Desde hace 10 años, Rodrigo Abed, de 45, se ha dedicado a divulgar la palabra de Dios a quienes lo necesitan, mediante pláticas y conferencias, actividad que, según nos cuenta, le dio un nuevo sentido a su vida:

Para seguir el ejemplo de Dios, Michel López no besaría a un hombre en la vida real

“¡Feliz! A este mundo hemos venido a servir; el que no sirve para servir, no sirve para nada. Yo llevo un mensaje de esperanza, de vida, y una fe real que conecta nuestra alma con Dios”.

“Algunas personas se ponen moradas cuando digo que no soy cristiano por religión, soy cristiano porque sigo los pasos de Cristo”.

“Pues atendí el llamado que sintió mi alma. Ésta es otra pasión que he tenido desde siempre: seguir a Dios, buscar al Jesús real, con quien tengo una relación personal”.

“Cerca de 10 años, pero de tiempo completo, desde 2015; también me doy chance de trabajar en algún proyecto como El señor de los cielos y Tijuana, de Netflix”.

“Únicamente me llaman hermano Abed; yo sólo soy un siervo y mis mejores sermones los he dado alrededor de una taza de café, sentado junto a las personas que necesitan escucharme”.

“Tener amor al prójimo y comprender que estamos en un mundo incierto, pero que Dios no se ha olvidado de nosotros. Todo lo que vivimos es porque la gente se ha olvidado de Dios”.

“Hay muchos organizadores que te invitan y los gastos corren por su cuenta. Es un placer asistir porque siembras lo que en un futuro vas a cosechar”.

“Trato de ignorarlas, pero lo que me motiva es cuando gente que al principio dice que todo es mentira, al final siente la bendición de Dios”.

-Respecto al Covid-19, ¿cómo es que te ha afectado?

“El mensaje para mí en esta cuarentena es positivo, muy simbólico y mi familia y yo lo tomamos como tal, como que a Dios es algo que le gusta y que nos lo da a manera de reflexión, de cambio... como por ejemplo, los 40 años que el pueblo de Israel estuvo en el desierto, los 40 días que Jesús estuvo orando antes de su crucifixión y los 40 días que duró el diluvio, siempre es como un tiempo en el que hay la oportunidad para descubrir la visión de Dios para nuestra vida”, finalizó.