?

“Más bien, a que es una pésima administradora; aparte es muy gastalona, le gustan los lujos. Además, sus contadores le han visto la cara, le han robado mucho dinero a lo largo de su vida; todo lo que tenía en Estados Unidos lo perdió por culpa de un contador, y el problemón ahora en México es por culpa de sus contadores, porque les delega todo y no está al tanto”.

-¿De dónde viene este problema?

“Todo empezó el 11 de agosto cuando fue vinculada a proceso con prisión preventiva, bajo la orden de la Fiscalía General de la República, ya que Laura supuestamente cometió un delito fiscal que sobrepasa los 12 millones de pesos al vender un inmueble que estaba embargado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT)”.

-¿Pero cómo se atrevió a hacer eso?

“Es que ella tenía un fuerte adeudo con Hacienda de 13 millones de pesos y aunque planeaba pagarla con esa propiedad, en un principio no se la aceptaron; sin embargo, después las autoridades decidieron tomársela a cuenta y el SAT la embargó. En ese inter, Laura lo vendió, pero dice que no sabía del embargo”.

-¿Qué pasó cuando se enteró de que había cometido un ilícito?

“Solicitó un acuerdo reparatorio, pero no se logró, y como no acreditó tener un domicilio permanente, el juez consideró que había riesgo de fuga, por eso dio la orden de prisión preventiva y ella debía presentarse en el Reclusorio Santiaguito, en Almoloya de Juárez, en el Estado de México”.

-¿Por qué no acreditó un domicilio?

“Porque aunque tiene un lujoso departamento en Acapulco, no vive allá; y en la CDMX vivía en la propiedad que vendió, y al quedarse sin éste, no tenía un domicilio fijo”.

-Entonces, ¿dónde vivía?

“El año pasado vivió una temporada con su gran amiga Magda Rodríguez (q.e.p.d.), quien producía su programa Laura sin censura, y últimamente se sabía que vivía en un hotel de la CDMX”.

-Se sabe que tenía un amparo para evitar la prisión preventiva…

“Así es, sus abogados consiguieron una suspensión temporal de la prisión preventiva, ya que argumentaron que Laura es una persona de la tercera edad y tiene problemas pulmonares”.

-¿Y por qué ahora se reactivó la orden de aprehensión?

“Porque para que pudiera llevar su proceso en libertad, debía cumplir con ir a una audiencia el 30 de agosto, entregar su pasaporte y una garantía de 300 mil pesos”.

-Pero esto no pasó…

“No, Laura no se presentó a la audiencia y, por ende, no entregó el pasaporte, aunque desconozco si dio el dinero. Ante esto, un juez rechazó otorgar la suspensión definitiva con la que se buscaba frenar por tiempo indefinido su captura”.

-Entonces, ¿ahora sí la pueden detener?

“Pues está ejerciendo sus derechos de defensa y sus abogados han metido otros amparos para evitarlo, pero es un hecho que la están buscando las autoridades”.

-¿Sabes si ella ha dicho algo al respecto de ir a prisión?

“Le aterra la idea y ha dicho que no soportaría estar en la cárcel, pues aunque ella estuvo en arresto domiciliario de 2002 a 2005, lo pasó en los estudios de televisión de Telemundo, donde contaba con todos los lujos, pero ahora la situación sería muy distinta porque estaría en un reclusorio”.

-¿Televisa no la ha apoyado?

“Cuando vio que la cosa se ponía grave, habló con algunos ejecutivos para pedirles ayuda, pero jamás se imaginó que le dieran la espalda; le dijeron que no podían meterse en esos asuntos, que ella tendría que resolver sola ese problema”.

-¿Y qué dijo Laura?

“Se enojó, les reclamó que ella les ha dado mucho rating, pero ellos no cambiaron de opinión. Fue muy fuerte para ella”.

-¿Le ha pedido ayuda a alguien más?

“Supe que días antes de este incumplimiento, les llamó a algunos amigos, entre ellos famosos, como Maribel Guardia, para pedirles dinero y les ofreció venderles ropa y accesorios suyos, ya que tiene de marcas como Dolce & Gabbana y Gucci, que rondan de 70 mil a medio millón de pesos”.

-¿Sí la han ayudado?

“Sé que algunos le dijeron que sí, pero no se concretó nada, ya que nadie quiere meterse en problemas”.

-¿Y su familia?

“Pues sus hijas son las que la han apoyado incondicionalmente, incluso la están ayudando para ver si vende el departamento de Acapulco, dar el dinero al SAT y evitar ir a prisión, pero eso es inminente. Esto le ha traído muchos problemas emocionales”.

-¿Por qué lo dices?

“Pues se encuentra en absoluta depresión, esto le ha despertado una gran paranoia y sobre todo le han vuelto los ataques de ansiedad que ha padecido durante su vida”.

-¿Temen que algo le pase?

“Completamente. Sé que se la pasa llorando, que no come, no duerme, toma pastillas para la ansiedad, y lo peor... ¡ha dicho que ya no tiene ganas de vivir!”.

-¿Sabes algo de su paradero?

“No, eso es un misterio, porque incluso cuando le llamó a las pocas personas con las que ha tenido contacto, lo hizo desde un número que aparece como desconocido, para que no la puedan rastrear”.

-¿Y dónde podría estar?

“Quién sabe. Su ex, Cristian Zuárez, declaró que habló con ella hace dos semanas y que estaba en México. Se ha dicho que la han visto en su departamento en Acapulco sacando maletas y bolsas negras; también se dice que no ha querido dar su pasaporte porque ya se fue del país, pero eso sólo lo saben sus abogados”.

-¿En qué podría acabar este escándalo?

“Pues todo depende de si la detienen o si sus abogados logran que un amparo progrese, pero hoy por hoy las autoridades la pueden capturar y las cosas están muy difíciles; la sentencia puede ser de tres a nueve años de prisión”, concluyó.