Vanesa Sumano alza la voz y cuenta lo que vivió con el actor Eduardo Rivera
Nuevos detalles salen a la luz, Vanesa Sumano aún no ha procedido legalmente contra el actor pero ya se está asesorando pues quiere "¡que pague!"

¡Quiero que pague!: Vanesa Sámano sobre el actor Eduardo Rivera tras revelar abuso
/TV Notas
Lamentablemente, cada vez son más los casos de abuso sexual que se dan a conocer en nuestro país, y la semana pasada se sumó una denuncia más de este tipo hacia un integrante del medio artístico. Se trata del actor Eduardo Rivera, hoy de 56, quien fue acusado en redes sociales por la joven Vanesa Sumano, de 24, de haberla seducido para aprovecharse de ella hace algunos años, cuando era menor de edad. Armada de valor, la estudiante universitaria nos relató la pesadilla que vivió a manos del famoso:
-Vanesa, expusiste una desagradable situación que viviste con el actor Eduardo Rivera, ¿nos puedes platicar al respecto?
“Sí. Desde que yo tenía 14 años quería ser actriz y me hacía mucha ilusión ver cómo grababan las telenovelas, entonces, empecé a participar como extra, estuve en las novelas Qué bonito amor, Por ella soy Eva, y en los programas La rosa de Guadalupe y Como dice el dicho. Un año después conocí a Eduardo, quien se aprovechó de mi sueño y de mi inocencia para ganarse mi confianza y abusar de mí”.
-¿Lo conociste cuando participaste en alguna de estas producciones?
“No, fue cuando acudí como espectadora a una grabación de la telenovela Amorcito corazón en el Ajusco, en 2012. En ese entonces, yo tenía 15 años, casi a punto de cumplir 16, y este señor tenía como cuarenta y tantos. Él se me acercó y me sacó plática”.
“No, fue cuando acudí como espectadora a una grabación de la telenovela Amorcito corazón en el Ajusco, en 2012. En ese entonces, yo tenía 15 años, casi a punto de cumplir 16, y este señor tenía como cuarenta y tantos. Él se me acercó y me sacó plática”.
Vanesa quiere que Eduardo pague por lo que le hizo:
POR SI NO LO VISTE: Acusan al actor Eduardo Shacklett de presunto abuso
-¿Qué te dijo?
“Me preguntó cómo me llamaba, cuántos años tenía y por qué estaba ahí; yo, muy inocentemente, empecé a platicar con él”.
-¿En ese momento te hizo alguna insinuación? ¿Notaste algo raro?
“Me empezó a decir que estaba muy bonita y que me veía más madura de la edad que tenía; aunque no lo sentí malintencionado”.
-Dinos, ¿qué pasó después?
“Me pidió mi teléfono y se lo di. Después me empezó a buscar”.
-¿De qué cosas platicaban?
“Me contaba de sus hijos, incluso me decía cuando se peleaba con su esposa y otras cosas banales”.
-¿Cómo era su comportamiento?
“Pues me invitaba a salir, normalmente nos veíamos en una plaza al sur de la ciudad y me llevaba a comer a algún restaurante. También me llegó a comprar flores y ropa; además, me prometió ayuda para convertirme en actriz”.
-¿De qué manera?
“Es que él tenía una escuela de actuación, llamada Acting Makers Studio, y prometió darme una beca del cien por ciento para prepararme y lograr mi sueño”.
-¿Y lo cumplió?
“Sí, pero ése era el gancho para utilizarme”.
-¿Tus papás supieron que entraste a esta escuela?
“Sí, de hecho, mi mamá conoció a Eduardo y le inspiró confianza que estudiara con él”.
-En las clases, ¿él te daba un trato especial?
“Había cierta preferencia hacia mí, él siempre buscaba meterme en las obras de teatro que producía y darme un personaje importante”.
-¿Él sigue teniendo la escuela?
“No, sólo la tuvo unos meses, como sólo éramos 10 alumnos, la cerró muy pronto”.
-Desde que lo conociste, ¿cuánto tiempo pasó para que se te empezara a insinuar?
“Como a los tres meses, más o menos, ya empezaba a hacerme comentarios un poco más fuera de lugar”.
-¿Como cuáles?
“Me decía que podíamos estar en pareja, pero en secreto, para que no se enteraran ni su esposa ni sus hijos”.
-¿Y cómo te sentías cuando te decía eso?
“Muy extraña, pero me decía que debería sentirme afortunada de que él se fijara en mí, que muchas quisieran estar en mi lugar; entonces, acepté”.
-¿Tú lo admirabas como actor, te gustaba o te llegaste a enamorar?
“No, pero me hacía creer que estar a su lado era lo mejor que me había pasado y que él me estaba dando algo que nadie más me podía dar; yo tenía muchas ganas de crecer, tenía sueños y metas, por eso creí en él; estaba muy cegada, era muy inocente, pero ahora sé que me estaba manipulando”.
-Cuando ya eran pareja, ¿cómo te trataba?
“Me besaba y me tocaba aun cuando estábamos en lugares públicos, y me pedía que si me preguntaban mi edad, dijera que tenía 18 años”.
-¿Y lo hacías?
“Sí, le seguía la corriente, incluso me exigía que, cuando habláramos por mensaje, borrara las conversaciones de inmediato. Cuando me tocaba, siempre me sentía muy incómoda, no me gustaba, pero no le decía nada y hacía todo lo que me pedía porque le tenía miedo, ya que se expresaba de una forma muy agresiva y temí que fuera a hacerme algo más”.
-¿Tus papás se enteraron de esta situación?
“No, aunque sabían que iba a su escuela, cuando salía con él, ellos creían que iba con mis amigas”.
“No, aunque sabían que iba a su escuela, cuando salía con él, ellos creían que iba con mis amigas”.
-¿En qué momento se dio el abuso sexual?
“En total, salí con Eduardo año y medio. Cuando lo conocí, yo tenía casi 16 años y para llevarme a tener relaciones se esperó a que yo cumpliera los 17”.
-¿Nos podrías relatar cómo ocurrió?
“Un día me dijo: ‘Vamos a casa de un amigo, porque en los hoteles no me pueden ver, ya que soy una figura pública’, pero evidentemente fue porque yo era menor de edad, y la verdad no me negué, pues tenía miedo”.
-¿Qué pasó en esa casa?
“Empezó a tocarme y besarme, sentía mucho asco, pero me quedé en shock, no podía detenerlo ni decirle que no, simplemente me quedé callada y dejé que pasara porque tenía miedo de que me violentara; no sabía cómo reaccionaría si le decía que no. Ese miedo que sentí me cegó”.
“Empezó a tocarme y besarme, sentía mucho asco, pero me quedé en shock, no podía detenerlo ni decirle que no, simplemente me quedé callada y dejé que pasara porque tenía miedo de que me violentara; no sabía cómo reaccionaría si le decía que no. Ese miedo que sentí me cegó”.
-¿Le expresaste cómo te estabas sintiendo?
“Claro, le decía que me dolía, pero él sólo me contestaba: ‘Ponte flojita, no pasa nada’. Me dijo que estaba muy estrecha y que no se podía, pero seguía insistiendo; me quedé inmóvil, estaba llorando por el asco y el miedo; él estaba en lo suyo, nunca me preguntó si estaba bien o si realmente quería. Todo pasó aproximadamente en 30 minutos”.
“Claro, le decía que me dolía, pero él sólo me contestaba: ‘Ponte flojita, no pasa nada’. Me dijo que estaba muy estrecha y que no se podía, pero seguía insistiendo; me quedé inmóvil, estaba llorando por el asco y el miedo; él estaba en lo suyo, nunca me preguntó si estaba bien o si realmente quería. Todo pasó aproximadamente en 30 minutos”.
-¿Sabes si se protegió?
“No, de hecho, llevaba varios condones, pero no los usó, me dijo que no había sido necesario porque el acto fue vía anal”.
-Después, ¿qué pasó?
“Me metí a llorar al baño, me sentí muy mal y le pedí que me llevara a mi casa”.
“Me metí a llorar al baño, me sentí muy mal y le pedí que me llevara a mi casa”.
-¿Volviste a tener contacto con él?
“No hablamos en seis días, hasta que me volvió a buscar. Yo ya lo evadía, pero él seguía tratándome como si fuera su novia”.
“No hablamos en seis días, hasta que me volvió a buscar. Yo ya lo evadía, pero él seguía tratándome como si fuera su novia”.
-¿Y cómo te sentías?
“Cada vez le tenía más asco y miedo. Yo deseaba regresar el tiempo para que no hubiera pasado esto, pero como eso es imposible, hice todo para evitar que volviera a pasar y por fortuna lo logré, nunca más hubo otro acto sexual entre él y yo”.
-¿Seguiste yendo a su escuela?
“Sí, un par de meses más, pero cuando se volvió imposible para mí convivir con él, decidí cortar de tajo toda relación. A veces me buscaba o me escribía, pero yo quería esconderme de todas las maneras posibles. De repente no supe más de él, me bloqueó de las redes”.
-En ese momento, ¿no le contaste a nadie?
“No. Tenía miedo y me daba asco de mí misma, me ponía muy ansiosa al pensar en lo que pasó. Me daba pánico ser juzgada por inocente o por tonta, pero con el tiempo entendí que el único culpable era él, que se aprovechó de su posición, de su edad y de mí, de mi inocencia y de mis sueños; ahí entendí que tenía que pagar por lo que me había hecho”.
-¿Cómo te armaste de valor para hacerlo público?
“Creo que fue al ver que muchas mujeres están exponiendo a sus agresores. Por supuesto que tenía miedo, porque él es una figura pública y una nunca sabe el poder que puede llegar a tener, pero pensé: ‘No puedo permitir que él viva tranquilo mientras yo sigo pensando en lo mal y sucia que me sentí en su momento’. Ahora me siento tranquila y liberada”.
“Creo que fue al ver que muchas mujeres están exponiendo a sus agresores. Por supuesto que tenía miedo, porque él es una figura pública y una nunca sabe el poder que puede llegar a tener, pero pensé: ‘No puedo permitir que él viva tranquilo mientras yo sigo pensando en lo mal y sucia que me sentí en su momento’. Ahora me siento tranquila y liberada”.
-Tras tu acusación, ¿has recibido algún tipo de amenaza o te han intimidado?
“No, como te comentaba, él me bloqueó de redes sociales y por parte de alguien cercano a él no he recibido ningún comentario al respecto”.
-¿Qué te dijo tu familia al enterarse?
“Mi mamá me dijo que ella me creía y que me apoyaba, aunque claro que me preguntó por qué había tardado tanto tiempo en decirlo, pero le conté que tenía miedo de ser juzgada”.
-Hace poco, Sergio Mayer declaró que conocía el caso de una chica que iba a exponer a un exintegrante de ‘Sólo para mujeres’, ¿se estaba refiriendo a ti?
“No, yo no lo conozco, no sé si se refiera a otro integrante o a alguna otra mujer que haya sido abusada por Eduardo Rivera, pero no soy yo la persona que él dice”.
-¿Qué mensaje te gustaría mandarles a Eduardo y a su familia?
“A él me gustaría decirle que lo odio, que ojalá que pague por esto. A su familia, que lamento que tengan una persona así en sus vidas”.
-¿Piensas demandarlo?
“Sí, me estoy asesorando legalmente y estoy buscando la forma de establecer una denuncia legal”.
-¿Quieres ver a Eduardo en la cárcel?
“Quiero que pague de forma legal y que nadie más viva el mismo infierno que viví yo”.
-Conociendo su forma de engañarte, ¿crees que hubo más mujeres o niñas abusadas por él?
“No lo sé, pero yo creo que sí. No creo que yo haya sido la única víctima, por eso deseo que si alguien más lo padeció por parte de él o de quien sea, tenga el valor de hablarlo y denunciarlo; es muy feo vivir en la oscuridad a costa de estos hombres que abusan de nuestra inocencia”.
“No lo sé, pero yo creo que sí. No creo que yo haya sido la única víctima, por eso deseo que si alguien más lo padeció por parte de él o de quien sea, tenga el valor de hablarlo y denunciarlo; es muy feo vivir en la oscuridad a costa de estos hombres que abusan de nuestra inocencia”.
-Con esto que viviste, ¿desististe de la idea de ser actriz?
“Sí, después de esto empecé a identificar las malas intenciones de muchas personas que trabajan dentro del medio y me decepcioné tanto, que murió mi sueño de ser actriz”, finalizó.
“Sí, después de esto empecé a identificar las malas intenciones de muchas personas que trabajan dentro del medio y me decepcioné tanto, que murió mi sueño de ser actriz”, finalizó.