¿Cómo vivir con dolor crónico?
El dolor es la causa más común en las consultas, tanto en pacientes jóvenes, como en adultos, y no se le da la importancia que debería a este padecimiento que afecta considerablemente la calidad de vida.
Aunque no es una enfermedad, la OMS lo tipifica así por el alto índice de consultas que se dan a nivel mundial.
De acuerdo con la doctora Argelia Laura, de la clínica del Dolor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán; 9 de cada personas padecen o tendrán dolor en algún momento de sus vidas.
Estos son los tipos de dolor crónico más comunes:
- Dolor de espalda: Sus causas van desde malformaciones, lesiones y desgaste de la columna vertebral, así como infecciones; enfermedades renales, digestivas, reumáticas; por el nervio ciático o por tumores.
- Migrañas: Son dolores de cabeza recurrentes e incapacitantes que se producen por la liberación de sustancias inflamatorias, y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos.
- Reumático: Como artritis, artrosis, dolor lumbar, osteoporosis, tendinitis, musculares, e incluso del sistema nervioso periférico, causados por trastornos inflamatorios.
- Traumatológico: Las lesiones más comunes son: luxaciones, contusiones, esguinces y fracturas.
- Oncológico: Ocurre en cánceres, así como el asociado a su tratamiento por postquimioterapias, etcétera.
- Neuropático: produce por un funcionamiento anormal del sistema nervioso, que causa sensaciones como: quemazón, hormigueo; dolor punzante, eléctrico y palpitante.
- Ginecológico: Las más recurrentes son por menstruación, endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica, miomatosis uterina, etc.
- Abdominal: Se debe a muchos procesos digestivos como: síndrome del intestino irritable, disminución del riego sanguíneo, los intestinos, diverticulitis, enfermedad intestinal inflamatorial y úlceras.
- Postoperatorio: Es debido a una cirugía que, si no se trata adecuadamente, puede hacerse crónico.
No atenderlo puede originar consecuencias graves e incapacitares que deterioran cosiderablemnte tu estilo de vida:
- Limita la movilidad para caminar y hacer actividades diarias.
- Puede aumentar el riesgo de trombosis y ataques cardiacos.
- Disminuye la inmunidad y aumenta el riesgo de infecciones.
- Altera la calidad del sueño y el apetito.
- Aumenta la angustia, ansiedad y depresión.
- Te incapacita para trabajar, porque se trata de un dolor músculo-esquelético.
El primer paso para aprender a sobrellevarlo es la aceptación, reconocer que se ha perdido el bienestar. Ya que no se puede cambiar ni evitar, pero al aceptarlo, el sufrimiento baja, así como la ansiedad y la depresión.
Para mejorar tu condición se reuqiere de un tratamiento con diferentes especialistas. Ya que el dolor crónico no tiene cura, éstos te ayudarán a controlarlo, y depende de cada caso, puede incluir:
- Tratamiento con medicamentos
- Fisioterapia
- Psicoterapia
- Acupuntura
- Estimulación eléctrica
- Cirugía
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