Los 100 himnos LGBTQ+ más importantes de la historia, según Billboard
Una de las voces más reconocibles del pop contemporáneo, que alguna vez dijo que no necesitaba permiso para ser quien era, encabeza la lista con una canción que cambió la historia musical y política de la comunidad queer.

Estos son los 100 himnos de la cultura Queer según Billboard
/Especial
La música ha sido históricamente un refugio, una forma de resistencia y un grito de libertad para la comunidad LGBTQ+. Conscientes de ese poder, Billboard presentó una lista especial que recopila los 100 himnos LGBTQ+ más grandes de todos los tiempos , reconociendo canciones que han moldeado la cultura queer a lo largo de cinco décadas. Desde el disco de los años 70 hasta el pop sin disculpas del siglo XXI, esta selección celebra la visibilidad, la identidad y el poder de sentirse orgulloso uno mismo.
La lista, publicada durante el Mes del Orgullo, no solo recuerda melodías que han marcado generaciones, sino que también reconoce el contexto en el que nacieron: algunos himnos surgieron como respuesta a la discriminación, otros como celebraciones del amor libre, y muchos como banderas de afirmación y consuelo. No hay un solo tipo de himno LGBTQ+, pero todos comparten una esencia: han acompañado a millones de personas en su camino hacia la autenticidad.
Te puede interesar: Romina Marcos revela planes de maternidad junto a su novia Laura Salazar ¿Niurka está de acuerdo?
¿Cuáles fueron los primeros Himnos del orgullo LGBTQ+ que abrieron el camino?
Los primeros lugares de la lista de Billboard nos recuerdan que muchas canciones consideradas hoy como “himnos LGBTQ+" no fueron escritas explícitamente con esa intención, pero encontraron un lugar especial en los corazones de quienes luchaban por ser escuchados. En los años 70 y 80, cuando la homosexualidad aún era criminalizada o patologizada en gran parte del mundo, la música se convirtió en un lenguaje paralelo donde la comunidad encontró representación y consuelo.
Canciones como “I will survive” de Gloria Gaynor no hablaban directamente de identidad sexual, pero se transformaron en símbolos de resistencia, especialmente durante los años más duros de la crisis del VIH/SIDA. Igualmente, Diana Ross con “I’m coming out” , aunque fue pensada inicialmente como un gesto personal, se convirtió en una declaración de orgullo y visibilidad para la comunidad queer. El funk y el disco, géneros muchas veces marginados por la crítica, se llenaron de cuerpos diversos que encontraron en la pista de baile un espacio para existir con libertad.
En esta etapa también brillaron artistas como Queen con “I want to break free” , que desafiaron los códigos de género, y Bronski Beat, cuyo tema “Smalltown boy” narraba la historia de un joven gay forzado a abandonar su hogar por su orientación. Estas canciones no solo reflejaron una realidad común, sino que también la nombraron en una época en la que hacerlo implicaba un riesgo. Cada acorde fue una forma de decir: “Estamos aquí y no vamos a escondernos”.
Te puede interesar: Influencer confirma su relación con otro hombre
¿Cómo en la actualidad la cultura pop ha ayudado a visibilizar a la comunidad LGBT?
Con la llegada del siglo XXI, los himnos de la comunidad LGBTQ+ dejaron de ser interpretaciones entre líneas para convertirse en declaraciones frontales de identidad. El pop y sus subgéneros comenzaron a mostrar a artistas abiertamente queer, mientras que estrellas heterosexuales aliadas pusieron sus plataformas al servicio de mensajes inclusivos. En este nuevo contexto, himnos como “Born this way” de Lady Gaga rompieron barreras culturales con su mensaje directo: “No importa gay, hétero o bi, lesbiana, transgénero...” .
Este fenómeno también trajo consigo una transformación en los protagonistas de estos himnos. La comunidad LGBTQ+ pasó de ser público a convertirse en autor. Artistas como Sam Smith , Kim Petras y Lil Nas X comenzaron a dominar las listas de éxitos con canciones que no solo hablaban desde su identidad, sino que también confrontaban temas como la religión, el estigma y la hipersexualización. En “Montero (Call Me By Your Name)” , por ejemplo, Lil Nas X desafió los estereotipos y usó el escándalo como estrategia de empoderamiento.
La lista de Billboard también reconoce canciones que celebran el amor propio y la autoaceptación, como “Beautiful” de Christina Aguilera o “You Need to Calm Down” de Taylor Swift, que se convirtió en un llamado a los aliados. Incluso géneros como el country han comenzado a abrir espacio para voces disidentes, como se refleja en la inclusión de “Younger me” de Brothers Osborne, interpretada por el cantante gay TJ Osborne.
Hoy, los himnos LGBTQ+ no necesitan disfrazarse de metáforas. Se cantan en estadios, se viralizan en TikTok, se corean en marchas y se bailan en todo tipo de espacios. Reflejan una realidad más plural, más ruidosa y más orgullosa.
Te puede interesar: ¿Exestrellas infantiles están saliendo?; ella se declaró trans