Cuidado femenino en un mundo ajetreado: Guía sencilla para el bienestar
El autocuidado es esencial. No solo como acto de amor propio, sino para mantener el equilibrio y la salud en cada paso de su vida. En TVigorízate te damos una guía para el bienestar.

Fotografía hecha con inteligencia artificial de una mujer en diferentes facetas de su vida: Trabajando, siendo madre y ejercitandose.
/Pixabay
Hoy, el papel de la mujer ha evolucionado significativamente. Las mujeres ocupan cargos importantes y mantienen un estilo de vida activo. Muchas se ocupan de hijos y familia. Las características hormonales femeninas hacen diferencia de cómo experimentan enfermedades y cómo responden al estrés.
El autocuidado en la salud de la mujer
La presencia de hormonas femeninas marca etapas únicas: menstruación, vida reproductiva, menopausia. Cada fase trae desafíos específicos, como la necesidad de hierro durante la menstruación o el cuidado de la salud ósea en la menopausia. Además, se enfrentan a riesgos de salud como el cáncer de mama y de cuello uterino, condiciones que requieren de atención y prevención particular, subrayando la importancia de exámenes periódicos y un estilo de vida saludable.
El estrés
Las múltiples exigencias impuestas a las mujeres hoy día aumentan los niveles de estrés, que afectan la salud mental, con trastornos como ansiedad o depresión. También exacerban condiciones físicas como enfermedades cardíacas o diabetes. Este estrés se agrava por la presión social de cumplir con altos estándares en todos los ámbitos de la vida, desde la apariencia hasta lo emocional.
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Autocuidado: un deber, no un lujo. Nutrición equilibrada
Necesidades de hierro: En edad reproductiva, se suele necesitar más hierro debido a la pérdida de sangre durante la menstruación. Una deficiencia de hierro puede llevar a la anemia, causando fatiga y debilidad. Es importante incluir en la dieta alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, pescado, legumbres, espinacas y cereales fortificados.
Calcio para la salud ósea: Hay un riesgo mayor de desarrollar osteoporosis, en especial después de la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Es fundamental incorporar suficiente calcio en la dieta para mantener los huesos fuertes. Fuentes de calcio incluyen: verduras de hoja verde, frutos secos y alimentos fortificados con calcio y vitamina D.
Necesidades calóricas: Por lo general, tienen menos masa muscular y un metabolismo más lento, lo que significa que pueden requerir menos calorías para mantener su peso. Sin embargo, las necesidades calóricas pueden variar mucho dependiendo de la edad, el nivel de actividad y la etapa de vida (como el embarazo y la lactancia, donde se requieren más calorías).
Soporte hormonal: Las fluctuaciones hormonales pueden impactar la salud y el bienestar, por lo que consumir alimentos que ayuden a equilibrar las hormonas femeninas puede ser beneficioso. Alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros pueden ayudar a regular los niveles de estrógeno. Los ácidos grasos Omega-3, encontrados en el pescado y las semillas de chía, pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome premenstrual (SPM).
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Atención a la dieta durante el embarazo y la lactancia:
Durante estos periodos, las necesidades nutricionales aumentan significativamente. Es crucial obtener suficientes nutrientes como ácido fólico, hierro, calcio, y vitaminas D y B12 para apoyar el desarrollo del bebé y la salud de la madre.
Control de peso y metabolismo debido a embarazo, menopausia y en envejecimiento:
Pueden experimentar cambios en el peso y el metabolismo debido a embarazos, menopausia y envejecimiento. Mantener una dieta baja en azúcares y rica en nutrientes es fundamental.
Prevención de enfermedades crónicas
Una dieta rica en frutas bajas en azúcar, verduras, granos enteros y proteínas magras puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la Diabetes tipo 2, la Hipertensión y ciertos tipos de cáncer,.
- Actividad física: Dedica tiempo a ejercitarte, al menos 150 minutos a la semana para reducir el estrés y fortalecer tu cuerpo.
- Tiempo para relajarte: Encuentra actividades que disfrutes y te relajen, como leer, meditar, o pasar tiempo al aire libre, para disminuir los niveles de estrés. El estrés produce cortisol que altera tu equilibrio hormonal.
Chequeos médicos regulares: No te saltes tus visitas al médico. Los chequeos regulares ayudan a detectar problemas de salud a tiempo.
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Pruebas de laboratorio esenciales
- Hemograma completo: Para checar niveles de hierro y evitar anemia.
- Perfil hormonal: Para entender el impacto de las hormonas en tu bienestar.
- Pruebas de tiroides: Cruciales para el metabolismo y energía.
- Niveles de colesterol y glucosa: Para prevenir enfermedades cardíacas y diabetes.
- Densidad ósea: Importante con el avance de la edad para prevenir la osteoporosis.
- Mamografía y Papanicolau: Detectan tempranamente el cáncer de mama y cuello uterino.
Ser mujer implica una amalgama de papeles, emociones y etapas de vida únicas. Es enfrentar desafíos físicos y emocionales. El autocuidado es esencial. No solo como acto de amor propio, sino para mantener el equilibrio y la salud en cada paso de su vida. Es importante contar con el consejo de especialistas antes de hacer cambios en el cuidado de tu salud, asegurando así el mejor camino para tu bienestar.
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