Por andar de fiesta, Emir Pabón no estuvo con sus abuelos en sus últimos días

Trae la música en la sangre, es fanático de la moda y religioso de corazón. Nació en México hace 40 años, pero tiene alma colombiana. Desde niño le gustó la música y, aunque muchos piensan que se inició en Cañaveral, tiene una gran trayectoria en otras agrupaciones. Cantante, compositor, bailarín y hasta actor... así es Emir Pabón, con quien platicamos para que nos contara un poco más sobre su vida:

“Mi padre pertenecía a una agrupación muy querida en México, se llamaban Los Corraleros de Majagual, entonces toda mi familia vino por un tiempo, y pues justo ahí nací yo”.

“Siempre fui un niño muy travieso. En la escuela, mis compañeros sabían que yo era ahijado de Rigo Tovar (q.e.p.d.) y hacía que todos se subieran al pupitre y gritaran: ‘¡Rigo es amor!’, seguido del brinquito; entonces imagínate (ríe)... la maestra me castigaba, pero me reía mucho”.

“Siempre me ha gustado la música, desde que tengo memoria; entonces, todo se fue dando natural”.

“Antes de integrarme a Cañaveral, ya tenía la ilusión de trabajar con agrupaciones de salsa, e incluso trabajé acompañando musicalmente a otros artistas; también hice comerciales”.

“Claro, yo era integrante oficial, tenía sueldo como todos los músicos”.

“(Risas) No, mi papá sigue siendo el líder, el jefe de la familia; es mi ejemplo... mi todo. Yo he tomado las riendas para aportar a la agrupación y eso lo ha visto mi papá, por eso me ha dejado. Pero tengo que decirte que a la par he hecho otras cosas: he participado en programas de baile, y realitys como Big brother y Bailando por un sueño”.

“¿Sabes?, me encanta que me pregunten eso, porque a través de lo que viví puedo ayudar a otras personas para que le echen ganas. Yo por el trabajo, las giras, no comía bien, eso te lleva a un desequilibrio alimenticio y es cuando más subes de peso”.

“En mi adolescencia; afortunadamente ni antes ni después dañó mi autoestima, tomé la decisión de bajar de peso por salud. Obviamente me costó trabajo, pero cuando vas viendo los resultados te motivas más”.

“Ha sido muy padre, porque no sólo ha sido en la música, también personal, y eso es algo muy bonito; sobre todo ahora que soy solista”.

“Sí fui muy fiestero, pero lo normal; tampoco es que me fuera de fiesta toda la semana, ni era reventado o de andar en malos pasos, disfrutaba de salir a tomarme una cerveza. La adolescencia es una etapa complicada en la que preferías estar con tus amigos, que ver a tu familia”.

“Un poco, creo que más con mis abuelos... de repente me olvidaba de visitarlos y eso me duele porque significaban mucho en mi vida, y me hubiera gustado pasar sus últimos días con ellos. Es un tema complicado, pero ahora ellos son mis ángeles”.

“Hablo todos los días con ellos; no tengo ningún ritual en especial, pero les pido que me cuiden y que me den paz y sabiduría para hacer las cosas correctas”.

“Ahora con mucha responsabilidad, pero he tenido mis procesos naturales”.

“Todos los que estamos en el medio hemos tenido nuestros cinco minutos en los que nos despegamos del piso”.

“En la juventud, pero lo bonito es que tengo una familia que me ha inculcado valores y que se encarga de aterrizarme”.

“No soy de hablar del pasado porque ya no es relevante; lo que importa es el aquí y el ahora. Te puedo decir que estoy enamorado de una mujer maravillosa y pronto nos vamos a casar”.

“Es la persona que me hizo ver el amor de la manera más hermosa. Cuando comencé a salir con ella, de inmediato fue como un espejo de lo que vi con mis papás. El amor de la vida

de mi papá es mi madre”.

“Bien, estamos enfocados en la boda civil, evaluando si la hacemos fuera de la CDMX. No nos vamos a casar en diciembre, porque estamos viendo la fecha y el lugar. La boda católica la queremos muy bonita, pero ya les avisaremos”.

“Queremos irnos por varias semanas y va a ser algo mágico. Te puedo adelantar que estamos planeando irnos en un crucero por Tailandia, Japón, Australia y Bora-Bora, queremos conocer muchas culturas”, finalizó.